Capitulo 8

11.9K 600 38
                                    

Luego de bailar por unas cuantas horas y unos vasos mas de Vodka siento el salón mas pequeño. Thomas tiene sus brazos en mi cintura y los míos están en su cuello. El calor es sofocante. Solamente tome otros dos vasos pero no estoy acostumbrada al alcohol.

-¿Podemos ir afuera?- digo casi sin aliento, necesito aire. Sus ojos avellana recorren mi rostro y asiente.

Salimos al patio trasero de la casa y al fin puedo respirar el aire limpio y fresco de la noche, es como un baldazo de agua fría. No hay casi nadie afuera, solo una pareja borracha besándose en un rincón. Nos sentamos en un banco al otro lado de los adolescentes ebrios en silencio. Luego de un momento Thomas habla.

-¿Estas bien?- escruta mi rostro a través de la oscuridad de la noche. Lo único que nos ilumina es la farola de la calle y la luna. Sus ojos se ven mas claros con esta luz. Asiento y le sonrío.

-Si, es que no estoy acostumbrada a beber- miro distraídamente hacia el cielo. Mi pulso aún no se ralentiza, debe ser por haber estado bailando.

-¿Donde esta Molly?- pregunto frunciendo el ceño, estaba con nosotros pero un tipo la invitó a bailar y solo quedamos Thomas y yo. Después de eso no la volví a ver.

-No tengo ni idea, debe estar bailando- se encoge de hombros con la mirada en el cielo también. Se recuesta en el respaldo y apoya su brazo a lo largo de él, por detrás de mi. Siento un escalofrío cuando su mano roza sin querer mi hombro.

-Si... supongo que Val también- comento, no he visto a la pelirroja en toda la noche. Seguimos sin hablar por un rato, pero no es un silencio incomodo, es solo que no tenemos nada para decir. Me empieza a entrar el sueño. Bostezo y recuesto mi cabeza sobre el hombro de Thomas, el se tensa por la sorpresa pero luego siento como todos sus músculos se relajan.

...
Un movimiento por debajo de mi cabeza me despierta. No se en que momento me quedé dormida pero seguimos afuera y yo estoy sobre el pecho de Thomas. Todo sigue igual asique supongo que solo fueron unos minutos.

-Lo siento no pretendía despertarte- susurra este y me mira un segundo, pero luego sus ojos viajan hacia la entrada a la casa y su expresión se tensa.

Cuando miro para descubrir que es lo que hizo cambiar su humor me levanto de un salto, creo que no fue buena idea porque tardo un poco hasta que mi cabeza deja de dar vueltas.

Cuando recupero la compostura camino tan rápido como mis pies me dejan hasta donde esta la chica de cabellera negra que conozco desde niña.

La sangre empieza a bullir dentro de mi cuando veo que el chico la está arrastrando detrás de él mientras ella suplica que no, y no me doy cuenta que Thomas esta detrás de mi hasta que pasa como un rayo por mi lado al tiempo que el morocho estampa a Molly contra la pared del patio.

-Por favor.... no...- mi amiga arrastra las palabras, esta borracha y lagrimas bajan por sus mejillas. Pero no termina de hablar cuando Thomas ya esta encima del tipo, tirándolo contra el piso.

Molly corre haca mi y la abrazo con fuerza mientras ella llora en mi hombro, suspiro de alivio. El pánico vuelve a apoderarse de mi cuando el chico tirado en el piso le da un puñetazo a Thomas, pero inmediatamente este se lo devuelve con mas fuerza, la nariz del morocho sangra y antes de que nuestro amigo le pueda romper la nariz de una vez por todas corro hacia el.

-¡Thomas para! ¡Por favor! ¡Tommy!- por fin me escucha y se da vuelta. En sus ojos hay rabia pero cuando mira al chico tirado en el piso algo de remordimiento se refleja en ellos- vamos- lo saco de su ensimismamiento ofreciéndole mi mano y el la envuelve con la suya cubierta de sangre.

-¿Molly estas bien?- le pregunta preocupado cuando nos acercamos, ella sigue llorando y como respuesta se lanza hacia el y lo envuelve en un abrazo.

-Gracias- susurra entre sollozos.
Cuando se separa la tomo de la cintura y la guío hacia adentro con Thomas pisándonos los talones.

-Vamos a buscar a Val y largarnos de aquí- sentencio.

Encontramos a la pelirroja en la pista bailando con el mismo chico rubio de antes, muy pegados ademas. Cuando nos ve sonríe, pero al fijarse en el rostro de Molly su expresión se convierte en una de pura preocupación. Le dice algo al chico y se acerca a nosotros.

-¿Que pasó? ¿Están bien?- nos mira alternativamente a cada uno.

-Si... umm... mañana te lo contamos- miro a Molly y me rasco la parte trasera del cráneo- nosotros... ya nos vamos, ¿vienes o te quieres quedar?- mira un instante hacia atrás y luego responde.

-Creo que me quedo un rato más, Jake me llevará a casa- forma una pequeña sonrisa pero su ceño aún está fruncido.

-Esta bien diviértete- trato de sonreírle pero estoy muy consternada por Molly como para que el gesto llegue a mis ojos. Nos despedimos y salimos de esa casa.

La chica de ojos celestes que siempre irradia felicidad no para de llorar en todo el camino a casa.

-¿Quieres quedarte a dormir?- le pregunto a mitad de camino girándome en el asiento del copiloto. Ella asiente levemente con su mirada vidriosa puesta en mi, se que esta asustada y odio verla así.

Thomas y yo nos miramos preocupados pero no decimos nada. El resto del trayecto es silencioso, es como si todos estuviéramos repitiendo la escena una y otra vez en nuestras mentes.

Cuando llegamos a casa Thomas me ayuda a llevar a Molly a mi habitación. La arropamos en mi cama y salimos de allí para que pueda dormirse tranquila, no es tiempo para hablar ahora, aún sigue borracha.

-Gracias por lo de esta noche- le digo sentándome en el sillón de la sala. El repite la acción.

-No hay de qué- recuesta su cabeza en el respaldo soltando un suspiro. La luz le da en el rostro y puedo ver el moretón que comienza a aparecer en su ojo derecho.

-Te traeré hielo- antes de que pueda protestar me levanto y me dirijo a la cocina. Pensé que se quedaría en la sala pero en lugar de ello me sigue.

-Amy... no tienes por que- se queja pero yo lo chisto. Saco hielo y lo envuelvo en un repasador. El se apoya contra la mesa y le pongo el hielo sobre el ojo.

Su ojo sano recorre mi rostro hasta que atrapo su mirada. No puedo apartar mis ojos de el, es como si la burbuja que nos envuelve siempre que estamos juntos se intensificara.

Cuando su mano sube hasta mi sien y aparta un mechón de cabello rebelde mi corazón comienza a latir con fuerza y los recuerdos de la noche se borran por completo, mi mente queda en blanco, mi piel hormiguea como si su tacto dejara una marca y es entonces cuando me doy cuenta de lo cerca que estamos el uno del otro.

En algún momento el hielo llegó a la mesa y sus ojos miel están anclados en los míos, una de sus manos esta en mi cintura y la otra acaricia mi mejilla. Cada vez nos acercamos mas hasta que casi no hay espacio entre nosotros.
Pero entonces la burbuja se rompe cuando la luz de la cocina se enciende y Molly aparece con la máscara de pestañas por toda su cara y el pelo mas enredado que de costumbre. Thomas y yo damos un salto y nos separamos de repente, los ojos celestes de mi amiga se abren con sorpresa por un segundo, pero luego recupera la compostura y llena un vaso con agua.

-Buenas noches- es lo único que dice mientras sale de la habitación. Mis ojos viajan a todos lados para evitar la mirada penetrante del chico de pelo negro que tengo delante.

-Bien... umm... debería irme- tartamudea- gracias... gracias por el hielo- susurra mas bajo, me da un beso en la mejilla y se va del lugar. Cuando sale por el umbral de entrada puedo vislumbrar un atisbo de sonrisa en su anguloso rostro.

El ruido de la puerta cerrándose me devuelve a la realidad y dejo escapar el aire que no sabia que estaba conteniendo. Estoy demasiado cansada para pensar en lo que acaba de pasar y me duele la cabeza asique voy hasta mi habitación, me pongo el pijama y me acuesto al lado de Molly, quien ya está roncando.

Ni bien mi cabeza toca la almohada me quedo dormida.

Don't break the promise (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora