✿CROSSOVER PERCY JACKSON Y HARRY POTTER✿
Rose no soporta más vivir con dolor.
Los dos hermanos más grandes la ignoran completamente,
otros dos le hacen bromas cada vez que podían,
su hermana pequeña siempre la mira con odio,
sus padres al parecer...
Nuevamente volvimos a aparecer en un lugar totalmente diferente, está vez no era un campo, si no un callejón sucio. Hice una mueca al ver que pise un charco de lodo.
—Sígueme, las ratas nos miraron de mala forma.
Reí sacudiendo mi pie para sacar algo de lodo y seguí a mi papá hacia la salida.
Y realmente no esperaba con lo que iba a encontrarme.
—New York —Murmure asombrada, mirando a mi alrededor, cientos de edificios se mostraban alrededor mío.
Era otro aire, otra vida. Vi los nombres de las calles que estaban cerca de nosotros "Fifth ave'' y ''West 34th Street'' Mire a mi padre, el veía con una sonrisa a un edificio en particular.
—Papá —dije llamando su atención.— ¿Cual es ese edificio?
—Es el Empire State, allí se encuentra el Olimpo... el hogar de los dioses.—Dijo mi padre.— Donde tendrás que ir en el elevador hasta el piso 600 para llegar.
—Wow ¿Allí es donde iremos ahora?
—Gracias a los dioses que no —Dijo disgustado. Fruncí el ceño ante tal cambio de animo—Vamos a ir donde una vieja amiga.
—¿Sally? — Mi padre asintio— ¡Yupi!
Mi padre camino hasta estar cerca de la calle y paro a uno de esos autos amarillos que se veían mucho en las calles. Me hizo una seña para que subiera y así lo hice.
–Este ciento cuatro y la primera —le dijo mi padre al conductor.
Cuando comenzamos a avanzar, mi mente y visión se perdieron en la hermosa ciudad en la que estaba. Miles de edificios se hallaban a nuestro alrededor. Era algo completamente distinto donde vivía con los Weasley.
Pasamos por muchas calles hasta que nos fuimos deteniendo frente a un edificio. Mi padre le pago al conductor y se bajó conmigo siguiéndolo de cerca.
—¿Estas lista?—me dijo mi padre.
Lo miré.
¿Estaba lista? La respuesta era no¿Cómo podía estar lista para un cambio tan drástico en mi vida? ¿De pasar de magos y magia a dioses y mitología? No tenía respuesta para eso, pero tenía que arriesgarme.
—Si, claro. Vamos Papá.
Me sonrió y comenzó a caminar, yo lo seguí. Entramos al edificio y subimos al ascensor. Después de un rato salimos y mi padre se plantó frente a una puerta. Lo mire, lucía nervioso, pero por fin tocó la puerta. Después de unos minutos, pasos se escuchaban al otro lado de la puerta. Detrás de esta estaba una mujer de pelo castaño y unos ojos azules muy bonitos.
Ella era Sally Jackson, la mujer con la cual mi padre estaba profundamente enamorado.
—Poseidon —Dijo Sally en un suspiro.
—Ho... hola Sally —dijo nervioso mi padre.
—¿Que haces aquí? —Dijo Sally.
Mire a mi padre, lucia más nervioso cuando Sally pronunciaba una palabra.
—Ehh... este... vine...—Dijo tartamudeando.
—Hola —Dije interrumpiéndolo— Soy Percy.
Sally me miró y después miro a Poseidon, me sonrió. Su sonrisa era tan cálida y maternal. La que nunca pude ver en Molly.
—Déjame adivinar —Sally se agachó a mi altura y acaricio mi mejilla— Ella es tu hija.
No sonaba nada como una pregunta, sino más como una afirmación. Su mano en mi rostro se sentía tan suave y llena de amor, estaba apunto que me ponía a llorar ahí mismo.
—...Eh... ¡Si! —Dijo saliendo de un trance mi padre—Ella es mi hija, Persephone.
Salí de mi burbuja por las caricias de Sally en mi rostro para fruncir el ceño a mi padre.
—Bueno pasen y me cuentan a qué vinieron—Sally se hizo a un lado con una sonrisa, dejando espacio para que entremos— Tengo galletas en el horno.
★════◈◈◈◈◈◈◈◈════★
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
★════◈◈◈◈◈◈◈◈════★
—Wow —Ella se sorprendió—No puedo creer que hayas sufrido todo eso pequeña. Es inaceptable.
Con mi padre le habíamos contado todo lo que había pasado y mi experiencia con los Weasley.
—Lo sé —Mi padre lucía enojado— Pero tengo un pequeño problema... sabes que soy... lo que soy y debido a las antiguas leyes no puedo estar con Percy mucho tiempo... así que quería pedirte...
—Que yo la cuidé, ¿Verdad? —interrumpió Sally sonriendo. Mi padre asintió como un bobo. Ella me miró y su sonrisa se ancho mucho más.— Sería un gusto cuidar de esta criatura.
Sonreí y me lancé a darle un abrazo.
—¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! —Dije emocionada. Ella reía mientras me devolvía el abrazo.
Después de unos segundos mi padre también se había unido a las risas y al abrazo.
Tenía una familia. Una de verdad y haré lo que sea para protegerla.