Revenge [C.T.H]

tres

"Principios y modales"

☂︎︎

Calum: Eres linda, Conan :)

Me es imposible no sonreírle a la pantalla de mi celular después de haber leído su mensaje. No todos los días un chico lindo te dice que eres linda. 

Antes de que pueda contestarle, Jimothy regresa a la mesa con dos vasos de helado. Posiciona el de sabor vainilla frente a mí con una sonrisa y el se queda con uno de chocolate con pedazos de galleta encima. 

Sus ojos vuelven a clavarse en mí, deteniendo sus movimientos abruptamente. Sus cejas se alzan y termina de acomodarse en la silla de colores del local para poder hablar.

— Estás sonrojada.

— Claro que no. –parpadeo un par de veces–. Es sólo que hace calor. Mucho.

— No eres buena mintiendo.

Ambos sabemos que aquella conversación no nos llevará muy lejos, por lo que no mencionamos nada más al respecto. Es que tampoco puedo pelear con sus observaciones tan ciertas, no soy buena mintiendo. Tengo la costumbre de bostezar falsamente cuando suelto alguna mentir y aquel chico es demasiado observador. 

— ¿Te gusta alguien? –se mete una cucharada de helado a la boca y seguido se inclina sobre la mesa haciendo que yo retroceda–. Es divertido ver cómo te pones nerviosa.

— No me pongo nerviosa. –miento otra vez.

— Mentirosa. –canturrea mientras se recuesta de nuevo en el respaldo de la silla–. Te gusta ese chico... ¿cuál es su nombre? ¿Caleb? ¿Calvin? Carl... ¡Calum!

— ¿Es broma? –abro los ojos de par en par–. A penas lo conozco.

— Bueno, te parece atractivo en todos los sentidos. Sé que piensas de esa manera.

Luce tan intelectual y sabiondo de esa forma, con la espalda apoyada en el respaldo de la silla mientras su tobillo descansa en su rodilla. Siempre se muestra seguro de lo que dice, siempre tiene la razón. Nunca titubea. Sólo le faltan gafas para parecer todo un dotado.

— Jimothy... –reprendo.

— Estoy de seguro de que muchas chicas se mueren por él. Debe de tener una mala reputación.

Arrugo el entrecejo por sus palabras. Quiero hacer preguntas pero mi cerebro no es capaz de formularlas. No comprendo porqué ha dicho lo que dijo, y sobre todo tiene que existir un motivo hacia su comentario.

Mis ojos se encuentran centrados en mi amigo pero mi cabeza no se encuentra con el, sino que vaga por otros rumbos mientras me percato que el chico no para de mover sus labios. Le gusta, le fascina hablar.

No llevamos ni siquiera una semana completa en la Universidad pero no hay lugar a duda de que ese tal Calum es uno de los chicos más atractivos en la escuela. Tiene una belleza que no había visto antes en algún otro lugar o persona. Piel morena, considerablemente alto, cejas pobladas, ojos pequeños, labios grandes y una nariz que le luce espectacular. Como Jim dice, debe de tener al menos a un grupo de chicas muriéndose por él. 

Es en ese preciso instante en donde me pregunto, ¿ve algo en mí?

— Y hablando del rey de Roma...

— ¿Calum? –alarmada susurro entre dientes.

— No, tonta, tu hermano. –suelta una carcajada.