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Después de aquel incómodo reencuentro había pasado una semana, Aleks siguió con su vida como si nada hubiese pasado, aunque en el fondo sabía que no era así, pero las cosas para Vahi empezaron a cambiar y eso le aterraba, volvió a sentir ese vacío que había desaparecido en estos dos largos años, nunca pensó que lo volvería a ver y mucho menos dirigirle la palabra.

Ella había sepultado aquellos sentimientos hacia él, le había costado tanto poder avanzar con su vida y cuando lo vio sintió cómo una pequeña corriente eléctrica se deslizaba por su cuerpo, porque a pesar de todo era él, el chico que le rompió el corazón hace unos años atrás, aquel que le prometió amor en vano, aquel con el que no se había podido disculpar, aquel con el que proyectaba una vida. Sin embargo la vida nunca es como uno quiere y Vahi tuvo que aceptar la realidad por muy dura que fuese, se preguntaba que había sido de él durante éste tiempo.

<< ¿Tendrá novia? ¿Habrá pasado página? ¿Estará bien?>>  Eran las preguntas que dieron vuelta por su cabeza durante esos días.

Cuando rompieron, Vahi estuvo en terapia por unos meses, se sintió fatal, intentó comunicarse con él en varias ocasiones, pero fue en vano, él había cambiado el número de su móvil. Con el pasar del tiempo, retomó su vida, conoció a muchas personas en la universidad, en especial a un chico llamado Izan con el que comenzó a salir, salió con él durante meses hasta que se hicieron novios, él la ayudó a retomar su vida, la hizo sentir viva después de mucho tiempo, la apoyó en cada decisión, porque a parte de ser su novio, se transformó en un gran amigo. Él se enamoró de ella desde el momento en que la vio por los pasillos de la universidad, ella le quería muchísimo, pero no estaba enamorada y quería estarlo, quería corresponderle, él había sido luz en medio de su oscuridad.

Los días se habían hecho interminables desde aquella noche, Vahi estaba terminando algunos trabajos de sus asignaturas, porque luego quedaría con su mejor amiga en una cafetería que les gustaba mucho, quería conversar lo sucedido de la otra noche. Estaba agotada mentalmente y no podía concentrarse debido a la música que había puesto su vecino, quizás no le hubiera molestado si la hubiese colocado a un volumen prudente, pero sus vecinos eran muy bulliciosos y siempre tenían problemas por lo mismo, tampoco se podía mudar de su vecindario, ya que su trabajo no le daba mucho y vivía en casa de su tía, su madre había fallecido en el parto y de su padre nunca supo nada, su tía se hizo cargo de ella durante sus veintiún años, la quería como si fuese su madre.

Mientras terminaba el último trabajo que le quedaba, decidió tomar un descanso, sacó su móvil y comenzó a revisar sus redes sociales. De repente algo llamó su atención, le había aparecido como sugerencia un perfil en específico, era el perfil de Aleks, quedó un poco sorprendida, ya que él siempre decía que odiaba esas cosas. La curiosidad le ganó y entró en su perfil de instagram, fue viendo sus fotografías, la mayoría eran de los paisajes que solía tomar con su cámara profesional y una fotografía en particular llamó aún más su atención, salía con una chica pelirroja, se preguntó si sería su novia, así que decidió abandonar el perfil, pero antes de hacerlo miró una última vez y cuando iba a salir le dio "me gusta" por accidente a la fotografía, lo que en una rreacciónde pánico hizo que su celular cayera rápidamente al suelo, quería que la tierra se la tragara o tomar un avión directo a Tomboctú, no quería parecer una maldita psicópata.

<< ¿Qué pensaría él si veía aquella notificación?>> Se preguntó, así que lo bloqueó.


Habían pasado las horas, Vahi iba caminando hacia la cafetería en la que había quedado con su mejor amiga "La ligona", como solía decirle ella. Ellas eran súper distintas, por un lado Vahi era tranquila, en cambio a Muna le gustaba vivir la vida loca, pero eran muy buenas amigas, se ayudaban, se aconsejaban y nunca se dejaban de lado, para Vahi, Muna era la hermana que nunca tuvo, le quería tanto y si tuviera que pasar toda la vida con una sola persona, la escogería a ella sin pensarlo dos veces.

Andronico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora