cinco

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"¿Nickelback y John Mayer?"

☂︎︎

Comienzo a temer por mi vida y a pensar en las maneras de escabullirse de un secuestrador que he visto anteriormente en internet. Pienso que tal vez exagero, pero no puedo descartar mis ideas.

No sé si tengo tiempo de darme la vuelta y salir huyendo, correr como loca y gritar por ayuda. Entonces miro al castaño y me tranquilizo un poco, sólo le sonrío aunque mi interior está en pánico.

"Por Dios, relájate."

Abre la puerta del asiento del copiloto para mí y me brinda una sonrisa deslumbrante, es como si el sol se reflejara en ellos.

Agradezco con una sonrisa antes de meterme a su auto y observar cómo él rodea el vehículo para subirse también.

Mi celular está desbloqueado entre mis manos. Debato entre si mandarle mi ubicación a Jimothy sólo por si a caso, pero la voz de Calum me arrastra fuera de mis pensamientos y no lo hago.

— Cinturón. –me recuerda–. La seguridad es primero, Conan.

Torpemente sigo sus órdenes. Por el rabillo del ojo noto que sonríe mientras enciende el motor.

El chico sonríe tanto que me pregunto si sus mejillas no se entumecen de tanto hacerlo. Tengo que admitir que se ve lindo cuando sus labios se curvean hacia arriba.

Reconozco algunos locales de la zona hasta que llego a la conclusión de que hemos salido del área. Calum sigue conduciendo en silencio, se muestra neutro y totalmente concentrado en el camino.

El aroma del auto es fresco. Cereza. Agradezco que no es demasiado fuerte como para provocarme dolor de cabeza como el auto de mamá. Cuando hace demasiado calor, éste aroma se vuelve demasiado.

Además de tener un olor agradable, el exterior tanto como el interior son limpios. Asientos de cuero, aire acondicionado, ni un poco de polvo y todo ordenado. Las ventanas y espejos están relucientes. Puedo deducir que ama y cuida su auto.

— Si no escuchas a All Time Low y Bring Me The Horizon, ¿qué música escuchas? –rompe el hielo.

Estando en un semáforo en rojo, él desbloquea su celular y enciende el bluetooth. Puedo ver que navega en su cuenta de Spotify y busca opciones de música.

Hay un tatuaje en su mano, tres letras que no sé que pueden significar. Hay anillos decorando sus dedos además de venas resaltando en su mano.

— No escucho algo en especial.

— ¡Oh, vamos! –me mira–. Tiene que haber algo que te guste. Dime algún artista, podemos ponerlo.

— Déjame pensar. –me mantengo callada por unos segundos y después lo miro aunque él no me mira a mí–. ¿John Mayer?

— Mhmm... –niega dudosamente–. Tengo algo mejor,
sé que va a gustarte.

Quiero pensar en si hay algo mejor que el mismísimo John Mayer, pero él no tarda en hacer que una música ruidosa flote en el interior del auto. Rock. No es mi estilo, pero la canción no es desagradable del todo.

— ¿Quién es? –pregunto con curiosidad. Siento que lo he escuchado antes.

— Nickelback. –agita su cabeza al ritmo de la música, luciendo orgulloso.

— ¿No es esa banda que todo el mundo odia?

— Lo es, tristemente lo es. –baja un poco el volumen–. Sus letras son demasiado realistas y creo que esa es la razón por la que reciben tanto odio. La gente odia la realidad.

Revenge  [C.T.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora