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El sol entraba en la ventana pasé mi mano por mi cara y observé alrededor, me encontraba en mi habitación. Se sentía un peso en la cama y voltee a ver a Ángelo durmiendo a mi lado. Por un momento me sentí decepcionada de no tener la vista de unos ojos verdes, mostré una pequeña sonrisa al techo mientras recordaba anoche.

Estire mi cuerpo y justo entonces escuché un deja de moverte quiero dormir más.

Rasque mi cabeza y me levanté dando un bostezo- ¿Qué haces en mi cuarto?- le pregunté a mi hermano.

Él aún con la voz ronca me contestó- Estabas muy ebria no quería que algo te pasará.

- Gracias.

El sonrío y restregó sus ojos, traía la misma camisa que anoche pero ya estaba desabotonada- Ahora vete y déjame dormir maldita loca.

- Idiota- Le contesté. Después fui al baño lavé mi cara, cepille mis dientes y procedí a cambiarme me puse un largo vestido rojo y unos tacones bajos agarré mi chaqueta negra que se encontraba colgada en el ropero. Peine mi cabello y aplique un maquillaje discreto en mi cara, en cuanto termine empecé a trabajar en lo que me correspondía.

Hice llamadas a traficantes, transportistas, creadores de productos y distribución de los mismos, algunos jefes de jefatura, políticos, presos en las cárceles y por ultimo pero no menos importantes a mis inversionistas.

Había dejado por un tiempo mi trabajo pero debía de poner a todos en orden otra vez al menos aquellos deberes que me fueron entregados en los respectivos meses correspondientes por mi abuelo. Aunque los números de dichos proyectos habían aumentado debía mantenerlos.

Escuché como tocaban la puerta y mire mi reloj habían pasado aproximadamente 2 horas desde que me había levantado. Ángelo seguía acostado en la cama sólo que ahora abarcaba todo el lugar. Abrí la puerta mientras continuaba hablando con un familiar de Violeta estábamos haciendo negocios juntos para contrabandear un poco de mercancía con ellos.

Francisco quien se encontraba afuera de la puerta me sonreía y con su mano me indicó que saliéramos. Su rojizo cabello esta peinado a la perfección y sus ojos oscuros los cubrían unos redondos anteojos. En susurros le comenté lo ocupada que me encontraba después con mi mano le dije que me esperara un segundo, el sintió comprendiendo de inmediato. Fui otra vez hacia el balcón y me senté en una de las mesas para continuar con mis deberes.

Voltee en cuanto escuché un ruido en la recámara, Francisco había tirado a Ángelo de la cama y éste estaba corriendo hacia él para golpearlo. Sonreí mientras seguía hablando pero el ruido que hacían era tal que cerré las puertas las ventanas del balcón al parecer estaban teniendo una lucha amistosa.

Vi cómo mi hermano se enderezaba y buscaba su chaqueta de anoche, lo escuche tocar la ventana para avisarme que iba a bajar y que me apurara pero al parecer necesitaba más tiempo de lo esperado, les indique que los alcanzaba después.

Ellos asintieron y mediante lenguaje de señas me dijeron que iban a estar en el Restaurante Rose y que los alcanzará en cuándo acabará.

No recuerdo cuánto tiempo pasó pero realice unas cuantas llamadas más, envíe decenas de mensajes y saqué mi computadora para ver algunas gráficas o estadísticas que necesitaba verificar y sólo después de guardar todo en mi carpeta personal. Me levante, puse perfume en mi cuerpo y baje en el ascensor.

Un auto estaba esperando en la entrada y el chofer era uno de los muchos que mi familia tenía contratados acá en Sicilia. Abrió la puerta para mí y me llevo por las calles pintorescas de la ciudad. En cuanto llegue solo encontré a familia que estaba asociada con mis otros dos abuelos. Mi gente no estaba. 

Mis abuelos habían llegado y junto a ellos gran cantidad de mi familia estaba incluida, de igual manera viejos conocidos. Los mayores se encontraban desayunando y pude ver que el lugar había sido reservado pues las tres cabezas de las serpientes se encontraban al fin juntas de nuevo.

Unos cuantos exterminadores, sicarios, eruditos y políticos estaban mezclados en una sola mesa comandada por tres cabezas cuya imagen central era Pietro Giordano.

Me acerque hacia el abuelo y bese su mano en respeto lo mismo paso con mis otros abuelos. Mi abuelo Valentino era un hombre de gran altura superando a Pietro, pero al contrario de él sus ojos eran oscuros al igual que su cabello. Mientras tanto mi abuela Ágata tenía el cabello castaño y ojos claros, de estatura promedio y grandes senos que había heredado a sus hijas. Lo único que los tres compartían era su adicción al tabaco.

Con un movimiento de mano Pietro pidió hablar con un mesero y mientras tenían una conversación el sujetaba mi muñeca con fuerza para evitar que me fuera. El joven movió una silla al lado del abuelo y solo cuando estuvo colocada, pude moverme de sus garras. Me señalo el lugar y me senté sin perder más el tiempo.

- Creo que ya hemos encontrado al inversionista. Hay un hombre ruso que ha movido últimamente muchas influencias. John me dio un informe acerca de ello hace un par de días y suena como algo factible.

Mientras escuchaba atentamente su plática leía el menú frente a mí. Voltee a ver al abuelo tratando de saber qué tema hablaban pero el solo me ignoro, prestando total atención a su hermana Ágata.

- Investígalo, no creas nada. Confírmalo.

Ágata asintió mientras observaba a su hermano mayor con cautela.

La intervención de Valentino volvió a captar la atención de todos hacia otra dirección en la mesa - Tenemos un problema, en Francia la comunidad quiere reunirse con los sindicatos para hablar sobre su polémica reforma del sistema de pensiones.

El transporte se está viendo afectado va a ser más difícil meter mercancía, sacarla o movernos libremente por la ciudad, de igual manera la jefa la policía está en el ojo del público ahora. No nos proporciona la ayuda que normalmente necesitamos y por la que pagamos.

El silencio reino por unos segundos.

- Que opina el próximo médico de la familia- Dijo Ágata, los ojos de todos estaban de pronto en mi dirección. Ella me había centrado con un propósito, hacerme ver como una idiota. Ágata sabía que Francisco era el que se encargaban de Francia, en nuestra parte de la familia.

- La jubilación es un tema sensible en Francia ya que la población defiende con uñas y dientes uno de los sistemas más generosos del mundo. No queda más que parar operaciones con un mínimo de una semana- Dije mientras le indicaba al mesero que era lo que quería desayunar, Después coloque mis manos unidas sobre la mesa y mire a las cabezas de la familia- si el Presidente no haya la forma de solucionarlo pacíficamente, nosotros solo entonces intervendremos.

Pietro mostró una minúscula sonrisa. Que causo enojo en su hermana, ella después de todo nunca era alabada por nada y había dado en el clavo.


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