✿CROSSOVER PERCY JACKSON Y HARRY POTTER✿
Rose no soporta más vivir con dolor.
Los dos hermanos más grandes la ignoran completamente,
otros dos le hacen bromas cada vez que podían,
su hermana pequeña siempre la mira con odio,
sus padres al parecer...
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Percy
Cuando llegue a casa en lo único que podía pensar era en la Señora Dodds. La imagen de ella transformándose en una furia y atacándome furiosamente pasaba por mi mente 24/7.
Durante el resto del curso, mi mente estaba empeñada a llamar a la Señora Kerr.-Una rubia alegre.- Señora Dodds y los estudiantes me miraban como si fuese un loca. Al parecer casi todos habían olvidado la existencia de la Señora Dodds
Casi todos.
Grover no podía engañarme. Cuando le mencionaba el nombre Dodds vacilaba una fracción de segundo antes de asegurar que no existía. Pero yo sabia que mentía. Algo le estaba pasando. Había algo que el sabia. Aunque no tenia mucho tiempo para pensar en eso debido que por las noches las terribles visiones de la señora Dodds con garras y alas coriáceas me despertaban entre sudores fríos. Mi papá me dijo que eso pasa con tu primer monstruo, nunca puedes olvidarlo.
El clima seguía enloquecido, cosa que no mejoraba mi ánimo.
Unos días más tarde, el mayor tornado que se recuerda en el valle del Hudson pasó a sólo ochenta kilómetros de mi escuela. Uno de los sucesos de actualidad que estudiamos en la clase de sociales fue el inusual número de aviones caídos en el Atlántico aquel año.
Empecé a sentirme malhumorada e irritable la mayor parte del tiempo. Mis notas bajaron de insuficiente a muy deficiente. Me peleé más con Nataniel Bobofit y sus amigos, y en casi todas las clases acababa castigada en el pasillo. Al final, cuando el profesor de inglés, el señor Nico me preguntó por millonésima vez cómo podia ser tan perezosa que ni siquiera estudiaba para los exámenes de deletrear, salté.
Le llamé viejo ebrio.
No estaba segura de qué significaba, pero sonaba bien.
A la semana siguiente el director envió una carta a mi madre, dándole asi rango oficial: el próximo año no seria invitada a volver a matricularme en la academia Yancy.
«Mejor me dije, Mejor».
Quería estar con mi madre hasta que me encuentre una nueva escuela, lo único molesto eran nuestro vecino con sus malditas partidas de poker. No obstante, había cosas de Yancy que echaria de menos.
La vista de los bosques, el río Hudson en la distancia, el aroma a pinos. Echaria de menos a Grover, que había sido un buen amigo aunque fuera un poco raro; me preocupaba cómo sobreviviría el año siguiente sin mi. También echaria de menos la clase de latin: las locas competiciones del señor Brunner y su fe en que yo podía hacerlo bien.
