Capitulo 31

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-Yo... te iba a dar tiempo para que pudieras pensar... pero no pude- dice con una mueca algo avergonzado- no puedo seguir lejos de ti Amy y que no me hables es una tortura- suelta con un suspiro y sus ojos me miran atormentados.

-Umm... se que quieres hablar sobre el beso pero... creo que debemos olvidarlo Thomas- miro hacia abajo- estuve pensando y se que nuestra amistad puede quedar algo tensa pero podemos cambiar eso, solo esta en nosotros...- continúo y lo miro, creo que tratando de convencerme mas a mi misma que a el. Porque al parecer Thomas ya esta decidido, niega con la cabeza y da un paso en mi dirección.

-No quiero olvidarlo Amy, no puedo ignorar mas el hecho de que me gustas y que quiero que seamos mas que amigos- dice suave y en el momento en que sus palabras dejan sus labios mi corazón late mas rápido y siento mis piernas de gelatina. No puedo creer que esto este pasando, lo miro boquiabierta, las palabras no salen de mi boca. Nos miramos en silencio unos segundos y luego Thomas continúa- y creo que tu sientes lo mismo, pero si me estoy equivocando y me dices que no sientes absolutamente nada por mí lo olvidaré. Vamos Amy dime- se acerca a mí y yo retrocedo conteniendo la respiración- de lo contrario no dejare de insistir- su voz suena segura y decidida y sus ojos me miran con un brillo extraño. Debo hacerlo, debo decirlo por el bien de los dos, aunque me duela hacerlo.

-No... no siento nada por ti Thomas- mi voz sale mas forzada de lo que quisiera y un nudo se forma en mi garganta, pero trago para alejarlo. Thomas se queda quieto en el lugar por un momento, atravesándome con su mirada, como si quisiera encontrar algo en mi expresión. Y entonces de repente vuelve a hablar.

-No te creo- camina rápido hacia mi con la mirada seria y decidida, como un depredador cuando va tras su presa- no me puedes decir que no sientes escalofríos cuando hago esto- dice bajito y antes de que pueda evitarlo pasa un brazo por mi espalda y me acerca a él hasta que nuestros pechos se chocan, la bolsa de comida se me cae al piso pero no le presto atención. Y en efecto, un escalofrío recorre mi columna vertebral cuando siento que su mano se acomoda para posicionarse en mi espalda baja y mi respiración comienza a ser forzada- o que no sientes un cosquilleo ante mi tacto- susurra con voz ronca mientras la mano que tenía suelta va hasta mi brazo inmóvil a un costado de mi cuerpo y lo recorre acariciandolo con la punta de sus dedos, siento un cosquilleo en todo el cuerpo y las mariposas en mi estomago revolotean. Thomas me mira intensamente a los ojos y pega su frente a la mía sin que nuestras miradas se separen. Ahora esta se vuelve suplicante y llena de emociones al decir:

-Por favor Amy dime que no soy el único loco que siente que su cuerpo cobra vida con tu cercanía- susurra con algo de desesperación en la voz. Tiene el aspecto de un niño asustado. Mi corazón se derrite ante la forma en que lo expresa y suspiro negando lentamente con la cabeza. Cierro los ojos y me aparto lentamente de su cuerpo, él me lo permite.

Cuando estoy a pocos pasos de distancia de Thomas vuelvo a mirarlo. Sus ojos recorren mi rostro y se ven algo desesperanzados. Mis pensamientos son un lío, y mis sentimientos se enriedan en un tira y afloja.

-No podemos hacerlo- digo en voz baja luego de unos segundos de silencio, mi tono parece de decepción. La frustración me invade por no saber que hacer- ¡lo prometimos Thomas!- exclamo. Mi corazón late a mil por hora.

-¡Eramos solo niños! Algunas promesas deben romperse- me mira con sus ojos avellana desesperados y cargados de emoción. Estira una mano hacia mi rostro y la apoya en mi mejilla- vamos Amy tenemos que dejar de pensarlo tanto- suplica en voz baja, ahora esta mas cerca y nuestras narices casi se chocan. Cierro los ojos y suspiro, su cercanía hace que mi estomago se revuelva. Lo pienso por un momento, es cierto, solo nos estamos perjudicando.

-Se que lo estas pensando- dice con una suave risa y abro mis ojos con una sonrisa encontrándome con su profunda mirada estudiando mi rostro.

-¿Como haremos esto?- pregunto con la voz temblorosa. No sabré como actuar y no me gusta que las cosas cambien entre nosotros.

-¿Eso es un lo vamos a intentar?- pregunta con una hermosa sonrisa mostrando sus hoyuelos.

-No hagas que me arrepienta- le advierto y la verdad es que ya me estoy arrepintiendo, no entiendo por qué no estoy pensando esto mejor. Pero esta tan cerca que mis pensamientos se nublan.

-Te prometo que no lo haré- su sonrisa se ensancha más y sus ojos brillan de una forma que no había visto antes, mi corazón comienza a latir mas rápido y cuando sin esperarlo sus labios se juntan con los míos da una voltereta de felicidad. Su beso es suave, tierno, como una promesa silenciosa. Y hace que me olvide completamente de lo que acabo de aceptar, de lo que podría pasar si a Thomas dejo de gustarle y todas las preocupaciones se evaporan. Su otra mano va a mi cintura y su cuerpo se acerca mas al mío. Cuando nos separamos por aire ambos sonreímos como estupidos y nos reímos despacio, no tengo idea de por qué.

-La gente que pasa por la calle creerá que estamos locos- digo acordándome de donde estamos.

-La verdad no me importa- dice Thomas con una sonrisa de costado y sin quitar sus ojos de los míos. Siento que mis mejillas arden.

-No puedo creer que estoy haciendo esto, hace unos minutos me negaba rotundamente- digo incrédula, me separo despacio de él para poder verlo pero su mano aun esta en mi cintura- ¿que pasará con nuestra promesa?- Thomas piensa por unos segundos antes de responder.

-Técnicamente no la rompimos, no nos enamoramos... solo nos gustamos- dice con una sonrisa inteligente. Niego con la cabeza sonriendo sin poder creer a este chico.

-Bien umm... tengo que irme, Susan me esta esperando para almorzar- no puedo quitar la sonrisa de mi rostro.

-Nos vemos enana- Thomas me sonríe de la misma forma y luego de darme un beso en la mejilla se va.

Agarro la comida que deje en el piso y entro a casa, cuando cierro la puerta me recuesto sobre ella. No puedo creerlo, sonrío recordando el beso y me quedo ensimismada en mis pensamientos. De verdad vamos a hacerlo. No tuvo que hacer demasiado para convencerme. Estoy tan feliz que no puedo pensar en las consecuencias.

-Amy... ¿por que tardaste tanto? Ya había pensado que... ¿que te pasa?- pregunta extrañada y yo salgo de mi ensoñación, bueno mas o menos. Vamos hasta la cocina pero no puedo escuchar lo que ella me dice porque sigo demasiado distraida. Si solo supiera...

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Esperé muchísimo para subir este capitulo. Espero les guste porque es mi favorito.

-V

Don't break the promise (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora