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Aquella conversación pendiente entre él y ella, estaba a punto de iniciar, Aleks se encontraba en un mirador con Vahi, ambos estaban en el coche de éste, pero él no aguanto más la tensión y salió de allí para tomar una bocanada de aire, mientras que se jalaba el cabello hacia atrás, se apoyó en el capó y miraba sus manos, jamás notó como ella había llegado a su lado, ella lo miraba con comprensión, tan sólo quería oír la verdad, quería saberlo todo, jamás lo había recriminado por ser como era y tampoco lo haría, pero quería respuestas.

Pasaron un par de minutos, ellos todavía seguían sin decir alguna palabra, Vahi esperaría a que él se sintiera listo para responder a todas sus dudas, no lo iba a presionar, porque sabía cómo era él, no funcionaba bajo presión, tenía su temperamento inestable, es decir, cualquier palabra o acción la podría tomar para bien o para mal aunque no fuese esa la intención. Aleks sentía que era hora de contarle el porqué lo hacía, él no era malo, pero tampoco era un chico correcto, así que cansado de estar en aquel silencio, decidió hablar primero.

—Anoche experimente lo que es realmente el miedo, temía porque algo malo te hicieran —comentó mirándola y captó su atención.

—Pero no me pasó nada, estoy bien —tomó las manos de él y las acarició.

—¿Qué hacías frecuentando un lugar como ese? —se soltó de sus manos.

—Quería confirmar con mis propios ojos los rumores que decían sobre ti —miró hacia otro lado.

—Vahi, en el ese maldito instituto siempre dirán mierda sobre mí ¿Por qué? Porque soy el único que dice las cosas como son, no soy un cara dura —le giró el rostro con su mano.

—¿Entonces qué hacías ahí? —cuestionó con sus brazos cruzado y su barbilla en alto.

—Participaba en las carreras que se hacen allí, la verdad es que antes sólo iba de espectador junto con Catriel, pero a ese imbécil se le ocurrió la brillante idea de inscribirme en las carreras y desde allí que he participado —encogió los hombros como si no fuera la gran cosa.

—Debo reconocer que eres bastante bueno en el póker, por un momento pensé en que no saldríamos bien de todo eso —se abrazó a sí misma y miró a otro lado.

—Lo soy y no es por alardear, sinceramente me hubiese dado igual lo que hicieran conmigo, pero si te hubiesen hecho algo a ti, enloquecería...

Vahi al escuchar su último comentario, se giró rápidamente para mirarlo, pero no se había dado cuenta de lo cerca que él estaba que, incluso sus narices se rozaban y parecía que el corazón de ella se le iba a salir por el pecho, sus labios se entreabrieron esperando alguna respuesta de él, pero al verlo relamer sus labios, el deseo de unir su boca a la de él aumento, aún así no se atrevía a dar el siguiente paso, pensaba que era cuestión del momento, ya que el ambiente era demasiado tenso para ella. Sin embargo él quería que ella tomara la iniciativa, si hubiera sido por él, hace rato la hubiese besado, pero quería saber qué es lo que realmente ella quería ¿Realmente ella quería lo mismo que él y no sólo era deseo, sino algo más? Era la pregunta que rondaba por su cabeza, vio como los segundos pasaban y no veía ninguna respuesta, así que decidió retomar su postura de siempre.

—¿Alguna otra duda? Digo, por si todavía hay cosas que te comen la cabeza —se separó un poco de ella.

Realmente se había arrepentido por no haber hecho algo más aparte de mirarlo, sabía que él ya no se iba volver acercar como hace unos segundos atrás, durante todo este mes que lo llevaba conociendo, sabía reconocer las reacciones de él, así que si no le decía ahora lo que llevaba pensando y sintiendo, jamás se lo iba a decir.

Andronico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora