Me estaba bajando del auto después de tocar levemente el hombro de Kal agradeciendo por el viaje. Mis manos sostenían una carpeta llena de evidencia que Gustav había juntado para mí.
Mi aura parecía aterradora pues una de las mujeres que estaba sacudiendo cerca de la entrada retrocedió dos pasos y bajó levemente la cabeza. En el carro mi mente pensaba acerca de a quién darle la información; Pietro ya no era el hombre de antes, mi madre parecía una mujer sedienta de sangre y castigos mientras que mi hermano no tenía los suficientes contactos ni la fuerza.
Por ello me dirigí hacia Enrico quien estaba en nuestro estudio. Abrí las puertas para encontrarme a mi tío tomando una cerveza mientras leía los documentos frente a él, Francisco se veía inmensamente fresco estaba sosteniendo una botella de agua en cuanto sus ojos oscuros me miraron y una sonrisa me fue dada.
- ¡Pequeña! Entra, entra. Eres bienvenida.
La voz fuerte y animada de Enrico me recibió- Tengo algo para ti- le dije después de poner frente a él la carpeta.
Enrico sonrió mostrando sus dientes blancos mientras su hijo se recargaba en la silla acolchonada. Después de leer por unos cuantos segundos Enrico se levantó con brusquedad y fue a la ventana opuesta de la habitación su hijo le extraño su comportamiento pero yo no hice más que señalar la información invitando a leerla.
Francisco se acercó y empezó a leer lo que se encontraba frente a él, limpio el vidrio de sus lentes en dos ocasiones y continuó con su lectura.
- ¿Quién te dio esto?
- Gustav Blau, dice el ataque en Sicilia cierta información no le causaba buena sensación y esto estalló cuando encontró que no solo había apoyo de EU sino también de Italia.
- Nos hizo lucir como unos idiotas- Enrico se acercó hacia Francisco y lo señalo- Tu madre había encontrado que el almacén donde dejaron el cuerpo de la niña era nuestro ¡Nuestro!
Fue una de las inversionistas del ataque de Carlo, planearon poner un cebo en la familia del núcleo principal al no lograrlo te mandaron a asesinar.
¡Maldita puta! Por eso se había ofrecido para armar el equipo de búsqueda. Pietro aceptó a todos los que ella metió incluso les dio presupuesto ilimitado.
- El abuelo- murmure en voz baja- ya no puede seguir teniendo la última decisión.- mire a Enrico a los ojos, el enojo en ellos era claro- Debemos de reemplazarlo.
Escuche los dedos tronar de mi primo y su mirada en mi nuca. Recargue mi frente en mis dedos sabía que él simplemente comentarlo era prácticamente desobediencia. El ritual de reemplazo de los Emperadores siempre había sido el mismo, juntar a todos aquellos de la cabeza principal e iniciar presentaciones del porque serias el mejor reemplazo. A veces duraban días y mientras tanto nadie podía salir de la casa, para evitar filtrar información.
Pero este ritual siempre era debido a que el emperador abdicó, pocas veces la familia había decidido este paso sin platicar con él o ella. Únicamente eran en casos extremos como muertes o enfermedades letales. Lo que dije era prácticamente asumir que Pietro era inservible.
Enrico cortó el silencio dirigiéndose a su hijo con una voz parecida a una daga afilada- Ve a Italia, averigua quienes del campo están con ellos. Vuelve en una semana, necesitaremos tu presencia ya que eres un votante también.
- Tu ve a Francia en dos días- Me dijo- Un nuevo perfume saldrá, promociona. Haz verte comercial, acá nada ha pasado- dijo alzando las manos al cielo, riendo mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo- todo está como la puta madre.
Salí de la habitación unos segundos después que terminara de hablar a la mitad del camino a mi habitación mi brazo fue tomado haciendo que volteara a ver al responsable. Francisco tomó mis manos poniendo entre ellas lo parecido a un papel después besó mi frente y se retiró sin decir nada. Tome la perilla de mi puerta e ingrese, puse seguro, cambie mi ropa a una más cómoda mientras dejaba el papel doblado junto a mi computadora.
Me senté en mi gran silla, encendí la computadora y entre el tiempo de espera desdoble la hoja que se me había dado.
"Cuida a mi familia"
La letra de Francisco en lo general era más pulcra al contrario de esta que estaba leyendo, se veía apresurada. Mis ojos por costumbre barrieron la zona después de no ver o escuchar a alguien fui al baño queme la nota en el lavamanos y deje que las cenizas se las llevaran en agua. Limpie muy bien los residuos, dejando nada de evidencia.
Tenía en mi cabeza su voluntad, vería a Irene y Enrico. No dejaría que nadie se metiera entre ellos.
Volví a sentarme en la silla y abrí una ventanilla de tareas e investigaciones de la escuela. Mensajeaba en los intervalos al piloto de nuestro Jet asegurándome que estuviera libre en un par de días, quien me respondió positivamente.
Estuve trabajando en la computadora hasta las 12 de la noche, una de las chicas me trajo una cena ligera de queso cottage con fruta y unas cuantas galletas junto a ello me dio la noticio que volvía a salir en la televisión. Esa debía de ser la razón por la que mi teléfono había estado sonando con nuevas notificaciones de mi supuesta conquista con el empresario alemán Gustav Blau, habían realizado ciertos videos en YouTube acerca de nuestros derroches amorosos.
Deje la televisión encendida escuchando las teorías y viendo lo gloriosa que me veía. Mis ojos se sentian cansados por la luz que esta me proyectaba pero no supe más de ella después de media hora mi espalda por fin tocó el colchón de la cama. Mis ojos vieron lo que parecía la repetición de hace alguna horas, la carrera profesional y amorosa de mi futuro esposo.
Mis dedos hormigueaban por haber estado tanto tiempo en la computadora, mi pulgar derecho dolía y estaba ligeramente entumecido. Arrope mis cuerpo y me dormí escuchando la voz de Gustav en una entrevista. Hablaba en su idioma natal, incomprensible para mí pero extrañamente familiar.
Hola a TODOS.
Espero que hayan tenido unas maravillosas dos semanas.
Ya los extrañaba.
Pd: ¿El traidor estara en la familia? Teorias...Teorias las amo.
¡Nos vemos en dos semanas!
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Mi Mafia
ActionAdrienna Giordano la nieta más querida del hombre que construyo un imperio, Pietro Giordano un hombre a temer con 74 años, viudo a corta edad. Constructor de uno de los imperios más grandes del último siglo con múltiples líneas de negocio que no hac...