catorce

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"Carne es carne"

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— Oye Conan, ¿los perros sueñan?

Miro a Jim con incredulidad, él no me mira a mí, su mirada está fija en el fondo de su botella con agua. Parece asombrado por lo que hay ahí, pero sólo es un líquido cualquiera.

No respondo, sólo espero impacientemente a que Sam aparezca en el estacionamiento. Mi amigo se percata de que estoy ignorándolo, por lo que se cruza de brazos y se queja con una pizca de gracia.

— Me gusta cuando me ignoras, amor. –habla.

— ¡Oh, por Dios! –lo empujo lejos de mí, haciéndolo reír a carcajadas–. Sabes que odio que me hables así, ahora no es necesario.

— ¿Cuándo vamos a terminar nuestra relación y por qué?

Se sienta en el capó de su auto de un sólo brinco. Yo imito sus acciones, quejándome instantáneamente por el calor que traspasa mis pantalones. El auto ha estado expuesto al sol por más de cinco horas y mi trasero lo sabe.

— ¿Quién va a terminar a quién? –añade–. Termíname tú a mí, no quiero que tu hermano me odie. Dile que me fuiste infiel con un parisino que andaba por la ciudad. Yo me haré el indignado por un par de semanas, luego podemos decir que en realidad funcionamos mejor como amigos, ¿sí?

Río.

Jim se está tomando muy en serio nuestra relación falsa. Un par de días atrás me había tomado fotos desprevenida, colocando una de ellas como fondo de bloqueo, había configurado nuestros apodos y no dejaba de publicar estados conmigo, poniendo corazones y caritas enamoradas.

Tengo que admitir que es divertido. La desventaja es Sam, quien está demasiado interesado en la relación. Mete demasiado su nariz a comparación de unos meses atrás cuando no mostraba nada de interés en Jimothy.

Todo mi sistema digestivo da un vuelco cuando lo veo caminar en el estacionamiento. Todo se proyecta en cámara lenta y no puedo evitar sonreír para mis adentros, sintiendo cómo mis mejillas toman un color carmesí.

Sus amigos caminan junto a él, todos son demasiado altos y atractivos, pero el castaño se lleva el premio mayor. Se mira muy bien en aquellos pantalones azules, contrastan con su suéter azul. A diferencia de otras veces, su vestimenta le hace parece más suave y menos "rudo", aunque, siendo honesta, él no tiene nada de rudo.

Los cuatro ríen a carcajadas aunque Calum intenta mantener su compostura.

Sus ojos encuentran los míos. Inmediatamente alza sus cejas en forma de saludo y continúa caminando derecho hasta su auto. Él y los otros chicos se quedan ahí charlando, mientras uno de ellos le da golpes al aire y los demás ríen.

— ¿Nos vamos?

Desvío la mirada cuando mis oídos captan la voz de Sam. Es extraño que se ha pasado toda la semana hablándome en la escuela cuando anteriormente me había pedido que yo no le hablara a él.

Se aferra a la correa de su mochila y espera por mi respuesta mientras Neth, su mejor amigo, se para a su lado y frunce el ceño por los rayos del sol. Ambos son amigos desde preescolar, por lo que tiene años alimentándose con las estupideces del otro.

Le doy una mirada a Jim para asegurarme de que me ayudará con mi mentira otra vez. El chico asiente con temor y regresa la mirada a su botella de agua.

— Saldré con Jimothy.

— ¿Qué van a hacer?

— Mi mamá quiere conocerla. –interviene el chico de ojos claros–. Tal vez sean sólo un par de horas.

Revenge  [C.T.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora