4

2.8K 103 0
                                    

Mientras caminaba hacia el estacionamiento la fría brisa me recorrió. Sonreí por ello, amaba el frío, pero la voz más irritante del mundo interrumpió mi momento.

- Que piensa hacer la hermosa Bella.

- Veinte metros de distancia Nicolás, veinte metros. Es más que sean cincuenta así no te vuelvo a ver en la vida.

- Oh, vamos no seas aguafiestas. Somos primos.

Estaba a unos segundos de soltar más groserías que un cantinero cuando Ángelo llego a mi lado.

- Nicolás enano, ¿No tienes mejores cosas que hacer más que molestar a mi hermana?

Mi odioso primo sonrió hipócritamente. Ángelo siempre atacaba su punto bajo, su estatura. Aldo no era precisamente un enano pero si era un poco más bajo que el promedio.

- Debo irme. Nos vemos después preciosa.

- Es la primera vez que me llaman preciosa en la casa del abuelo. Quedamos que iba a ser un secreto- Ángelo encogió sus hombros con una sonrisa burlona - pero bueno siempre hay una primera vez para todo- una sonrisa coqueta y un beso al aire fue lo que recibió Nicolás de mi hermano

Por cierto Nicolás cuidado donde caminas no queremos que te vuelvas a caer en un hoyo y no verte más. Ya sabes ¿No es así? Puf y desapareces. Como un conejo en su sombrero.

-Estas consiente de que ya se fue ¿No es así?- Voltee a verlo mientras ponía mi mano sobre su hombro. Me preguntaba si su locura ya lo había sobrepasado.

El hizo lo mismo con su brazo unos segundos después y apretó mi mejilla con fuerza- Lo sé pero nada evita que sus pequeñas orejas me escuchen en el camino a su diminuto auto donde se sienta su enano trasero.

Reí y después voltee a observar el estacionamiento. La familia ya se estaba movilizando todos estaban subiéndose a sus autos o simplemente fumando el ultimo cigarrillo antes de partir hacia la búsqueda más tediosa que habíamos tenido en años. La ciudad sería la sede de la furia de La Familia Giordano.

Que Dios los Salve.

- Debemos irnos

- Lo sé. Es estúpido que nosotros no podamos ayudar a la investigación.

- No lo es- Lo mire, con rapidez y de pronto ya no había un rastro de mi hermano bromista. Ahora era Ángelo el chico que es puro negocio, inteligente y veraz.

Mientras todos localizan a sus contactos o matan unas cuantas personas para obtener información que ambos sabemos casi no es fidedigna y el tiempo es una mina de oro. Nosotros los ayudaremos a atender los negocios de la familia.

Ellos son viejos con experiencia y vamos, este ataque no involucra nuevas bandas o criminales recientes, cosa que nosotros conocemos muy bien. Esta vez los dinosaurios necesitan empezar a excavar en las profundidades, donde si te soy sincero aun no quiero involucrarme, nosotros no tenemos esa clase de contactos, está bien que ellos se ocupen.

- Entonces por qué el grandísimo idiota de Nicolás se va con ellos- Dije mientras veía su horrible Camaro amarillo. Lo había llenado de calcomanías tontas y ridículas.

- Porque necesitan un pequeño escudo antibalas, Bella- Dijo mientras besaba mi cabello.

- Quiero ir a ver al bambino.

- De hecho por eso venia por ti, Tía Sofía me pidió que les llevara unos cambios de ropa y el pequeño está llorando por su Iron Man, tu más que nadie conoce lo adicto que es ese niño a su figura de acción. Ya está todo empacado. Como siempre no fuiste de ayuda y todo para qué. Todo por que estabas prestando tu atención a una persona de poca mentalidad. Muy, muy pequeña.

Solté una carcajada - ¡Basta! Por favor, ya se fue...Deja de seguir haciendo chistes de enanos o cosas pequeñas.

Pero no sería Ángelo si obedeciera a la primera iba a continuar hablando y cuando vi su sonrisa extenderse supe que no iba a ser bueno.

- Una de las cosas que recuerdo de él, que vi por accidente y aún sigo teniendo pesadilla de eso. Fue esa cosa enana, casi diminuta, inexistente de...

Le solté un golpe en su hombro- No necesito escuchar de nuevo acerca del encuentro accidental que tuvieron en el baño.

- Ahora resulta que eres una mujer delicada.

- Lo soy, tal como una rosa- Dije mientras me acercaba al carro y abría la puerta para ingresar.

No perdamos tiempo. Acuérdate el tiempo es...

- Una persona más muriendo, te estas pareciendo al abuelo niña consentida.

- Idiota. Solo acelera.

- Lo haría si tuviera manos extras- Dijo mientras abría la cajuela.

- Se supone que eres Míster Músculos. No tendrás problemas con dos maletas.

- Ya veo por qué eres la favorita del abuelo, despiadada.

- Que te puedo decir él sabe reconocer lo mejor y bueno...- Me señale con una sonrisa arrogante - Yo lo soy.

- Claro- Dijo en tono burlon.

- Tú solo conduce. Ya quiero llegar.

- Tomaran unos minutos, el abuelo los instalo en uno de los Hospitales más cercanos de la casa. Pon buena música de mientras y disfruta del viaje más veloz que has tenido en tu vida.

- A tus ordenes capitán.

Con una sonrisa me guiño para acelerar sin miedo por las calles. Mientras escuchábamos a John Legend con una de sus tantas canciones emocionales.

Tardamos unos minutos más encontrando donde estacionarnos en el Hospital, cuando al fin tuvimos la suerte baje con rapidez al igual que Ángelo. Abrí la cajuela y de ella saque una de las maletas y empecé mi camino hacia la entrada del hospital, ya había trabajado con los dos chicos que se encontraban custodiando la puerta. Con un movimiento de cabeza los salude y continúe mi camino hacia la recepción.

- Busco a Carlo Giordano Loaldi. Soy Andrienna Giordano.

De pronto una enfermera de edad avanzada abrió un folder y empezó a repasar una lista, se acercó hacia mí con una gran sonrisa. Parecía un comercial de abuelitas para venderme galletas. Con amabilidad me dijo. - Bienvenida señorita Giordano su abuelo nos informó que vendría, tercer piso habitación 306. Tengo entendido que él es su hermano ¿No es así?

Mire hacia atrás y localicé a Ángelo con la maleta más pesada en sus manos y una sonrisa encantadora como siempre. - Lo es, vendrá conmigo. Que tenga buen día.

- Gracias cielo.

Me acerque a mi hermano - Vamos galán, es el tercer piso habitación 306.

El asintió y nos subimos en silencio al elevador donde nos encontramos a un hombre que pareciera que se iba a desmayar en el piso y una mujer muy, muy embarazada con su esposo. El tiempo con ellos fue corto y agradezco Dios por ello.

 El tiempo con ellos fue corto y agradezco Dios por ello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Traducción.

Bella________________Hermosa.

Bambino____________Niño.

Iron Man____________Juguete de Acción parte de la fraquicia de Marvel Comics.

Mi MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora