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Los días que faltaban para aquel baile pasaron en un abrir y cerrar de ojos,  el gimnasio del instituto estaba decorado elegantemente, tenía cintas de encaje, del techo colgaba un enorme candelabro dorado, era un baile un poco sofisticado, formal, así lo habían decidido los del comité de estudiantes.

Vahi con su mejor amiga compraron los vestidos, eran sencillos pero con un toque de glamour, el de Vahi era un vestido negro de tirantes, forrado con encaje, tenía una cinta negra alrededor de su cintura, pero no tenía un moño por detrás, en cambio el de su mejor amiga era un vestido rojo con corte de sirena y escote de corazón, Muna había quedado en ir a casa de Vahi junto con una maquilladora.

La tarde había llegado y con ella llegó Muna con aquella maquilladora a casa de Vahi, ésta les abrió la puerta de su casa y subieron hasta su habitación, cuando entraron la maquilladora se encargó primero de Muna, Vahi miraba atentamente el trabajo de aquella mujer que, incluso las ayudó a como arreglar sus cabellos, estaba dejando a Muna más guapa de lo que era, le había rizado el cabello y lo tomo por el costado haciéndole una trenza lateral. Al terminar con ella, era turno de la castaña, comenzó por su cabello, se lo dejó extremadamente lacio, no había ningún rastro de los rizos de Vahi, le tomó el cabello desde la parte de la mollera y le hizo dos finas trenzas, luego continuó con el maquillaje y al finalizar, Vahi no podía creer que ella podía lucir tan atractiva.

Continuaron arreglándose, ahora era turno de colocarse aquellos vestidos que tanto les había costado elegir y finalizaron con el accesorio principal, el antifaz, cuando se miraron en el espejo no pudieron evitar tomar un par de fotografías desde sus móviles. Vahi había recibido un mensaje de Egan indicándole que estaba a unas cuantas cuadras de su vecindario, así que las tres bajaron y un vez en la primera planta se despidieron de la maquilladora.

Esperaron en la sala de estar, Muna le había dicho que se iría con ella hasta el instituto, porque había quedado en juntarse con su pareja en la entrada y ésta sólo asintió. Vahi se preguntaba si Aleks asistiría está noche al baile, quería verlo, quería ver como se vería de esmoquin, pero sus pensamientos se esfumaron cuando sintió que alguien tocaba la puerta de su casa, así que fue hasta allí para abrir.

—Luces increíblemente hermosa Vahi —dijo Egan apenas la vio seguido de un beso en la mejilla.

—Gracias —musitó sonrojada —, tú también luces increíble, pareces de esos modelos de revistas.

Egan le sonrió galanamente y le ofreció su mano para caminar hasta su auto, Muna venía detrás de ellos concentrada en su móvil, así que era como si estuviesen solos. Al llegar hasta el auto, Egan le abrió caballerosamente la puerta de copiloto a Vahi y ésta se subió, una vez todos dentro del auto, el moreno encendió el motor y condujo hasta el instituto.

Cuando llegaron, Egan aparcó en los estacionamientos del instituto y luego se bajaron los tres del auto, Muna se despidió de Vahi para ir a encontrarse con su pareja, la castaña iba a caminar hasta la puerta principal cuando de pronto Egan le ofreció su mano y ésta sin pensarlo dos veces le aceptó. Entraron tomados de la mano y todos los observaban, no sabían quien era la chica que lo acompañaba, ya que Vahi tenía puesto su antifaz.

El baile iba más que bien, los estudiantes bailaban en parejas, el chico que estaba a cargo de la música, colocó una canción romántica y las personas comenzaron a bailar un poco más apegadas. Vahi disfrutaba bailar con el moreno que le atraía, pero de repente algo capturo su atención, vio entrar a un chico enmascarado acompañado de una mujer muy atractiva y sensual, quiso saber de quién se trataba, por un momento pensó que podría ser Aleks, pero se había hecho una idea de que el no aparecería.

Las horas habían pasado y Vahi se encontraba con Egan en la biblioteca besándose, se besaban apasionadamente y Egan quería más de ella, quería dar el segundo paso, quería follar con ella, no quería hacer el amor, pues realmente le parecía atractiva Vahi, pero no para alguna relación, en cambio ella se entregó por completo a él, para ella no sólo sería sexo lo que estaban a punto de hacer. La ropa cayó al suelo en un par de segundos, Egan la tenía apoyada contra un estante, le quitó el sujetador y con ninguna pizca de delicadeza tomo entre sus grandes manos uno de sus senos, Vahi se estremeció ante su tacto, luego le quitó las bragas y él se quitó su ropa interior para coger un condón y colocarlo en su miembro, Vahi lo observó y comprobó que las palabras de Aleks eran ciertas, pero no dijo nada. Egan la tomó entre sus brazos y le introdujo su polla hasta el final, comenzó embestirla rápidamente, no era delicado con ella, sólo se preocupaba de su satisfacción, no le importó si ella disfrutaba de aquel momento.

Cuando llegó al clímax la bajó fríamente y se vistió apurado para luego marcharse de aquel lugar, Vahi quedó sin palabras, no podía creer que la había dejado sola después de  aquel momento tan íntimo que compartieron y no pudo evitar derramar un par de lágrimas, se sentía patética, sintió como Egan la había utilizado, no quiso seguir allí parada y desnuda, secó su lágrimas y se vistió con rapidez para retirarse de aquel sitio.

Al salir de ahí, iba con el cabello alborotado, el maquillaje corrido y sus ojos rojos por haber llorado, caminaba por los pasillos desanimada, pero de repente vio algo que jamás deseo ver, Egan estaba en las escaleras con otra chica, la estaba besando como la besó a ella hace tan sólo unos minutos, enfurecida, iba a ir directamente a golpear aquella chica y a él, pero unos brazos fuertes la cogieron por sorpresa y la jalaron hasta la sala de música.

—¡SUÉLTAME! —gritó molesta y un poco desesperada mientras trataba de liberarse de aquel chico.

—No te pongas así —dijo con la voz ronca.

—¿Quién carajo eres?

—Pensé que me reconocerías —la miró como él solo sabía hacerlo.

Vahi reconoció aquella máscara y recordó al chico que vio entrar al gimnasio, pero su mirada viajo hasta aquellos ojos oscuros como el carbón, oscuros como la noche, era él, era Aleks.

—Quítate la máscara —le ordenó.

—Tus deseos son órdenes, encanto.

Se quitó la máscara y ella lo vio, lo miró descaradamente de arriba abajo, Aleks lucía bastante atractivo, no llevaba esmoquin, pero tenía puesto un pantalón de vestir un poco ajustado y una camisa negra con los primeros tres botones desabrochados.

—Pensé que no vendrías, te busqué con la mirada por todo el gimnasio.

—¿Podrías decirme que fue lo de hace unos minutos en el pasillo?

—Tenías razón, Egan es un imbécil —dijo molesta.

—¿Te hizo algo? —preguntó preocupado.

—Puedes creer que me invitó al baile y ahora lo veo con esa estúpida, la quiero matar —bufó.

—Cálmate, ella no tiene la culpa, él fue quien la besó aún sabiendo que te invitó, él es el estúpido.

—Supongo que aquí la única estúpida soy yo —miró apenada hacia el suelo.

—Hey, no digas eso —se acercó a ella —, no lo eres… Sabes, si yo hubiese sido él jamás te hubiera dejado sola —susurró con su atractiva voz ronca y  posó su mano en la mejilla de ella para luego acariciarle con el pulgar.

—¿Por qué eres tan lindo conmigo? —lo miró.

Aleks pensaba si ahora sería el momento correcto para confesarle su amor, pero de repente la puerta se abrió mostrando a su mejor amigo bastante agitado.

—Aquí estabas maldito imbécil, te busqué por todos… —dijo acercándose y vio a Vahi —Lo siento, no sabía que estabas ocupado.

—Catriel —dijo con los dientes apretados y se alejó de ella —, tan oportuno como siempre —sonrió de mala gana.

—¿Interrumpí algo? —preguntó inocentemente.

—No, como crees —dijo sarcásticamente —¿Qué quieres?

—Venía avisarte de que ya vamos a comenzar a tocar con mi banda.

—Bien, entonces vamos —hizo una pausa —¿Vienes conmigo tomatito? —le ofreció su brazo caballerosamente.

—Claro —se aferró a su brazo.

Caminaron juntos hasta el gimnasio y cuando llegaron ella se fijó en Egan, lo vio con la misma chica y volvió a sentirse patética, Aleks se percató de lo que estaba sucediendo y la llevó hasta pista de baile, haría todo lo posible para que se olvidara tan sólo un momento de aquel moreno, así que la invitó a bailar, bailaron apegados, Vahi no podía evitar dejar de mirar hacia donde se encontraba Egan.

—Pon tus manos en mi culo, eso lo pondrá celoso y más sabiendo que es mi culo —comentó el pelinegro.

—¿Qué? —preguntó estupefacta.

—Que pongas tus manos en mi culo o yo pondré las mías en el tuyo.

—Claro que no lo haré —se separó de él.

—De seguro que él lo hará con aquella morena…

Vahi al escuchar aquellas palabras no aguantó más y fue donde el pelinegro para tocar su trasero, cuando volvió a mirar hacia donde Egan, éste se acercaba con furia donde Aleks, así que Vahi se colocó adelante del pelinegro.

—¿Te crees muy bueno quitándome otra novia, Gras? —escupió enfurecido.

—No es que me lo crea, lo soy y espero que no se te olvide —ahora él se acercó.

—¡ERES UN CABRÓN DE MIERDA! —gritó y empujó a un lado a Vahi para ir a golpear al pelinegro.

—¿Yo soy un cabrón de mierda? Lo dice el puto imbécil que dejó a la chica más linda de todo este jodido instituto para irse con otra —Egan lo golpeó por lo que dijo.

Aleks no se quedó quieto y le devolvió el golpe sólo que el suyo fue el doble de fuerte, se abalanzó encima del moreno y comenzó a golpearlo, de repente sintió que alguien lo había agarrado de los brazos, era un amigo de Egan que se metió para ayudarlo, el moreno comenzó a golpearlo en el abdomen como si fuera un saco de boxeo, pero llegó Catriel con su banda y los separaron, Aleks al estar libre se volvió abalanzar sobre Egan y está vez lo golpeó con más fuerzas que, incluso se manchó los nudillos con sangre, pero se detuvo al oír los gritos de Vahi, no quería que ella se enfadara con él otra vez.

—¡ERES UN MALDITO CABRÓN, EGAN! —gritó enfadada la castaña.

—¿Vas a defender a ese imbécil? —preguntó indignado desde el suelo.

—Estás en lo correcto.

Cogió al pelinegro del brazo, lo obligó a caminar afuera del gimnasio, caminaban en absoluto silencio por los pasillos hasta que llegaron a la enfermería y sacó un botiquín para curar sus heridas en la cara.

—No se te ocurra poner eso en mi rostro —le señaló el alcohol.

—Cierra la boca, no estás en situación para discutir.

—Vahi, te lo advierto, no pases esa maldita cosa por mi rostro —la miró seriamente.

—¿Qué me harás? —lo desafió.

Aleks suspiró resignado y se sentó en la camilla, jamás podría hacer algo que la dañara, Vahi lo miró y sonrió triunfante, comenzó a curar con delicadeza las heridas de él hasta que notó que él la miraba atentamente y sin querer le presionó un poco, por lo que escuchó una queja de él.

—¿Podrías ser más delicada? Te lo agradecería —la castaña dejó de curarle las heridas.

—Lo siento… Pero es que comenzaste a mirarme y me siento rara cuando lo hacen

—¿Te coloqué nerviosa tomatito? —se levantó de la camilla.

—No —musitó y miró hacia otro lado.

—Ya, haré como que te creo —sonrió.

Vahi guardó las cosas en sus respectivos lugares, mientras que Aleks husmeaba entre las cosas de la enfermera, buscaba algo que sabía que podría tener bien escondido, Vahi se volteó a verlo y no comprendía lo que él estaba haciendo.

—Deja las cosas de la enfermera —le ordenó.

—Claro, pero cuando encuentre lo que sé que está por algún lugar de aquí —siguió buscando.

—¿Y qué es? —no contestó —Aleks te estoy hablando.

—Aquí estabas… —susurró —Mira esto es lo que buscaba —le enseñó una botella de whisky.

—¿Dónde lo has encontrado y por qué la enfermera tendría guardado algo así? —se cruzó de brazos.

—Es alcohólica.

—¿Y tú cómo lo sabes? —levantó la ceja.

—Por su hija, follaba con ella y me contaba su vida —dijo sin importancia —¿Quieres emborracharte?

—No creo que sea buena idea —dijo no muy convencida.

—Claro que sí, prometo que nada malo sucederá.

—Está bien —le sonrió.

Aleks la cogió de la mano y salieron de la enfermería, la llevó caminando hasta la piscina del instituto, nunca participaba en las clases de natación, pero le gustaba estar allí y quería compartir un lugar que le gustaba así como ella lo hizo aquella tarde en el cerro. Aleks comenzó a quitarse sus zapatos, calcetines, los pantalones de vestir y la camisa que llevaba, quedó en ropa interior y se sentó en la orilla para sumergir sus pies en el agua, Vahi lo observaba descaradamente, examinó el cuerpo del chico que tenía en frente suyo y se mordió el labio sin que éste se fijara.

—¿No piensas sentarte a mi lado tomatito? —hizo un puchero.

—Deja de llamarme así —se acercó.

—¿No piensas quitarte el vestido?

—No, estás tú y no dejaré que me veas así —el pelinegro rodo los ojos.

—Recuerda que somos amigos tomatito, deberías de tenerme un poco de confianza.

Pensó que él tenía razón, él jamás se había propasado con ella, así que se quitó su vestido y tacones, quedó con ropa interior, cuando Aleks la miró, tragó saliva con dificultad, nunca se había colocado nervioso con alguna chica, siempre era al revés, pero al verla así le era imposible no estarlo. Vahi se se sentó al lado de él junto con la botella, la abrió y dio un sorbo bastante largo, luego le pasó la botella al él y éste también bebió pero aún más que ella.

Las personas se habían marchado del instituto, sólo quedaban ella y él, estaban ebrios, hablaron diversos temas, cantaron, incluso bailaron, pero de repente Aleks se sumergió hasta el fondo de la piscina y Vahi lo imitó, en el fondo de la piscina ambos se miraron, ella le sonrió y para él fue lo más hermoso que hayan visto sus ojos, subieron hasta la superficie para tomar un poco de aire, luego siguieron nadando de un extremo al otro hasta que se volvieron  a sumergir, está vez ella cerró los ojos y  él aprovecho la oportunidad y la besó, la besó como nunca lo había hecho con alguna chica, fue un beso demasiado intenso, con ansias y sobre todo dulce, Vahi abrió sus ojos como platos, no podía creer lo que estaba sucediendo y comenzó a faltarle aire, así que se separó de él para llegar a la superficie, él sólo la siguió, cuando salió del agua comenzó a toser y salió rápidamente de la piscina, Aleks se preocupó y también se salió para seguirla.

—¿Te encuentras bien? —se acercó a ella.

—¿POR QUÉ ME BESASTE ALEKS? —lo miraba exaltada.

—Me deje llevar por el momento —dijo sin más.

—Somos amigos Aleks y los amigos no hacen este tipo de cosas.

—Tampoco hiciste nada para alejarte —encogió los hombros.

—Yo no soy una más de tus conquistas, que te quede claro —le advirtió.

—Lo sé —bufó.

—No quiero que lo vuelvas hacer nunca más —lo miró fijamente.

—Lo que tú digas.

La ignoró, comenzó a vestirse, ya no quería estar allí, sintió que había jodido todo con su beso, Vahi lo miró y también se vistió, quería ir a casa a dormir, estaba demasiado cansada. Una vez listos, salieron de aquel sitio y caminaron en silencio hasta la puerta principal del instituto, Aleks le ofreció ir a dejarla a su casa y ésta sólo asintió, no tenía ganas de hablar, su cabeza era caos, no había dejado de pensar en el beso que le dio el chico que tenía a su lado, no quería pensar en nada más por está noche. Habían salido del instituto, estaban en los estacionamientos subiéndose en el coche de él, está vez Vahi olvidó colocarse el cinturón, pero cuando Aleks aceleró se lo puso de inmediato.

Llegaron en tiempo récord a la casa de ella, Aleks se había saltado todos los semáforos ganándose mil insultos por parte de Vahi.

—Hemos llegado —murmuró la castaña.

—Sí, que descanses Vahi —dijo distante y sin mirarla.

Ella se bajó del auto y antes de cerrar la puerta lo miró, él sólo observaba lo que tenía en frente, Vahi quería disculparse por como fue con él en la piscina, pero cuando lo iba hacer, Aleks aceleró y la puerta que estaba abierta se cerró por la velocidad, Vahi quedó parada en la acera viendo cómo él se alejaba en su vehículo, sólo negó con la cabeza y camino hasta su casa, por otro lado Aleks estaba enfadado consigo mismo, frenó bruscamente y golpeó con todas sus fuerzas el manubrio, luego recostó su cabeza en el y  suspiró profundamente, se sentía ridículo por todo lo que le estaba pasando, finalmente comprendió y con el dolor de su corazón aceptó que ella sólo quería una simple amistad con él.


***

¿Qué opinan de la reacción de Vahi respecto al beso?

¿Qué piensan que se sucederá con ellos después del beso?

Y otra cosita, estaba pensando en actualizar los sábados ¿Qué les parece? Leeré atentamente sus comentarios.

Ahora me despido y hasta el lunes.

Andronico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora