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Brienne vió como lo arrastraban dentro del castillo. Totalmente abatida, sintiendo la impotencia de no poder hacer nada para salvarlo, y con la esperanza de que su hermana se apiadase de él, y corriese la misma suerte que habría corrido ella de estar en su lugar.

Cuando lo perdió de vista, y con lágrimas deslizándose por su rostro, reinició el camino hacia la salida del castillo. Necesitaba encontrar un lugar seguro para esconderse. Y Sansa, con todo lo que había pasado, se había olvidado de Sansa, tenía que encontrar la manera de asegurarse que ella estaba a salvo, pero sin poder entrar en la Fortaleza Roja, era una misión que se tornaba prácticamente imposible.

Comenzó a vagar por las calles de Desembarco, por aquellos lugares por los que los soldados no aparecerían, pues estaban todos concentrados en el castillo para evitar un posible ataque de los enemigos. Por más que intentaba encontrar una solución a todo aquello, era incapaz de pensar con claridad. Aún tenía en su mente la imagen del Lannister ofreciéndose a la reina para salvarla la vida, y aún la dolía verlo derribado, en el suelo, sangrando. Desde entonces las lágrimas no habían parado de brotar, y no sabía si esa noche lo conseguiría.

Tras largo rato deambulando por las calles, como por arte de magia, escuchó una voz muy familiar dentro de una taberna. Sabía de quién se trataba, pero ¿que hacía aquí a altas horas de la noche? pensaba ella. Aunque dada su actual situación, cualquier ayuda que pudiese recibir, sería bienvenida.

Se aproximó al lugar de dónde aquella voz procedía, y efectivamente, allí estaba Lord Tyrion, con una copa de vino en una mano y pan en la otra. Justo enfrente de él se encontraba Varys, escuchando atentamente lo que el enano tenía que decirle.

Brienne se aproximó lentamente, al fin y al cabo, sabía que Tyrion no la traicionaría en algo que implicase a su hermano, y aunque así fuese, ellos estaban con la madre de dragones, por lo que no tendrían motivo alguno para hacerlo.

- Lord Tyrion -. Se agachó ella a modo de reverencia - Lord Varys.

- Lady Brienne -. dijo Tyrion, con una gran sonrisa en la cara - En ningún momento habría esperado veros en un lugar como éste - Lord Tyrion parecía extrañado.

- Sinceramente, yo tampoco habría pensado nunca en acabar en un lugar como éste -. Brienne no paraba de pensar en si Jaime y Sansa estarían bien.

- ¿Y cuál es el motivo de tan inesperado encuentro? -. La curiosidad de Tyrion se hacía presente en aquel momento, mientras Varys permanecía atento a aquella conversación.

- Honestamente Lord Tyrion, no esperaba encontrarme con una cara conocida -. Respondía ella - Pero me gustaría pediros ayuda.

Lord Tyrion la miraba extrañado, nunca había escuchado a Brienne pedir ayuda a nadie, lo que indicaba que se enfrentaba a un gran problema, y empezó a sentir que su hermano estaba implicado, haciendo que su rostro se endureciese.

- Dígame Lady Brienne, en que puedo servirla -. Afirmó el enano, intrigado.

Lady Brienne les contó a ambos todo lo ocurrido ese mismo día. Dejó presente su preocupación tanto por Jaime como por Sansa, aunque los allí presentes se fijaron en que su voz se notaba más apagada cada vez que mencionaba al Matarreyes.

- Si me lo permiten -. Interrumpía Varys, tras escuchar atentamente lo que allí había pasado. - Creo que puedo serviros de ayuda.

Brienne asintió levemente, pues cualquier ayuda sería bienvenida. No se encontraba en posición de exigir nada de nadie.

- Creo que conozco el lugar indicado en el que podéis pasar la noche, y dónde ningún soldado os buscará - La seguridad de Varys hacía que ella empezase a confiar en sus palabras. - En cuanto a Lady Sansa, aún tengo a algún pajarillo que me es fiel, haré que me informe de lo que está pasando en palacio, así sabremos si Sansa y Jaime se encuentran a salvo.

Brienne dudó por un momento, pues los rumores decían que los pajarillos de Lord Varys ahora estaban a disposición de Qyburn, la mano de la reina, por lo que si no era cierto lo que ella decía, su vida estaba sentenciada. Pero no había otra opción, nada más podía hacer si no aceptaba su ayuda, por lo tanto accedió.

- Buena decisión, mi Lady -. Agregó Varys - Lord Tyrion os acompañará a vuestra habitación, mientras yo intento conseguir la información que necesita -. Y se despidió de ambos, saliendo de aquella taberna apresuradamente.

- He de reconocer que me alegro que por fin Jaime haya encontrado a alguien que verdaderamente se preocupe por él -. Aquello pilló por sorpresa a Brienne. No sabía que el enano estaba al tanto de lo que pasaba entre ellos dos.

- Jaime es un buen hombre, me ha salvado la vida varias veces, por lo que no merece otra cosa -. Afirmaba ella, intentando que no se notase que se había sonrojado.

- Y no solamente el ser un buen hombre hace que haya dado tanto por vos -. Tyrion quería saber lo que ella sentía por su hermano.

- ¿A qué se refiere? -. Brienne quería desviar la conversación, pero sabía que el enano no iba a ceder.

- Ambos sabemos que Jaime siente algo más que mera amistad por vos, es obvio, pero ahora mi duda es, ¿Sentís vos lo mismo por él? -. Tyrion la miraba fijamente, analizando cada expresión de su rostro.

La afirmación de que Jaime sentía algo más por ella hizo que su estómago vibrase, su expresión se relajó, y una sonrisa se implantó en su rostro. No sabía que responder, nunca había tenido una conversación así con nadie. Pero Lord Tyrion no lo necesitaba.

- Gracias por confirmarme que efectivamente los sentimientos de ambos son los mismo. Vuestra sonrisa al hablar de él os delata Lady Brienne -. Sonrió Tyrion - No me gustaría que nadie volviese a manejar a mi hermano a su antojo.

- Y... ¿Cuál es ese sitio en el que voy a dormir ésta noche? -. Preguntó ella, aprovechando la ocasión para desviar la conversación.

- Está bien -. Tyrion comenzó a andar, saliendo de la taberna - Sígueme, enseguida lo sabrás.

Just Fire [Fanfic Jaime y Brienne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora