✿CROSSOVER PERCY JACKSON Y HARRY POTTER✿
Rose no soporta más vivir con dolor.
Los dos hermanos más grandes la ignoran completamente,
otros dos le hacen bromas cada vez que podían,
su hermana pequeña siempre la mira con odio,
sus padres al parecer...
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Percy
Las horas pasaron, reímos, jugamos y comimos hasta reventar. Ya cuando estábamos cansados cada uno se fue a su cabaña. Con Andrew caminamos juntos hasta mi cabaña, nos cambiamos ropa y nos acurrucamos en mi cama, totalmente cansados.
—Buenas noches, listillo.
—Buena noches Sesos de alga —Dijo riendo besándome la frente.
Andrew al tocar la almohada se quedó dormido de inmediato, por mi parte me quedé despierta mirándolo.
Aún recuerdo la primera vez que lo hice, estábamos el lago de canoas, Annabeth se había ido a entrenar y nos quedamos en silencio. Vi por primera vez bien su rostro. Cabello rubio ondulado, ojos grises bonito e intimidantes y una sonrisa preciosa. Ahora no es solo eso... sigue teniendo el cabello rubio ondulado y los mismos ojos grises, la misma sonrisa, estaba mas alto y comenzó a tener músculos de tanto entrenar, pero lo que más me gustaba de el es su sabiduría y sus hermosos sentimientos.
Después de conocernos, en mi primera misión estuvo a mi lado y aún recuerdo lo que me dijo en ese camión que traficaba animales.
—Si no terminamos esta misión y los olímpicos se dividen en dos. Aunque mi madre probablemente esté del otro bando que tu padre, voy a luchar junto a ti... ¿Que importa la rivalidad de nuestros padres? Estando juntos seremos imparables, se aseguró que no me separaré de ti.
Y fue así el resto de los años, gracias a él todavía no me he derrumbado y sigo luchando.
Sonreí. El se quejaba de que babeaba cuando dormía, pero el también lo hace a veces. Sin despertarlo le di un suave beso en la mejilla y me dormí en su pecho tranquilamente.
Pero aquella paz no duró mucho.
—Rose —dijo una voz a mi lado—Despierta pequeña tonta.
Abrí los ojos lentamente y allí se encontraban mis hermanos. Fred y George.
—Venga levántate estupida—Dijo Fred sacándome las sabanas de encima—Nos mandaron a sacar los nomos del jardín, ve ahora.
—Háganlo ustedes—Dije dándome la vuelta para seguir durmiendo.
De repente sentí un tirón muy fuerte en mi cabello. Grite de dolor y ambos me mandaron a callar.
—Vas a hacer lo que nosotros digamos entendiste—Dijo George—¿Entendiste?
Asentí frenéticamente mientras intentaba que soltaran mi cabello. Finalmente me arrastraron fuera de la habitación y casi me tiran por la escaleras. Ambos rieron y me cerraron la puerta en la cara.
