Cuando por fin se terminan de alistar salimos de la casa de Molly y vamos en mi Jeep a buscar a Hamilton. Molly no se puede quedar quieta en el asiento trasero, mira a todos lados y juega con sus manos.
-Molly por favor parece que cometiste un crimen- le digo y la pelirroja a mi lado y yo reímos- bien, llegamos, ve a recibirlo- le digo estacionando fuera de un lindo hotel en el centro de la ciudad. Mi amiga toma un largo suspiro y baja del auto. Val y yo nos acercamos a la ventana para ver la escena.
El que supongo es Hamilton sale del edificio.
-Wow es lindo- dice Val y ambas reímos. La verdad es que me sorprende para ser un bailarín, si que es alto, le saca mas o menos una cabeza a Molly— bueno tampoco es que Molly sea tan alta— su chomba azul se ajusta a los músculos de sus brazos y su pecho, aunque comparado con Thomas es mucho mas delgado. Saluda a Molly con un beso en la mejilla y le sonríe con una perfecta dentadura—sin embargo no tiene hoyuelos como Thomas—, Val y yo morimos de ternura dentro del auto cuando ambos comienzan una pequeña conversación y no pueden dejar de sonreírse y coquetear con el otro.
-Ahi vienen- digo y ambas volvemos a nuestros sitios de forma rápida. La puerta de los asientos traseros se abre y ambos entran. Val y yo miramos hacia atrás muy sonrientes.
-Hola- saludamos al unísono al recién llegado. El chico nos sonríe, ahora lo podemos ver mas de cerca, sus ojos si que son verdes, su mandíbula es bien marcada y su piel es ligeramente bronceada, su cabello consiste en muchas ondas color cafe.
-Ellas son mis amigas, Amy y Val- nos presenta Molly y nos hace una mueca para que nos comportemos. Supongo que lo estábamos mirando demasiado.
-Umm gusto en conocerte Hamilton, Molly nos ha hablado mucho de ti- digo con una sonrisa pícara y miro brevemente a mi amiga solo para molestarla, esta se pone colorada y me fulmina con la mirada. El chico ríe y nos dice que es un gusto conocernos a ambas.
Emprendemos el viaje hasta la cafetería, ponemos música para llenar el silencio que se forma en el auto.
-Así que... Hamilton, Molly nos dijo que eres bailarín- dice Val mirándolo por el retrovisor.
-Así es, de clásico, asisto a una escuela de arte en Los Angeles- nos cuenta, pero no hay ningún sentimiento de superioridad en su comentario.
-¡Eso es increíble! A mi me gusta pintar y la fotografía- comenta Val emocionada- ¿hay de eso en tu escuela?- pregunta con interés.
-Por supuesto, también tenemos música, te encantaría el programa de arte- le sonríe. Parece un buen chico, hasta ahora me he dedicado a evaluarlo y es muy atento, pero sigue en observación.
Llegamos al cafe y Thomas nos esta esperando en una mesa frente a la ventana. Lleva puestos sus típicos jeans celestes y una remera negra, a comparación de otros días que lleva una blanca. Sonríe en nuestra dirección marcando su hoyuelo y mi corazón da un vuelco cuando me guiña un ojo y se acomoda su cabello negro azabache con una mano, ruedo los ojos hacia él pero se me escapa una pequeña sonrisa. Cuando nos acercamos al chico de revista se levanta para saludar.
-Hola, soy Thomas- le estrecha la mano a Hamilton con una sonrisa a lo propaganda de pasta de dientes.
-Hamilton- se presenta este.
-Bien, ¿que van a tomar?- pregunto, cuando todos me dicen sus pedidos voy hacia la caja. Cuando vuelvo con los cafés veo que Molly esta sentada al lado de Hamilton, Val en una punta y a mí me dejaron el lugar junto a Thomas, este tiene su brazo sobre el respaldo de mi silla. Estoy segura de que mis amigas tuvieron algo que ver, pero no me importa porque no me siento incomoda con él. Dejo los cafes en la mesa, Thomas y Hamilton están hablando animados de un partido de fútbol.
-Si mañana jugamos con el equipo del colegio- dice Thomas.
-¿Enserio? ¿Por qué no nos dijiste?- lo reprendo.
-No es gran cosa, no hace falta que vayan si no quieren- se encoge de hombros.
-Por supuesto que si, ademas tu fuiste a mi partido de volley, así que iremos- sentencio y Thomas niega con la cabeza sonriendo- puedes ir con nosotros si quieres Hamilton, a Molly no le gusta mucho el fútbol pero si vas ella irá- le guiño un ojo a mi amiga, ella me fulmina con la mirada. Amo molestarla. Thomas ríe bajito a mi lado pero yo lo escucho.
-Claro- el chico de ojos verdes mira sonriente a Molly y ella le sonríe tímida. Oh no... Molly nunca es tímida, esta afectada.
-Ademas, siempre hay una fiesta después del partido, si quieres vamos- le dice la chica de pelo negro, ahi esta mi amiga. Siempre fiestera.
-Solo si ganan- comento, la verdad no me gustan mucho esas fiestas, son algo descontroladas.
-¿Como que si ganan? Vamos a ganar- Thomas dice altanero y me mira con las cejas levantadas, desafiándome.
-Bien si tu lo dices campeón- me encojo de hombros y tomo mi capuchino.
-¿Quieres apostar?- el pelinegro se acerca a mi rostro con una ceja levantada, esta tan cerca que mi pulso se acelera. Me pongo algo nerviosa pero mantengo la postura.
-Hagámoslo
-Si ganamos... tendrás que ir a la fiesta con mi uniforme de fútbol sudado después del partido- sonríe de costado con suficiencia y diversión en sus ojos miel y Molly ríe. Hago una mueca de asco.
-Bien- digo confiada de que voy a ganar la apuesta, aunque en realidad no lo sienta- si pierden... tendrás que invitar a salir a un chico del equipo contrario- no aguanto mas y estallo en carcajadas, al igual que todos los presentes en la mesa, Thomas levanta las cejas hacia mí.
-¿Es enserio? ¿No se te ocurre nada mejor?- me encojo de hombros.
-Pero debe ser creíble- le advierto- ¿trato?- extiendo mi mano para que la estreche.
-Trato- dice confiado y toma mi mano. Siento un pequeño cosquilleo ante su tacto y aparto mi mano.
-Ya quiero ver esto- dice Molly negando divertida.
-Oh si- dice Val riendo.
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Don't break the promise (COMPLETA)
Teen Fiction-Lo prometimos- exclamo exasperada por no saber que debo hacer y por no entender la maraña de emociones que siento en este momento. -¡Eramos solo niños! Algunas promesas deben romperse- sus hermosos ojos avellana me miran desesperados y cargados de...