Adrienna Giordano la nieta más querida del hombre que construyo un imperio, Pietro Giordano un hombre a temer con 74 años, viudo a corta edad. Constructor de uno de los imperios más grandes del último siglo con múltiples líneas de negocio que no hac...
El sonido de la llamada de mi teléfono se hizo presente en mis oídos. Poco a poco abrí los ojos mientras me adaptada a la luz que se metía de la ventana. Me fui incorporando de la cama y sentía una enorme resaca, la cabeza estaba zumbándome fuertemente.
La sabana que me cubría cayo hasta mis caderas dejándome desnuda, el metal de mi pezón izquierdo rozando las sabanas me hizo soltar un suspiro y me erguí por el frió repentino.
Me estire y empecé a hacer un reconocimiento del lugar. Me encontraba en una habitación desconocida, era un gran departamento negro con vista al centro de la ciudad. Me pare de la cama y fui hasta el sonido de mi celular que se encontraba prácticamente atrás de un sillón.
No me sorprendía el lugar en donde se encontraba ya que mi ropa estaba en varios lugares de la habitación. Fue una buena noche.
- Adrienna Giordano.
- Adrienna demonios, donde estás, la conferencia de antropología medica va a iniciar en una hora, el proceso de registro ya está iniciando.
- ¿De qué hablas?- Pregunte mientras recogía mi cabello en una dona improvisada con el lápiz que estaba en la mesa de a lado.
- Son las 10 de la mañana. Tenemos una conferencia hoy con la antropóloga alemana.
Mi mente empezó a carburar- Apártame un lugar- le dije para después colgar.
En cuanto voltee me percate del hombre que estaba parado en la entrada de la habitación. El fotógrafo de anoche me sonrió mientras hacia un recorrido en mi cuerpo.
Mordí mi labio y me permite observarlo también, desnudo y majestuoso.
- Hola.
- Hola señorita Giordano- Dijo mientras mostraba una coqueta sonrisa mientras su vista seguía impregnada en mis pechos.
Sonreí en su dirección y aparte la vista por un momento. Empecé a recoger mi ropa que se encontraba distribuida en el piso lo único que me faltaba era mi ropa interior que en unos minutos fue encontrada colgaba en la lámpara de al lado de la cama.
-Debo irme- Dije mientras comenzaba a vestirme.
Estaba poniendo mis zapatillas en cuanto escuche como empezó a caminar en mi dirección, vi sus pies desnudos y fue entonces cuando levanté la mirada y me enderece. Sonrió coquetamente y beso mis labios lentamente. El sabor a café se sentía en su boca, cuando se separó me dijo - Ci vediamo- y continúo su camino hacia algún lugar desconocido para mí en el departamento.
Por alguna extraña razon siempre resultaban ser italianos, la sangre de mi familia seguía teniendo la habilidad para atraerme a ese tipo de hombres.
Me dirigí hacia la salida soltando un suspiro resignado por no despedirme como me gustaba. Camine por el pasillo localizando el ascensor en medio, entre y oprimí el botón que me llevaba a la planta baja, música Rap se escuchaba mientras bajaba. En cuanto se abrieron las puertas, levante mi mirada y hombres en trajes elegantes se encontraban rodeando el edificio, mi tío Bruno y su hijo, uno de los gemelos estaban a unos metros de distancia.
- ¿Porque este desfile?- Pregunte impresionada. Pocas eran las veces que me acompañaban tantos materiales de seguridad.
- Visitaras una mujer importante.
Lo mire con extrañeza- ¿De qué hablas?
Bruno me señalo en Lincoln negro estacionado incitándome a subirme. En cuanto subí los demás hombres se subieron a los dos autos que se encontraban atrás. Bruno se sentó de copiloto mientras que Boris empezaba a conducir hacia un desconocido destino- Helena Blau será la presentadora de tu conferencia. Pietro quiere que te vigilemos y seamos tu escolta hoy. Después de la conferencia Helena ira con nosotros, comerá en la casa como invitada.
El apellido me hizo recordar la plática que tuve con Violeta la semana pasada- Es la misma Blau, la madre de Gustav Blau.
Boris rió y miro hacia mí por medio del espejo retrovisor- Ya me resultaba extraño que no habías investigado a un hombre como Gustav, cacciatrice.
Le enseñe el dedo medio a mi primo. Boris era un italiano muy bien parecido, delgado, con una nariz singular, tenía ojos y cabello oscuros. El y su hermano gemelo, Bardo eran dos gotas de agua lo único que los diferenciaba eran los piercings de sus cejas y orejas que Boris amaba usar y los impactantes tatuajes en la espalda de Bardo.
En cuanto Boris quisiera camuflarse como su hermano lo único que tenía que hacer era dejar que su cabello tapara los orificios de sus orejas y remover lo de sus cejas. Mientras que Bardo solo necesitaba usar ropa que cubriera su espalda por completo.
Eran entonces idénticos.
Ambos son profesionales en la limpieza de cuerpos. Podían eliminar cualquier prueba de asesinato o rastros de los mismos. Tenían una licenciatura en Química y maestrías en Farmacéutica y Botánica. Eran cotizados por muchas familias e incluso ambos hacían trabajos externos aparte de lo que necesitaran los Giordano.
Ya sea para el Gobierno o familias que tenía alianzas con el abuelo.
- Cambia tu ropa y arregla tu rostro es importante dar una buena impresión.- Dijo mi tío mientras bebía un refresco Jumbo- Llegaremos de inmediato.
- Conocerás a tu futura suegra pronto.
Mi mano paro de maquillarme en cuanto escuche a Boris. La mirada penetrante de Bruno le hizo saber que había hablado de más.
- El abuelo- Dije lentamente- ¿Me prometió a una familia?
Bruno suspiro- Al parecer su único hijo tiene un interés especial en ti.
- Pietro es un hijo de puta- En cuanto solté esas palabras un golpe fue dado en mi estómago. El aire salió de mi cuerpo y coloque mis manos en mi estómago adolorido, el golpe había sido tan rápido y fuerte que no me había dado tiempo de reaccionar. Lagrimas salieron de mis ojos y sentía la cara roja.
Levante la mirada para encontrarme con la mirada seria y sombría de mi tío- Eres una mujer de 19 años, eres muy buena en tu trabajo Adrienna pero sigues siendo parte de esta familia. Obedece y respeta a tus superiores no seas una niña insolente y caprichosa. Si no fueras parte de esta familia ya estarías muerta por mí al escucharte decir eso. No es seguro tu compromiso con él es únicamente una opción, nadie en la familia es ganado pero velaremos por nuestros interés y lo mejor para la familia ¿Entendiste?
- Si tío.
- Termina de arreglarte. Ya estamos cerca.
Asentí para continuar cambiándome Bruno era duro pero sensato. Había hablado de más, todos defendíamos al abuelo con todo nuestro ser. Yo misma utilice la misma técnica con Aldo amenazándolo con la intervención del abuelo.
Esta vida es así.
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Traducción.
Ci vediamo______________________________Nos vemos.