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La fiesta iba siendo un éxito, habían demasiadas personas repartidas por cualquier rincón de la casa, algunos estaban en la pista bailando, otros en los pasillos besuqueándose y uno que otros en las habitaciones.

Vahi había llegado junto con Muna, fueron por un par de tragos y luego irían a bailar. Ambas solían bailar juntas, pero esta noche si que se les acercarían chicos, porque lucían extraordinarias, incluso se podría decir que eran las más bellas de aquel lugar.

Aleks aún no la veía y tampoco tenía ganas de hacerlo, porque sabía que luciría bellísima, estaba esperando a que la banda de su mejor amigo saliera a tocar y mientras lo hacía habían chicas que se lo devoraban con la mirada y eso le encantaba.

Faltaban unos pocos minutos para que la banda de Catriel tocara, las personas poco a poco se iban acercando y entre ellas, Vahi lo logró ver, lo observó de arriba abajo, lucía diferente a como solía ser, pero le quedaba bien ese aspecto.

—Pareciera que te lo fueras a comer con la mirada —comentó Muna acercándose a ella.

—¿A quién?

—Pues a Aleks y sinceramente deberías hacerlo, porque hoy luce más atractivo de lo que es, yo si fuera tú lo haría.

—Es mi amigo, además yo he venido para que Egan se fije en mí y Aleks me ayudará.

—¿Estás segura de que te ayudará? Porque yo lo veo demasiado ocupado.

Vahi volvió a mirar en dirección al pelinegro y éste estaba muy interesado coqueteando con una chica.

—Claro que lo hará.

Dejó a Muna para ir donde él, antes de acercarse más, lo volvió a mirar y mentiría si no lo encontró ardiente, una vez que salió de su ensoñación con él, fue directamente hablarle.

—Aleks, te estuve buscando por toda la casa —dijo mientras se acercaba.

—¿Y ésta quién es Aleks? —dijo la morena que estaba con él.

—Su amiga —le aseguró.

—Mira, "amiga" de Aleks, estamos ocupados ¿Podrías venir en otro momento?

—No, necesito hablar con él.

—¿Aleks podrías decirle que se vaya? Sino yo misma la echaré.

Aleks sólo miraba la situación, tendría que elegir entre ella o ir a follar con una desconocida, no sabía que hacer, no hasta que vio cómo Vahi lo miraba, suspiró y negó con la cabeza por lo que haría.

—Disculpa linda, pero vuelvo en unos minutos.

—¿Me vas a dejar por irte con ella? —dijo indignada.

—Sí.

El pelinegro agarró del brazo a Vahi para llevarla a un sitio de la casa donde no hubiese tanto ruido.

—¿Qué es lo que quieres Vahi?

—Dijiste que me ayudarías, pero te veo de lo más lindo con esa chica —señaló a la morena.

—Eso es asunto mío, no tuyo.

—Pero quedamos en que me ayudarías.

—Perfecto, pero también tengo derecho a divertirme, no seas egoísta.

—Sí, tienes razón... Pero es que de verdad quiero que sea esta noche.

—Emborráchalo —dijo sin más.

—Pero no así, quiero que realmente se fije en mí y no porque este ebrio.

—Ya te lo dije Vahi, chicos como Egan sólo son para una noche y luego adiosito.

Andronico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora