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Tras llegar de nuevo a sus aposentos, se deshizo de su ropa y volvió a meterse en la cama. Esta vez no se había molestado en volver a avivar el fuego, pues la furia que sentía en su interior hacía que se olvidase de las bajas temperaturas que reinaban en el Norte.

Varias veces llamaron a su puerta, tanto doncellas llevándole comida, como Tyrion, que se había enterado de lo que pasó en el patio.

- Vamos, déjame pasar -. Había insistido varias veces, pero la respuesta siempre había sido la misma.

- Vete de aquí, no quiero hablar con nadie, y tu estás incluido en ese nadie -.

Tyrion decidió dar tiempo a su hermano, un tiempo que no sobraba, pues los caminantes ya habían sido vistos no muy lejos de allí. Se dirigió hacia el salón principal en busca de un poco de vino, pues era la mejor forma de aplacar los nervios. 

Allí, sentado, se encontró con Podrick, quién parecía mucho más seguro de si mismo de lo que recordaba. "Parece que hice bien enviándole con ella" pensó, sentándose justo a su lado.

- My Lord -. Saludó, haciendo una ligera reverencia con la cabeza.

- Te veo bien Podrick -. Ser sirvió un vaso de vino, y rellenó la copa del escudero - ¿La vida te ha tratado bien?

- Si, my lord, dadas las circunstancias, no puedo quejarme -.

La conversación fluía con facilidad entre ambos, mostrando el respeto que se tenían el uno por el otro, después de todo, se habían cogido más aprecio del que cabría esperar. La charla tomaba caminos distintos, hablaron de la inminente guerra, de que harían cuando finalizase, del vino que beberían para celebrarlo, de las mujeres que les esperarían, a quienes recibirían victoriosos.

- Y vuestro hermano, ¿podrá acompañarnos en la lucha, my Lord? -. Había preguntado inocentemente, pues como era de esperar no sabía nada de lo ocurrido.

Tyrion resopló y decidió ponerle al día de la situación, pues realmente confiaba en él. Podrick escuchaba atentamente, asintiendo con la cabeza para hacer ver que estaba concentrado en lo que el enano le estaba diciendo.

Tras escuchar la historia al completo, quedó pensativo durante un instante, barajando las opciones, cuando al fin se decidió a hablar.

- ¿Vos queréis que vuestro hermano sea partícipe de la lucha? -. Preguntó, aún pensativo.

- No se trata de lo que yo quiera, chico, si no de lo que mi hermano va a hacer. No se quedará sentado mientras los demás están muriendo por él, le conozco muy bien, y se que no lo hará. Saldrá ahí fuera y arriesgará su vida, con ayuda o sin ella, y créeme, tras todo lo que ha pasado, toda ayuda que pueda recibir puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

- Creo que puedo tener la solución -. El escudero mostró una enorme sonrisa, pues el rostro del Lannister había mostrado un ligero atisbo de esperanza.

Podrick le contó el modo de ayudar, y mientras Tyrion asentía, dando su aprobación, el escudero se levantó y abandonó la estancia, dejando al Lannister con su copa de vino absorto en sus pensamientos.

Apenas habían pasado unos minutos cuando alguien ocupó el lugar en el que anteriormente estaba Podrick. Su cabello rubio parecía haberse aclarado con la nieve, sus ojos violetas parecían fundirse con el rojo del fuego, le miraron intensamente, como queriendo leer sus pensamientos.

- ¿Como se encuentra vuestro hermano? -. Daenerys hablaba en un tono frío, distante, lo que hizo que Tyrion se pusiese alerta, pues imaginaba el camino que tomaría aquella conversación.

- Mejorando a cada rato que pasa, alteza -. Intentó fingir una sonrisa, la cual no le salió demasiado bien, pero fue suficiente para que ella no lo percibiese.

Just Fire [Fanfic Jaime y Brienne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora