Mi Mafia

11

El día era nublado y eso era algo que simplemente no le gustaba a mi acompañante lo que la hizo salir de clase con una mirada cansada y enojada.

- Miguel me menciono que te vio ayer en la noche.

- ¿Tan rápido llegó la noticia a tus oídos?

- Digamos que cuando se trata de ti, siempre estoy interesada- Dijo Violeta poniendo un brazo en mi cintura. Ella a veces no entendía el límite del espacio personal de las personas- Tambien se que el imbécil que le hizo eso a su familia ya debe estar bajo tierra.

Le sonreí en respuesta. Mientras seguíamos nuestro camino, nos dirigíamos a la clase de Genética, nuestra penúltima clase del día, ambas estudiábamos medicina y nos encontrábamos en nuestro tercer año de carrera.

Teníamos el mismo propósito, estudiábamos para ser útiles en caso de una emergencia en la familia. Digamos que ser doctora no fue mi primera opción pero si una de las más necesarias y era buena en ello.

Recordé lo fácil y rápido que se acabó todo anoche - Tuve que hacer una limpieza.

Ella sonrió en mi dirección y empezó a caminar de espaldas viéndome mientras su pies aun se movían hasta que en unos segundos nos encontrábamos con las enormes escaleras de la institución, eran de un marfil hermoso en donde claramente podías ver tu reflejo en él.

Cuadros colgaban en las paredes, personajes históricos del mundo se encontraban rodeándonos.

- Y fue sucia...- Me susurro- Defeco en sus pantalones o solo suplico por perdón mientras tu cuchillo cortaba su garganta y la sangre salpicaba en tu cuerpo. Lentamente.

La excitación en su voz era notable, Violeta le encantaba el negocio familiar tanto que una gran cantidad de gente pensaba que había nacido para ello, era uno de los motivos por los que era la favorita de su padre ensuciarse las manos era su especialidad.

- Fue limpio y rápido.

- Ya veo...Que decepción. Las presas de ahora son muy fáciles de cazar, ya ni siquiera lo intentan.

- Era como lo habíamos planeado.

Ella me miro directamente a los ojos y curvo sus labios - Mmm...Cambiando un poco de aguas. Un pajarito me dijo algo interesante- dijo mientras entraba al salón. Se sentó en una de las sillas de enfrente no sin antes guiñarle al chico que pasaba a su lado y enseñándole un poco de sus piernas en esa falda corta.

Me senté a su lado y empezó a jugar con mis largas uñas rojas- Estoy esperando, Violeta.

- Tranquila señorita impaciente. Sabemos que la mayoría de edad se celebra dependiendo de las organizaciones, de lo que para ellos es la edad en la que una persona se vuelve adulta. Yo tuve mi ceremonia los 18 mientras que tú la tendrás en un par de semanas cuando cumplas 20 años.

Asentí incitándola a continuar.

- Existe un cotizado soltero que es parte de la organización y que después de su presentación hace unos ocho años no se había vuelto a aparecer en las demás ceremonias de los jóvenes prospectos. Sabiendo que hacer acto de presencia es prácticamente obligatorio para aquellas familias que ya pasaron por ese proceso.

Pero ahora...Está corriendo el rumor que está organizado todo para asistir a la tuya.

- Debe ser mera coincidencia.

- Yo no creo en las coincidencias, más bien creo en el gastar tus recursos para lograr que algo suceda.

- ¿Cuál es su nombre?- Susurre al observar entrar a la maestra.