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A la mañana siguiente, ambos se habían quedado dormidos, Vahi despertó por los llamados de su tía, vio la hora y se levantó rápidamente. Corrió hasta el baño, mientras que se duchaba cepillaba sus dientes, estaba más que atrasada.

Terminó de ducharse y corrió nuevamente, pero con dirección a su habitación, una vez adentro su móvil comenzó a sonar, la estaba llamando su mejor amiga, así que contesto.

-Vahi, estoy a unas pocas cuadras de tu vecindario.

-Si, si... Te espero en la acera -dijo mientras luchaba por colocarse un pantalón ajustado.

-Siento que lleguemos tarde, no se volverá a repetir.

-No hay problema con eso Muna.

-Bien, nos vemos.

La llamada había finalizado, Vahi corría de un lado a otro, buscaba una blusa para colocarse, pero no encontró nada, así que tuvo que colocarse una simple sudadera, quedando sólo con el sujetador debajo de esa prenda.

Bajó rápidamente las escaleras, no tenía tiempo para desayunar porque Muna había llegado y todavía no salía de su casa, escuchaba como su amiga le tocaba la bocina, así que salió corriendo de su casa para subirse al auto de Muna.

-Diablos Vahi, creí que tendría que bajarme e ir por ti -rodo los ojos.

-Lo siento, pero me he quedado dormida -dijo mientras se ajustaba el cinturón.

Muna se detuvo a mirar el aspecto de su mejor amiga y noto que era verdad lo que le decía, porque estaba hecha un desastre.

-Vahi, te has puesto la sudadera por el revés -le señaló y comenzó a conducir.

-Mierda, no he tenido tiempo ni de cepillar mi cabello -dijo y se quitó la sudadera para colocársela bien.

-Tampoco te has puesto una blusa.

-No encontré nada -dijo una vez vestida -¿Tienes de casualidad alguna liga para tomar mi cabello?

-Revisa en mi bolso.

Revisó el bolso de la castaña y encontró lo que buscaba, luego dejo todo en su lugar y se hizo una coleta. Muna iba cantando mientras que Vahi iba con su cabeza apoyada en la ventana del auto, tenía demasiado sueño, jamás le había ocurrido algo así.

El trayecto hasta el instituto fue dentro de lo normal, Muna aparcó en los estacionamientos y Vahi se bajó vorazmente para correr a la entrada. Su primera clase era la de ciencia y era su primer atraso, pero conocía muy bien a esa maestra, sabía que la regañaría.

Al subir a la segunda planta, le sudaban las manos, así que se las paso por su pantalón y cuando iba a girar el pomo de la puerta, una voz grave y un poco ronca le hizo girar, era él.

-Vaya, la chica empollona llegando tarde... Quién lo diría.

-Es mi primera vez...

Aleks la quedó mirando juguetón, porque ella no se había fijado en cómo se podría malinterpretar lo que dijo.

-Entonces me alegro de que tu primera vez sea conmigo.

Andronico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora