•Capitulo 68...•

2.3K 166 15
                                    

| 11 AÑOS DESPUÉS |

| Percy |

—¡Jackson! —murmuro una voz molesta.— ¿Estas escuchándome?

Salí de mi trance para mirar con desgano a Zeus.

—Claro que si, Drama Queen.

—¿Que es lo que dije entonces? —murmuró molesto.

Me acomode un poco incómoda en mi trono, sintiendo las mirada expectante de todos lo demás dioses.

—¿Tenias un grano en el trasero?

Apolo y Hermes comenzaron a reír por la cara de Zeus, mientras los demás se aguantaba la risa.

La drama queen bufo.

—¿Hija estas bien? —dijo mi padre mirándome preocupado e ignorando a Zeus.—Has estado muy pensativa estos días.

—No... no es nada, Papa —murmuré dedicándole una pequeña sonrisa.— Solo estoy un poco cansada.

—Mmm... yo creo que te hacen falta mucho cereales jovencita —dijo Demeter haciendo rodar lo ojos a la mayoría.

—Yo creo que deberías tomarte el día —dijo Atenea a mi lado.— siempre vas a aquí para allá, con cosas del campamento, entrenamientos, tus hijos, todos los niños del mundo... aparte también debe estar afectado tu embarazo. Deberías irte a casa a descansar un poco.

Atenea miró a Zeus esperando una respuesta de él.

—¿Quienes están a favor qué Jackson se tome el día?

Todos alzaron sus manos.

—Bien... puedes irte Jackson —Murmuro Zeus con desagrado.

Me encogí de hombro y me baje de mi trono regresando a mi estatura normal.

Me despedí de los dioses, mi padre y Atenea, les dije a ambos que hoy les esperábamos Andrew y yo para cenar.

Ellos estuvieron de acuerdo y salí de la sala de trono.

Suspiré cuando la puerta se cerró detrás mío y comencé a caminar a mi hogar.

Todo aquí era tan hermoso... gracias a Annabeth y Andrew, ellos hicieron un hermoso trabajo reconstruyendo este lugar... ni se diga el campamento.

Pero a pesar de ver todo este hermoso paisaje... yo no me sentía del todo bien.

A lo lejos vi la nueva construcción que se había añadido al Olimpo, La escuela para dioses menores. Allí pude ver a los hijos de mis amigos jugando con los míos.

Me acerqué hacia ellos y cuando mis hijos me vieron corrieron de inmediato hacia mi.

—¡Mamá!

—¡Hey! —dije sonriendo, mostrando que nada me sucedía.—¿Como están mis niños?

—¡Muy bien! —dijeron ambos al mismo tiempo.

- Another Story -❶-  TERMINADA (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora