El sábado por la mañana un golpe en la puerta y el grito de mi madre me despiertan.
-¡Amy! ¡Levántate que nos vamos!
-Ya voy- le grito devuelta y miro el reloj sobre mi mesita de luz. ¡Las 5 de la mañana! No puede ser.
Me lavo la cara y mis ojos todavía quieren cerrarse, estamos en otoño pero hoy hace calor según mi pronóstico asique decido ponerme el vestido de flores que compré el otro día al lado de Rose. Tengo que aprovechar porque no me queda mucho tiempo para usarlo. Me calzo las Vans y tomo la mochila que prepare ayer. Vamos a pasar todo el fin de semana acampando así que guardé gorra, repelente, dos mudas de ropa, protector solar y una manta.
Ato mi pelo en un moño desordenado pero la verdad no me importa mi apariencia, son las 5 de la mañana y aun me faltan aunque sea dos horas de sueño.
En el vestíbulo me esperan mis padres con una mochila cada uno, una conservadora y las carpas.
-Buenos días cariño- me saluda mi padre con una gran sonrisa y un sombrero ridículo en su cabeza.
-Buenos días- digo para ambos arrastrando las palabras. No entiendo como tienen tanta energía a las 5 de la mañana.
Luego de guardar las cosas en el baúl del auto, una camioneta aparece a nuestro lado y toca bocina, hago una mueca de disgusto ante el ruido y bajan la ventanilla del conductor.
-¡Arthur!- exclama mi padre- estamos a punto de salir, nos encontramos donde acordamos- saluda al padre de Thomas con la mano y subimos al auto.
....
Luego de dos horas de viaje, en las cuales dormí todo el camino, llegamos a un parque nacional reservado solo para ir de camping, consiste en un gran bosque lleno de claros a lado de un hermoso lago.Antes de bajar me miro en la cámara de mi celular y me limpio la leve mancha de baba que dejé en mi mentón. Aun tengo un poco de ojeras y mi humor contrasta con el clima soleado de afuera.
Bajo del auto y mientras admiro la forma en la que los rayos de sol se colan por las ramas en lo alto de los pinos la camioneta de los Gardner estaciona a nuestro lado.
-¡Hermoso día!- Arthur, el padre de Thomas baja del coche seguido de su esposa. Del asiento de atrás baja Thomas con sus característicos jeans azul claro y una remera blanca seguido de una niña de pelo castaño riñéndolo.
-¡Thomas dame mi muñeca!- estira sus bracitos hacia el con sus pobladas cejas marrones fruncidas y Thomas la mira y se ríe. Luego de que ella forcejee y se queje varias veces más el cede y se la da.
La mirada del chico viaja hacia mi y me inspecciona de arriba a abajo, lo que me incomoda un poco. Me sonríe de costado haciendo presencia de sus hoyuelos pero cuando se está por acercar a mí una voz dentro de la camioneta lo detiene.
-¿Thomas? ¿Ya llegamos?- una suave voz pregunta y creo reconocer quien es, aunque nunca la he escuchado, pero no puede ser...Cuando veo una cabellera rubia bajar se me cae el alma a los pies y mi humor empeora. No lo puedo creer.
Los ojos de Thomas viajan a los míos y me sonríe algo temeroso de mi reacción, no quiero que sepa que la presencia de Annie me afecta asique sonrío y me acerco.
-Hola- digo y mi voz sale mas baja de lo que esperaba, miro a Thomas y luego a la hermosa chica frente a mi- tu debes ser Annie, soy Amy- me esfuerzo por que mi sonrisa sea verdadera y le estrecho la mano.
-¡Amy! Estaba ansiosa por conocerte, Thomas me ha hablado mucho de ti- su sonrisa dulce y su dentadura perfecta me hacen querer me trague la tierra. Mi autoestima acaba de bajar a -0, literalmente parece una Barbie.
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Don't break the promise (COMPLETA)
Teen Fiction-Lo prometimos- exclamo exasperada por no saber que debo hacer y por no entender la maraña de emociones que siento en este momento. -¡Eramos solo niños! Algunas promesas deben romperse- sus hermosos ojos avellana me miran desesperados y cargados de...