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- No necesitas bajar, no estás en condiciones.

Violeta jalo su cabello con fuerza y me miro furiosa- No seas una hija de puta Adrienna tú me invitaste yo lo matare, los matare a todos en tu lista- después actuó como una niña pequeña y dio golpes al suelo bajando su voz- por favor prometo ser buena. Lo juro mira- beso el dije que cubría su cuello- seré buena. Lo juro por mi abuela.

Pensé por unos segundos mientras tiraba el cigarro en el piso. Violeta dio pequeños brincos cuando asentí en su dirección.

Habíamos llegado a un gran edificio en la zona centro, la mayoría de personas que lo integraban eran contadores. Entramos juntas al edificio, tomamos el elevador y subimos hasta el último piso, en cuanto se abrió la puerta observé la poca cantidad de personas trabajando, después de todo ya eran pasadas las 11. Continúe mi camino con pasos seguros hasta la oficina que me correspondía, siguiendo las instrucciones que antes me fueron dadas.

Cuando abrí la puerta me encontré con el hombre que estaba buscando. El contador estaba follando a una mujer en su escritorio.

- La pose de perro es mi favorita- Dijo Violeta extasiada- ¿No lo cree señor?

El hombre volteó a vernos, su camisa estaba totalmente abierta y todo el vello de su pecho estaba a la vista junto a su gran estómago. Era asqueroso.

- Quítense la ropa- Nos gritó y después paseo su mirada entre nosotras- esta vez mandaron putas de más calidad- dijo mientras golpeaba el trasero de la mujer y seguía penetrándola.

Camine hasta acercarme a su lado y me senté en el escritorio. Empecé a subir mi falda lentamente y vi su mirada perderse en mis manos. Unos segundos después una navaja corto su garganta y pronto la sangre salpicó hasta llenar a la mujer que se encontraba bajo de él. Podía ver como su cuerpo temblaba mientras el cadáver del hombre caía encima de ella.

Me pare del escritorio y rodee el escritorio para mirar a la prostituta, quien tenía lágrimas en sus ojos pero no emitía ningún sonido.

- Soy Adrienna Sáez Giordano. Nieta de Pietro Giordano el dueño de esta zona. Te sugiero vestirte, irte y olvidar.

Temblando asintió. Violeta le extendió su ropa pero antes de dársela pasó la navaja que tenía en su mano por la sangre que estaba en el cuerpo de la mujer- ¿Se siente bien tener un cadáver dentro de ti?

Observe lo tenso que se volvió su cuerpo.

- Deja que se vaya.

Violeta puso sus manos en su espalda y dio pasos lentos hacia atrás, abriendo el camino para la mujer. Después rugió cuando pasó a su lado, haciendo que saltara y corriera hacia la salida.

Empecé a limpiar nuestras huellas con alcohol y un pañuelo blanco. Después le pasé el mismo a Violeta para limpiar sus manos- ¿Te dieron órdenes específicas del cuerpo?- me pregunto.

- No- Le contesté- Solo quieren el cadáver en su oficina...Pero el siguiente te gustará.

Violeta me miró con ojos brillantes.

- Un falsificador- Le dije.

- ¿Puedo tenerlo?

- Puedes hacer lo que quieras con él, sabes que ese tipo de criminales no se relación mucho con los mismos de su área. Así que no tiene sentido tomar precauciones, solo fotos.

Mi teléfono vibró y miré el mensaje.

Pensando en ti

Pocas personas tenían acceso a mi número. Fruncí el ceño pensativa y volteé a ver a una entusiasta compañera- Vámonos.

Mi MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora