Revenge [C.T.H]

treinta y dos

"Tratando de ser lo que nunca fui"

☂︎︎

CALUM  THOMAS  HOOD

La observo caminar hasta mí con un vaso de agua, el cual me extiende con una media sonrisa que se nota es forzada. Sostengo el vaso pero no me lo tomo.

Ella se sienta sobre su pierna derecha a mi lado en el sofá. Apoya su cabeza en la palma de su mano y me mira como si fuera una criatura interesante. Yo me mantengo en silencio, esperando que ella diga algo.

Esta mañana me desperté con resaca por el día anterior. No me molesté en ir a clases y, a pesar de que mi celular explota de mensajes y llamadas, no lo cojo.

— ¿Tienes hambre? –me pregunta de forma suave.

Violet siempre ha sido atenta conmigo aún cuando no lo merezco. Tiene un corazón hermoso y es amable con todos, es casi perfecta. Es como una roca en la que puedes apoyarte de la forma más incondicional posible. Sigue ahí sin importar mi carácter de mierda.

No sólo le mentí a Conan, también le mentí a Violet.

— No. –niego.

— No has comido nada, ¿verdad? –pasa su mano por mi cabello–. Haré algo para ti. ¿Qué tal los pancakes que tanto te gustan?

— Dije que no.

Sé que no debería actuar así con ella porque no tiene la culpa de lo que está pasando, al contrario, igual le debo una disculpa. Vaya que sí soy una mierda de persona y no puedo evitar sentirme sucio.

— Eso es un "sí" para mí. –se pone de pie–. Después de comer, te cortaré el cabello. Luego te darás una ducha y podrás descansar todo lo que quieras.

— ¿Qué haces aquí?

Alzo la mirada para verla. Ella me mira detrás de la barra de mi cocina, y suelta una sonrisa melancólica. Antes de regresar a mi lado, saca todo lo que ocupa para hacer sus famosos pancakes, los mismos que solía hacer todas las mañanas cuando despertábamos juntos.

También le rompí el corazón a ella y sigue aquí.

— ¿En serio lo preguntas? –arquea una de sus cejas–. Calum, yo te amo. En todos los sentidos. No estoy aquí para que regresemos, estoy aquí porque tus otros amigos no se han molestado en venir. Es todo.

Y tiene la razón. Mis otros amigos no se han molestado en venir. No es que quiera sus visitas, pero qué más da.

— Hay algo que no te he dicho.

— Hazlo. –me incita.

Paso mis manos por mi rostro, dándome cuenta de que tengo que rasurarme. Le resto importancia a eso.

— Nunca cumplí tus expectativas. La imagen que pintaste de mí... luce mejor en tu mente.

— ¿A qué te refieres? –frunce el ceño.

Recuerdo el tacto de Conan y mi piel se vuelve de gallina, me provoca escalofríos. Siento que lo necesito por al menos un par de segundos. Recuerdo su mirada sobre la mía y la forma en que su silencio me decía todo.