- Another Story -❶- TERMINADA (EDITANDO)

-Capitulo 1-

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-4 años antes-

Tenia clara cual iba a ser la reacción de su hermano mayor al contarle sobre la decision que habia tomado, obviamente despues de explicarle sobre el extraño encuentro que tuvo con aquel hombre y aquella oportunidad que le habia ofrecido.  Por su mente pasaban una y otra vez las palabras de aquel hombre y su promesa de darle a Rose algo que siempre habia deseado, una famila. Para ella la idea no era para nada descabellada pero para su hermano, Percy, era una total locura ¿Como iba a dejar ir a su hermanita menor con un hombre que nunca habia visto en su vida? ¡Era impensable, nadie en su sano juicio dejaria que eso pasara! 

—Rose, es... es ¡Una completa locura! —Dijo Percy escandalizado.— No puedes confiar de esa manera en alguien que apenas conoces.

—Pero Percy...

—¡Imposible! —Interrumpió Percy—. Rose eres la única de nuestra familia que me importa de verdad y que me aprecia... eres mi hermanita menor... no puedo permitir que algo te pase si te vas con el.

Rose tal vez no estaba pensando con claridad la situcion ¿Como podria? si tan solo era una niña. Lo unico que ella tenia claro era que no aguantaba vivir en aquella casa, no soportaria un dia mas de abusos y  discriminacion hacia ella, las bromas que sus hermanos le hacía cada vez se volvían más fuertes llegando a lastimarla en muchas ocasiones. Le dolía ver a Percy tan preocupado y nervioso, se sentía culpable de hacerlo sentir tan vulnerable pero Rose no podía aguantar más y ambos lo sabían.

—Percy, sabes que en esta casa no soy querida, solo por que no soy igual a todos ustedes —Dijo ella con un picor en sus ojos.—No... no aguanto más.

En parte era verdad, ella no era igual al resto de la familia, todos eran pelirrojos con ojos azules y piel blanca, ella tenía el cabello negro con ojos verdes que parecían océanos y piel bronceada, no se parecía nada a una Weasley.

—Tengo que soportar todos los días las bromas de Fred y George, las miradas de odio de Ginny, la ley del hielo que me hacen Bill y Charlie y ahora Ron me ve con frialdad —dijo con tristeza—. No quiero seguir viviendo así...

Percy miró el rostro de su hermana, estaba cansada, ya no tenia el brillo alegre de siempre, sus ojos estaban totalmente apagados. Ella a sufrido demasiado para su corta edad. Ella no merecía esto.

Percy suspiró tristemente.

—Tienes razón... tu no mereces esto, eres la persona más amable, simpática, valiente y leal que allá pisado este mundo —dijo mirando a los ojos de su hermana mientras se agachaba a su altura— Estoy y siempre estaré orgulloso de ser tu hermano... ¿Pero como puedo estar seguro que estarás bien con aquel hombre? Eres solo una niña, Rose

La menor no aguantó más y corrió a los brazos de su hermano y lo abrazó con fuerza. Ambos lloraban.

—Por favor confia en mi, Percy —Dijo Rose con un hilo de voz.— Te prometo que no me pasara nada.

Percy dudó. Aún no podia aceptarlo compltamente pero una cosa tenia claro, cualquier lugar era mejor para Rose que su propia casa. Se separo del abrazo para acariciar el cabello negro de su hermana menor.

—Siempre voy a quererte Rose, jamás vayas a olvidarlo.

—¿Siempre?

—Siempre.

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Rose sabia que no era la persona más inteligente del mundo, pero estaba muy orgullosa de su plan para escapar de casa.

Su plan consistía en robar uno de los libros de pociones de Bill y la varita de Charlie, después preparar una poción adormecedora y ponerla en la comida para la cena, pero para eso debería distraer a su madre y para hacerlo haría unos de sus grandes desastres, inundar el baño.

Cuando su madre este ocupada limpiando el desastre colocaría la poción y cuando llegue la hora de cenar y prueben la comida caerían en un profundo sueño, donde ella aprovecharía para tomar sus maletas y irse. El plan era simple, pero había un problema... ella no sabia hacer pociones, no podía leer el libro ya que posee dislexia y tampoco era la persona mas sigilosa del mundo para entrar al cuarto de sus hermanos para "tomar prestadas" sus cosas, esa era la habilidad de Fred y George, sus hermanos trillizos eran los maestros de las bromas y el salirse con la suya en varias ocasiones.

Rose golpeo varias veces su cabeza contra el suelo de su habitación. Había que aceptarlo, su plan era una basura. Suspiro y se llevo su mano al cuello donde tenía una hermosa cadenita de oro con una cocha de mar. Se la había dado aquel hombre, Poseidon, junto uno de esos lápices muggles. Le había dicho que el lápiz muggle era un arma que le serviría para "defenderse" y la cadenita era para avisarle que estaba lista para irse.

Rose se recostó en el piso y cerró los ojos. Se quedó un tiempo así antes de que tocaran la puerta. Ni siquiera contestó y siguió recostada en el suelo.

Volvieron a tocar.

Rose ni se inmutó.

Después de unos minutos la puerta se abrió de golpe, donde entraron cinco personas.

—Jamás vuelvas a ignorarnos, perdedora.

Rose ni siquiera se movió de donde estaba, hasta que recordó que su maleta estaba encima de la cama.

—¿Que haces con tu maleta Rose? ¿Acaso vas a algún lado? —Dijo George con una sonrisa maliciosa.

Rose abrió los ojos como platos y se levanto de un salto para recuperar su maleta. Pero antes de llegar a donde estaba George, alguien la tiro del pelo.

—¡Suéltenme! —Grito Rose. 

—Vas tener que aprender a respetarnos, cabeza de alga, a menos que no quieres que nuestros padres sepan que intentabas escapar ¿verdad? —Dijo Charlie, quien sujetaba muy fuerte su cabello.

—Creo que deberíamos enseñarle una lección—Dijo Bill sonriendo. Compartió una mirada con los demás y los demás también sonrieron.— Nuestro padres deberían saber lo mal que te portas Rose.

Charlie agarro  mas fuerte del cabello y saco a la menor de su habitación, cuando iban por las escaleras Rose sabia que iba a tener muchisimos problemas.