En mi abdomen suaves manos se estaban posando, su respiración pausada y tranquila apenas llegaba a mi cuello, acaricie su cabello sintiendo las hebras pasar por mis dedos. Fátima dormía en uno de los sofás de la esquina, el más amplio que tenía, su rostro seguía sereno.
Cuando era niña era la única persona de servicio en la que empecé a confiar. Ella había sido golpeada por mi familia más veces de las que mis manos pueden contar, había perdido sus dos dedos meñiques cuando no había permitido que nadie entrara a mi habitación más que ella cuando entre a depresión y sufrí el aborto espontaneo.
Los rayos del sol empezaban a colarse por las cortinas de mi habitación y empecé a levantarme, Giovanni agarró con su mano las sábanas de la cama. Encendí la regadera y después de desnudarme ingrese de inmediato pasaron no más de 10 minutos cuando escuche un grito saliendo de mi habitación, envolví mi cuerpo en la toalla.
Encontrándome con las manos de Aldo rodeando el cuello de Giovanni, Fátima estaba en el piso con sangre cayendo de su cabeza. Salté a su cuerpo después de tomar un cuchillo de mi gaveta, enrollé una de mis piernas a su cintura para separarlo. Cuando cayó al suelo logre clavarle el cuchillo en la palma de su mano, de inmediato se escucharon los gritos y tomó mi cabello lanzando mi cuerpo con una gran fuerza.
Provoco que la toalla a mí alrededor se soltara. Estaba adolorida y desnuda cuando vi un golpe venir justo entre mis ojos. Sentí un mareo instantáneo y solo podía definir los colores frente a mi todo estaba distorsionado, vi su cuerpo acercarse donde por reacción me lance al apuñalándolo en su pecho
Hizo amago de moverse pero había insertado en su pulmón por ello camino con torpeza y lentitud hacia a mi, puso las manos alrededor de mi cuello pero yo ya no podía levantar mis brazos estaba cansada y adolorida. Me empuje hacia el frente puso toda la fuerza que me quedaba a mi pies y corrí lo mas rápido posible.
Lo tenia a acorralado a la pared mi pecho sentía un inmenso dolor por haberse empujado al mango del cuchillo. Mi vista se nublaba, sentía mis extremidades frías y duras su cara alegre cambió cuando de su sonrisa surgió sangre, tosió más de dos veces sobre mí, sus manos perdieron fuerza provocando respirar mejor.
Me moví hacia atrás cayendo de inmediato al suelo, me arrastre con mis piernas dobladas y glúteos tocando el suelo. Recuperaba aire en grandes bocados mientras intentaba empezar a mover los dedos de mis pies y manos, cuando me sentía más estable pude ver que era un espectáculo en vivo.
Caterina me observaba en la entrada junto a Boris quien con una mirada difícil de explicar analizaba toda la escena, mi tía paso lentamente a mi habitación, sus tacones negros prácticamente brincaron el charco de sangre que ya estaba en el suelo, entro a mi baño y saco una toalla limpia tapo mi cuerpo que aun temblaba.
Después todos los ojos se posaron en la cabeza que salía de la cama, Giovanni se arrastraba hacia afuera tocando lentamente el suelo de poco a poco para avanzar, cuando las palmas de sus manos se dirigían hacia el cuerpo de Aldo me pare como pude y tropecé un poco antes de que mi mano tocara la suya.
El volteo su rostro e inició un camino con ambas manos por mi brazo hasta llegar al cuello y empezó a llorar, lágrimas sin cesar caían de sus ojos, con mis piernas aun temblando trate de levantarlo pero estaba a punto de caer cuando Caterina sujetó con fuerza mi brazo.
Giovanni se había acurrucado en mi cuello, trate de reconfortarlo dando palmadas en su espalda al dirigirme a sentarme en mi cama. Boris susurraba con su madre y esta vez ambos estaban en completa seriedad.
- Fátima- Les dije- atiéndela.
Tome un bocado de aire de nuevo para volver a hablar- Sufrió una herida en la cabeza con algún objeto punzante.
- Eso no me interesa ahora- Dijo Caterina cortándome, después de ver su cuerpo.
Suspiré agotada y me acosté lentamente con el niño encima de mí. Voltee a ver el ahora cadáver a mi izquierda, había logrado perforar sus pulmones e hice un corte en uno de sus brazos que no recordaba pero logró que se desangrara con mayor rapidez.
Unos minutos pasaron cuando una de las chicas de la casa me ayudó a cambiarme con el desafío de un niño que no quería soltarse de mi, por ello un vestido flojo strapless gris me fue puesto. Me levante y no permití que pusiera zapatos en mí, Caterina me esperaba en la entrada, mientras la miraba pise la sangre de Aldo sin pestañear, ambos de mis pies estaban en su charco de sangre.
Ella levantó una ceja y después rió- Vamos límpiate y ponte algo.
- No.
Se acercó a mi demandando sumisión- Espero tengas las malditas bolas para saber lo que estás haciendo porque si esto Adrienna, es una maldita rabieta de una mujer suicida yo seré quien haga el primer disparo- tomo mis mejillas y pego su frente a la mía.
Él quiso violarte, ¿No es así?
- Tu... lo sabias- Le susurre con rencor, ella estaba enterada del comportamiento de Aldo hacia mí, el fuego de mi corazón se prendió llegando hasta mis ojos.
- Solo cámbiate- Dijo mientras me aventaba una bata al rostro.
Caterina se alejó sin decir nada más, fijé mi mirada en mi sobrino quien aún se mantenía tenso pero sin lágrimas y voltee a ver el cuerpo inmóvil de Fátima.
Mis pies y piernas fueron limpiadas de la sangre por la mujer de antes. Me levanté susurrándole tiernamente a mi sobrino y antes de salir de la habitación ya se encontraban una gran cantidad de mucamas esperando mis ordenes. Les dije que se apresurara a atender a la mujer que yacía.
Mi cuerpo tambaleaba y mi vista aun no estaba en su mejor capacidad tenia un niño en brazos a quien reconfortaba en cada paso que daba, deje que mis pies desnudos absorbieran la alfombra elegante de la mansión.
Llegue a la sala de estar todos sentados la mayoría con bebidas en la mano. Mi madre mantenía muy cerca a mi hermano mientras me miraba con cierto interés, sus ojos enfocados en el niño en mis brazos al igual que la mayoría.
Di dos palmadas en la espalda a mi sobrino obligándolo a voltearse. Giovanni era capaz de distinguir sombras tenía una baja visión por lo que siendo de noche y con tantas luces encendidas en la sala hicieron que sus ojos lloraran pero se mantuvo renuente de dejar de verlos.
Caterina que me seguía de cerca mantenía una de sus manos detrás de su cuerpo miró a toda la habitación antes de verme y hablo - Aldo ha muerto- sentí como el aire se escapó de toda la habitación y unos segundos después las armas apuntaban a las cabezas de la familia, la mía incluyéndome.
Levante mi mirada hacia la ahora viuda, Sofía con lágrimas saliendo de sus ojos, le temblaba la quijada y entre su mano una pequeña pistola de bolsillo me apuntaba a la cabeza. Encima de mí el arma de Caterina le apuntaba y a esta la tenía a la mira mi madre con una pistola automática. Boris tenía en la mira a mi madre apuntándole con una fina arma italiana llamada Beretta, los demás se encontraban a la penumbra de lo que pasaba. Giovanni grito cuando escucho que mi tía Sofía le quitaba el seguro a su arma, lo arrulle mientras lágrimas corrían por mis ojos, mis manos empezaron a temblar.
- Vi presento Giovanni Giordano Johnson, sarebbe morto oggi per mano di vostro marito.
Vi presento Giovanni Giordano Johnson, sarebbe morto oggi per mano di vostro marito____Este es Giovanni Giordano Johnson, hoy habría muerto a manos de su marido.
Espero les guste traté de escribir en mis muy pocos tiempos libres pero ACÁ ESTA.
Uno más muerto en la familia, que piensan queridos lectores?
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Mi Mafia
ActionAdrienna Giordano la nieta más querida del hombre que construyo un imperio, Pietro Giordano un hombre a temer con 74 años, viudo a corta edad. Constructor de uno de los imperios más grandes del último siglo con múltiples líneas de negocio que no hac...