Mi garganta dolía y se sentía levemente seca, aun podía sentir sus dedos aprisionandome el aire mientras esparcía una crema en mi cuello.
Angelo, mi adorado hermano.
Hermético del amor de una madre que no tenía grandes expectativas para él desde pequeño por el giro de negocio en donde nos encontrábamos. Ansioso de un halago superficial siempre estuvo pegado a ella.
Cambie mi playera vieja por un sueter negro ligero de cuello alto al voltear vi como un niño de mejillas sonrojadas estaba dandome su perfil. Sonreí hacia él y observé como uno de los cuidadores se encontraba detrás de él. Tome una de sus hermosas mejillas y la acaricie con mucho cuidado, el se recargo en mi palma ofreciendo una pequeña sonrisa complacida.
Me coloque justo a lado de la cuidadora-Lo lamento señorita quería entrar de inmediato.
Con mi mejor voz de advertencia le dije- Ten más cuidado sabes lo que se podría encontrar en un cuarto.
Vi como los vellos de su brazo se erizaron y asintió con firmeza ante mi mirada.
-Hola tía.
-¿Cómo estás cariño?- Le dije mientras bajaba lentamente mis manos hacia sus caderas jalandolo mientras me paraba de mi asiento.
-Bien, me gusta mucho la alberca.
-Ya veo.
Mis pasos fueron de inmediato hacia la habitación de Giovanni quien estaba terminando de cambiarse de ropa después de un baño. Le dije que saldríamos a lo que se movio entusiasmado tomando su nuevo peluche favorito para después darme la mano y bajar juntos.
Gustav estaba en la entrada hablando por teléfono cuando me vio bajar con un niño en mis brazos y otro más en mi mano vi como sus ojos brillaron al observar todo el panorama y por un momento noté su mirada cayó en mi estomago.
Mi cara se contrajo.
¿Él quería un hijo?
Mis dedos apretaron involuntariamente a Giovanni provocando que me volteara a ver preguntándose qué sucedía. Le sonreí tranquilizando y fue tomado de mis brazos por Gustav.
-Iremos a comer helado y comprar ¿Quieres acompañarnos?
Asintió mientras tomaba la mano del pequeño jugando con sus dedos. Su chofer se encontraba afuera y en cuanto nos noto procedió a abrir las puertas, ambos con niños nos sentamos en la parte trasera. En minutos ingresamos en una plaza al aire libre, con el chofer siguiéndonos a una distancia prudente.
-¿Qué les gustaría comer?- Pregunte al aire y el par de ojos más dulces se miraban cómplices después de susurrarce al oído.
Gustav aprovecho mi atención hacia ellos tomando mi cintura pegando a la suya. Me rodeó con su brazo y siguió mirando a Giovanni que estaba enfrente de él.
-Eres muy audaz.
Su sonrisa coqueta se asomo aun sin mirarme. Su vista divagaba entre los niños
-Acaso puedo convertirme en piedra si volteas a verme.
Deslizó su pulgar dentro de mi suéter acariciando mi piel desnuda como respuesta a empezar a moverme. Fue hasta que nos paramos que me di cuenta que ya se había elegido un lugar para estar juntos.
¿Sopas?
Era en un restaurante tematico japones, estaba un enorme Pickachu estaba en la entrada. Cuando nos sentamos vi el porqué de su elección servían personajes de caricaturas en su tazón. Lo leía e informaba a los niños sus opciones pero ya estaban señalando en su menú infantil la figura que quería cada uno.
Uno parecía un caballero de brillante armadura mientras el otro era un enorme dragón.
-¿Están seguros?
-Si- Contestaron simultáneamente.
Giovanni sonrió muy grande- Él es la gran bestia del bosque ha quemado a muchos ladrones y malvados ¡Lo quiero! Lo quiero, por favor.
-Esta bien- Voltee a ver a la mesera después de que Gustav la llamara y pedimos de comer y beber. Mientras invitaban a los niños al área de juegos, les permiti marcharse con una leve mirada al chofer para que los acompañara con discreción.
Hasta que entraron a la puerta fue que pude ver a quien me acariciaba con tanta ternura mi mejilla. Mi estómago se cerró de angustia y mi boca se secaba como un desierto.
-No puedo tener hijos- Le dije recargandome en su palma- ni ahora ni nunca. Ya no tengo matriz y mis óvulos son...
Sus labios rozaron con los míos en un beso descuidado, su nariz se deslizó a mi oído donde mordió levemente mi lóbulo. La callosidad de sus manos acompañaron su recorrido por mis piernas hacia mi ingle haciéndome cerrarlas por inercia lo que le hizo sonreír.
-Te amo y aunque me hubiera encantado tener un pedazo tuyo y mío mezclado. Ahora te tendré por completo devota a mí-Sus dientes hicieron presión en mi cuello causando un suspiro involuntario.
Yo se que deseas hijos, los tendremos cuando ambos nos sintamos listos para criarlos. Además debes terminar tu carrera primero, concluye tus metas una por una, siempre estaré aquí para acompañarte a la siguiente puerta.
Sentía como mis ojos brillaban de las lágrimas a punto de asomarse, mi dedo delineo sus labios con delicadeza antes de besarlos ferozmente.
Me sentía feliz.
Y sabía que eso no iba a durar por mucho tiempo pues esa misma noche reinó el caos en Europa.
Lamento mucho, mucho la tardanza pero el trabajo y estudio han estado complicados.
¡Espero su apoyo!
En México acabamos de celebrar Día de Muertos por lo que me sentí mas motivada ¿Tengo lectores de aquí?
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Mi Mafia
ActionAdrienna Giordano la nieta más querida del hombre que construyo un imperio, Pietro Giordano un hombre a temer con 74 años, viudo a corta edad. Constructor de uno de los imperios más grandes del último siglo con múltiples líneas de negocio que no hac...