MI CHICA STARK

La chica de Stark

Habían pasado dos semanas desde que Stark trajo a una preciosa joven a vivir en el complejo de los vengadores, a todos los tomo por sorpresa y les lleno de curiosidad, pues a más de su apellido lo único que sabían de la chica era lo evidente a la vista, joven, hermosa, de unos 20 años, de baja estatura (con suerte medirá 1.65), de ascendencia latina por su apellido y las bien definidas y pronunciadas curvas de su cuerpo, tez blanca y tersa, cabello lacio y negro como la noche, ojos castaños y labios rosa peligrosamente apetecibles... o al menos eso le pareció al Capitán Rogers, aunque claro está, jamás lo admitiría.. no en voz alta y mucho menos en publico...

Tony había decido mudarse al complejo desde su llegada, lo cual era poco usual, ya que él millonario adoraba su mansión y rara vez se lo veía por el complejo por algo que no fuera el trabajo... sin embargo ahora caminaba gustoso y con una sonrisa de oreja a oreja sobre todo en presencia de la joven, y aunque él la presentó como su asistente personal, los habitantes del complejo estaban seguros de que es más que eso, talvez un capricho de Stark, una aventura, o una crisis de la edad ocasionada por el abandono de Pepper... está última opción era la que se llevaba más votos..

A la gran mayoría aunque le intrigaba el accionar de Stark, no era algo que les quitara el sueño, algunos lo cuestionaban y otros lo aprobaban, excepto cierto rubio que le molestaba sobremanera la "inmoral relación", pero al no tener pruebas concretas de algo específico no podía hacer ningún reclamo.. ya que ambos eran bastante cuidadosos..

Entonces se propuso vigilarlos de cerca..

- Vamos.. di que si, te va a encantar - reía Tony recargado en el mesón del desayunador

- Ya te dije que no.. no tengo experiencia y prefiero esperar.. así que deja de presionarme..

- Cuando lo pruebes no vas a querer dejarlo - afirmó Stark levantando sus cejas y la chica rodo los ojos y ambos rieron cómplices.. pero la risa no les duro demasiado ya que pronto escucharon un carraspeo y voltearon en esa dirección..

- Buenos días Capitán Rogers - la joven se enderezo en su asiento

- Que hay Steve.. - saludo el millonario

- Hola Tony - hablo el súper soldado a su amigo y asintió con seriedad hacia la joven - tenemos que hablar - espetó regresando la mirada al millonario

- Seguro, dime..

- A solas.. - miro de reojo a la pelinegra

- Lo que quieras decirme puedes hacerlo en presencia de ______, confío plenamente en ella, es mi mano derecha - dijo seguro apretando la mano de la joven

- Tony, esto es un asunto serio... - replicó con molestia..

- Hum.. no hay problema... yo los dejo solos - musito _____

- No tienes por que irte - defendió Stark

- De hecho si, el Uber que pedí acaba de llegar por mi.. - sonrió mostrando la pantalla de su smartphone - así que nos vemos luego - apretó la mano del dueño del complejo y éste le beso el dorso como despedida - hasta luego Capitán Rogers

El rubio repitió la acción inicial y la vio desaparecer por el elevador..

Esa no era la única vez que Steve encontraba a la pareja en una actitud sospechosa casi romántica, ya que eso pasaba casi a diario, tanto como las veces que él los interrumpía para conversar con Tony, pero la verdad es que la "charla" nunca se llegaba a dar y es que el millonario gozaba de dejarlo con la palabra en la boca..

Los días pasaban y la molestia del Capitán aumentaba, ya ni siquiera golpear el saco de arena le ayudaba a quitar la frustración que sentía por lo que aquella noche decidió nadar un poco en la piscina cubierta del complejo...