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La vida puede ser una completa mierda cuando se lo propone, pero va en uno mismo si la enfrenta o hace oídos sordos, la mente de uno puede jugar de la manera más cruel, como con los sentimientos, la sensación de querer y no ser querido de la manera que esperabas, eso justamente era lo que le pasaba a Samara, después de aquel beso bajo la lluvia con Aleks, sus sentimientos por él fueron desarrollándose, pero aún así lo ignoró, ese sería su más oscuro secreto. Estaba con su mente en otro mundo, Aleks le contaba sobre su dilema amoroso, lo que había ocurrido con Vahi, pero ella no podía aconsejarlo.

<<¿Cómo hacerlo cuando lo único que quiero es besarlo? No quiero ser la estúpida amiga que sufre en silencio y hace todo porque él sea feliz>> Pensó.

—¿Me estás oyendo? —no contestó —¡Samara! —golpeó el mesón de la barra.

Samara parpadeó un par de veces y lo miró.

—Lo siento ¿Sí? Estaba pensando en otra cosa —dijo revolviendo con una pajita su trago.

Ambos habían salido, habían ido a un bar, Catriel quedó en juntarse con ellos luego de que su banda tocara en otro bar o eso les dijo. La relación de Samara y el peliazul fue creciendo, salían siempre que podían, su amistad era grandiosa, pero él comenzaba a involucrar su corazón y Samara lo sabía.

—¿Ah, sí? ¿Y en qué sería si se puede saber? —inquirió  Aleks con el ceño fruncido.

—Catriel… —dijo un poco dudosa.

—¿Catriel? —enarcó la ceja.

—No, me refiero que esta subiendo al escenario.

Aleks se giró para mirar en aquella dirección y claro que era él, Catriel estaba arriba del escenario junto con su banda, tomó el micrófono entre sus manos para decir lo siguiente.

—¡¿Cómo está el ambiente esta noche?! —dijo alegremente y las personas gritaron en tono divertido —Bueno… está noche para mí es especial ¿Saben? He conocido una chica fenomenal, única a su manera… Bueno, he escrito una canción para ella, esto es para ti Samara —le apuntó con el micrófono y las luces apuntaron en su dirección.

Samara estaba sonrojada, su corazón comenzó a latir más rápido, la música comenzó a sonar.

Hello, dear —comenzó a cantar con su voz rasposa y la miró fijamente —Let's be just a sweet platonic love, I don't touch you, you don't touch me. I don't hurt you, you don't hurt me. Only the distance necessary to continue feeling this for you... And so the sweet platonic love never ends and if it ends, you don't even feel it…

Los ojos de Samara mostraban un destello magnífico, porque aquella canción era para ella y sólo ella, Catriel lograba que ella se sintiera especial, lágrimas de emoción amenazaban por salir de sus ojos. Aleks miraba aquella situación callado, pues aquella canción igualmente le había llegado a su corazón, se bajó del taburete, no estaba interesado en saber cómo acabaría eso, caminó a otro sitio, en el fondo estaba cabreado con todo y no le gustaba reconocerlo, de pronto sintió cómo alguien chocó contra su pecho, derramando un líquido en su camisa, miró enfadado a la persona que había ocasionado aquello, café con negro… Sus miradas se encontraron nuevamente, Vahi decidió seguir caminando, no estaba interesada en quedarse a escuchar insultos por parte de él, pero Aleks la detuvo, quería disculparse, el efecto del alcohol lo estaba consumiendo.

—¡¿Qué quieres?! —le preguntó de mala manera.

—A ti… —mustió melancólico.

—No empieces… —dijo con sus dientes apretados.

Andronico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora