Capitulo 24

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Estar con aquel hombre era la primera aventura que corría en su vida. James la hacía sentir femenina y deseable y sabía cosas de su propio cuerpo que la tomaban a ella completamente por sorpresa.

Su deseo de ser libre se había evaporado y estaba completamente concentrada en su relación. Cada noche, James se presentaba en su habitación y cada noche, aunque _________ se había hecho el firme propósito de que hablarían, acababan haciendo el amor de manera salvaje.

Su relación era básica y primitiva, pero también sensible y tierna y era obvio que James la deseaba, lo que la hacía sentir muy bien. _________ se decía que sólo era una cuestión de tiempo, que la cercanía que tenían en la cama se expandiría a otros aspectos de sus vidas. Seguro que viajarían juntos tarde o temprano, por ejemplo.

James no le había dicho en ningún momento que la quisiera, pero era evidente que sentía afecto por ella y, sobre todo, deseo. Amaba su cuerpo y no paraba de decirle que era perfecta.

Perfecta.
_________ paladeó aquella palabra y sonrió satisfecha. Por primera vez en su vida, se sentía segura de su cuerpo.
Desde que habían llegado a la isla, James la había buscado todas las noches. Desde que la había depositado en aquella cama por primera vez, no había sentido necesidad de verse con otra mujer.

_________ estaba empezando a pensar que se había equivocado, que James no se parecía en absoluto a su padre. Era cierto que era duro y fuerte, pero también era sensible y atendía sus necesidades y, tras cada noche de pasión, estaban más cerca el uno del otro.

_________ se levantó, se dio una ducha y se vistió. Pasaba los días en la playa, recuperando el sueño que no tenía por las noches y sumergiéndose en su afición secreta, el dibujo. Ya no tenía que esconderse porque no la vigilaba, como hacía su padre.

Normalmente, tomaba el sol, se bañaba y soñaba con la noche que tenía ante sí, pero, aquel día, poco después de colocar su toalla sobre la arena, se dio cuenta de que estaba intranquila.
Echaba de menos a James.
Al ver que apenas era mediodía, se dijo que quedaban muchas horas para que fuera a su habitación y se preguntó qué pasaría si fuera a buscarlo ella.

Sintiéndose increíblemente temeraria, recogió sus cosas y volvió a la villa en dirección al ala de la casa que James utilizaba como oficina. Para su sorpresa, allí había un montón de actividad.

Había cuatro chicas en una oficina muy amplia. Todas trabajaban sin parar y, tras ellas, en un despacho completamente acristalado desde el que se veía el mar, estaba James, apoyado en el borde de la mesa, hablando por teléfono.

_________ se quedó mirándolo un rato y, como si sintiera que estaba siendo observado, James levantó la cabeza y la vio.

—Luego te llamo —se despidió de su interlocutor—. ¿Ocurre algo?

_________ se dijo que era normal que pensara que podía suceder algo, ya que jamás se veían durante el día, algo que ella quería cambiar y conducir su relación a un nivel diferente.

—No, no ocurre nada —contestó—. Quería verte, hablar contigo.

—¿Hablar? —se extrañó James yendo hacia ella—. ¿De qué?

_________ entrelazó los dedos de las manos y se preguntó cómo podía hacer para revivir la intimidad que habían compartido horas antes. Se moría porque James le dijera algo agradable y afectuoso que le demostrara que la estimaba.

—¿Te importaría que cerrara la puerta? —le preguntó consciente de que las chicas estarían escuchando la conversación.

—Estoy trabajando, _________ —contestó James.

__________ se dijo que no debía desinflarse por aquella contestación pues era cierto que lo había pillado en mitad de una conversación de negocios y que no le había anunciado que iba a ir a verlo, así que su reacción era normal.

—Necesito hablar contigo. En privado —insistió

Sin noche de bodas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora