Adrienna Giordano la nieta más querida del hombre que construyo un imperio, Pietro Giordano un hombre a temer con 74 años, viudo a corta edad. Constructor de uno de los imperios más grandes del último siglo con múltiples líneas de negocio que no hac...
Los tacones de mis botas resonaban en el edificio. Al parecer otra modelo iba a ser la cara de la nueva fragancia pero por motivos de horario tuvo que pagar una indemnización e irse aunque fue una ganancia para Enrico, y me tenía como plan de contingencia.
El equipo de Marketing y comunicación habían hecho un estupendo trabajo en venderme como parte de la marca. Las oficinas centrales aún eran un caos y pocas personas sabían de mi llegada por lo que me fui por el camino de siempre. Pase por el pasillo de posters donde hasta al final del pasillo había una máquina expendedora de café, me incline levemente y elegí una café negro.
Quite el gorro de cabeza y los lentes de contacto de mi cara al levantarme sentí miradas hacia mí, había pasado todo el camino cubierta. Ahora con el calor del café mi chaqueta también terminó recargada en mi brazo, voltee ofreciendo una sonrisa amigable a los presentes.
Continué mi camino hacia la sala de convenciones donde se encontraba la reunión que me interesaba. No toque al entrar después de todo las personas de adentro me esperaban, mis ojos recorrieron el salón la mesa redonda estaba semi llena y enfrente de ellos estaba una presentación.
De inmediato empecé a hablar francés, sonreí maravillosamente a todos, el jefe de producción se paró de inmediato de la silla y antes de terminar de presentarse ya lo tenía guiándome a su silla que se encontraba al centro de la mesa.
Tomo mi mano y agradeció mi llegada dejando un beso cordial en mis mejillas.
- Por favor continúen- Les dije a los pares de miradas que estaban impresos en mí, quienes de inmediato continuaron con la presentación, saque de mi bolso una pequeña libreta y un lapicero empecé a escribir puntos importantes.
Después de tres horas de exposición y mejoras pudimos salir, agradecí a todos y un guardia de seguridad me estaba esperando afuera. Por pedido de mi tío debía llevarlo conmigo, me entregó una nota después de dejarme pasar a su lado era su letra dándome especificaciones del guardaespaldas, básicamente su trayectoria y experiencia.
Me presente ante el ex-almirante filipino, era un hombre mayor según lo que había leído pero su cuerpo y rígida expresión mostraban lo contrario.
En cuanto nos encontrábamos cerca a salir se podía ver como habían separado a la prensa, una hermosa joven francesa me invitó a hablar con unos cuantos ya antes seleccionados. Sonreí a la cámara y respondí aquellas preguntas ya seleccionadas de las que ya me habían pedido prepararme antes.
Cuando una de los reporteros, a quienes no les habían dado lugar gritó a mi lado.
- Adrienna, ¿Volveremos a ver tus hermosos desnudos?
Sus dientes, el cabello, sus ojos y la vestimenta pase rápidamente mis ojos por todo el. Las cámaras nos estaban filmando y ese hombre me sonreía pensando haber tenido un movimiento inteligente.
- No lo creo Scott, tú nos has dejado sin material desde el 97- tome su hombro después de dar una sonrisa amigable y retirarme.
Mi puerta fue abierta por Mark mi guardaespaldas después de mi ingreso el me siguió, nos dirigimos a la suite que ambos íbamos a compartir él se quedaba en una recámara mientras yo me encontraba en la más cercana a la cocina.
Llamé a mi madre mientras iba de camino al hotel. Mis piernas dolían un poco por estar desde la madrugada con los tacones. Baje del auto bajó la compañía de mi guardaespaldas de igual manera estaban preparadas ciertas cámaras con reposteros en la entrada a las que sin dudar repartir mi tiempo después de ello me volví a glorificar con el Hotel.
Mis manos tocaron de inmediato el dorado en las columnas de camino al elevador. Mark ingresó después de mí colocándose justo al lado. Después de que las puertas se abrieran ingresó verificando que todo se encontraba en perfecto orden vio si había micrófonos o cámaras escondidas con un aparato que tenía guardado en su bolsillo.
Me confirmó mi ingreso y pude sentarme en la cama, sentí la suavidad de la sabana donde me acosté por un momento.
Mis ojos se sentían pesados, desmaquille mi rostro y lo limpie con toallas húmedas. En un bol de agua fría me sumergí por unos segundos, sumergí mi cara, después lavé mi rostro y cuello.
Empecé a trabajar con ciertos contactos en Francia pero solo unos cuantos respondieron mi llamada. Hablaban de las olas del cambio, de lo devastador que estaba siendo en las calles. Gente desaparecida de muchos grupos importantes e incluso las familias "libres" disminuyeron. Martilleaba mis dedos mientras escuchaba la información que se me otorgaba.
En el segundo día lo pasé en peinado, maquillaje y vestuario. Me transportaban a diferentes localidades que antes habían verificado para entrevistas o fotos. Me comuniqué con Enrico a las 11 de esa noche esperando información o instrucciones pero comentaba que nada había llegado.
Al tercer día aparecí en el noticiero local e hice algunas apariciones con YouTubers o influencers en sus cuentas, pero mi teléfono no había sonado más que por mi madre y Gustav.
Regresaba sin contratiempos en el quinto día la nueva fragancia había sido bien recibida por el público Europeo y me encontraba empacando mis cosas, al momento de abordar sentí un peculiar escalofrío en mi hombro derecho que me hizo voltear sin dudarlo. Solamente gente saludándome y unas cuantas cámaras en mi dirección se emocionaron de mi repentino giro.
- Mark, has tenido comunicación con mi familia- Voltee a verlo mientras una sonrisa seguía pegada en mi cámara.
El hombre me miró tan serio como siempre y respondió simplemente No.
Los dedos de mi mano apretaron con fuerza mi maleta y continué mi camino hasta el abordaje donde me despedí con un Cuídate hacia mi guardaespaldas, él asintió con la cabeza y por fin me dio una sonrisa final.
Subía los escalones aun martillando mis dedos en el barandal, me senté, abroche mi cinturón y mi cabeza seguía presintiendo algo extraño. Me pare de inmediato y me dirigí hacia el capitán de vuelo, este estaba verificando controles.
- ¿Es posible que cambiemos el destino del vuelo?
El capitán volteo a verme con la frente arrugada y suspiro, ha de estar pensando de una niña rica queriendo escaparse de sus padres e ir a hacer locuras.
- Necesito ir a Italia, para ser específicos a Milán- El asintió, prosiguió a pedir permiso a torre, después de unos segundos donde al parecer se estaban rehusando le dije mientras colocaba delicadamente mi mano en su hombro- dile que transportas a Adrienna Giordano Conti nieta de Pietro Giordano Cavani.
Después de mencionarlo me dio un pulgar arriba y me indico que me sentara y abroche mi cinturón. Aunque Sicilia era un gran lugar para transporte de materiales ilícitos, Milán era donde estaba la cuna del dinero, la extorsión y el patrocinio con dinero sucio. Ahí la mayoría invertía para limpiar su dinero por ello la hicieron crecer a gran escala.
Francisco debe de estar ahí.
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Hola a todos.
Espero disfruten mucho este capitulo se vienen cosas interresantes.
