- Another Story -❶- TERMINADA (EDITANDO)

-Capitulo 2-

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Rose

Charlie me sujetaba el cabello con tanta fuerza que hacia que mis ojos lagrimearan. Mientras me arrastraban por las escaleras los demás llamaban a nuestros padres, quienes nos vieron bajar desde el comedor.

—Padres nuestros, les tenemos algo que contar —dijo Fred agarrando mi brazo derecho con fuerza.

—Si, algo sobre nuestra querida hermana —dijo George haciendo lo mismo pero con el izquierdo.

Y comenzaron a contarles cosas que ellos mismos habían echo para inculparme, cosas que si había echo pero exagerando y terminaron por contarles acerca de mi plan de huir. Debieron hacer mucho ruido ya que Percy y Ron bajaron corriendo por las escaleras.

Percy me vio y corrió directamente hacia mi.

—¡Rose! —Dijo mientras corría, pero Charlie y Bill le detuvieron el paso sujetandolo—¡Suéltenme! ¡Rose!

Percy luchaba para librarse del agarre, pero era inútil. Ron estaba a los pies de la escalera con Ginny en brazos, miraba la escena con frialdad, como sino le importara. Levante mi mirada hacia mis padres tenían una cara totalmente furiosa. Se acercaron con pasos furiosos y mi padre me golpeo en la mejilla. Solloce, pero no llore, no podía, estaba en un estado de shock.

Mire a Percy, quien estaba mirándome con preocupación y terror.

Los golpes siguieron, una y otra vez. Lo único que se podía escuchar eran los gritos de mi padre, sus golpes y los gritos desesperados de Percy. Mis hermanos se mantenían en silenció pero por los golpes que recibía no podía ver la expresión en sus rostros.

—¡PAPA LA VAS A MATAR! ¡SUELTALA YA!

—¡Cállate Percy!

Mi vista comenzaba a hacerse más borrosa. Sentía como mi cuerpo fallaba por cada golpe y el aire comenzaba a faltarme. No podía pensar en nada en ese momento lo único que se es que me estampé contra el suelo perdiendo todo el conocimiento.

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No sabía cuando tiempo había pasado desde que me desmaye, pero desperté por una fuerte luz que llegó a mi rostro.

—¿Dónde estoy...? —Murmure sin esperar respuesta de nadie. Me sentía impresionada por el hermoso paisaje frente a mí, dónde el mar era la principal obra de arte.—Esto es...

—¿Hermoso verdad? —dijo una voz a mis espaldas.

Era aquel hombre, el que me ofreció una nueva oportunidad de vida.

—Si—Dije algo ida— ¿Como llegue aquí?—Pregunte confundida. El hombre me mostró una pequeña sonrisa.—¿Usted me salvó?

—Asi es Rose, yo te salve. No iba a permitir que te siguieran dañando de esa forma y del como llegaste aquí hay mucho que tengo que explicarte— comenzó a caminar hacia la orilla del acantilado y se sentó—Ven, siéntate conmigo.

Caminé a paso lento y me sente un poco lejos de el.

—Entonces...—dije alargando las ultimas palabras.

—Bueno, como sabes mi nombre es Poseidon.

—¿Como el dios griego?—interrumpí. Me sonrió y asintió.

—Si... de echo yo soy el.

—Me estas jodiendo, ¿Verdad?—dije sin pensar— ¿Me esta diciendo que usted es un dios?

—Si

—¿Un dios? ¿usted?

—Si y tu eres mi hija —dijo como si nada, pero antes de que abriera la boca, el hablo.— Mejor voy a contarte una historia. Cuando tu madre estaba embarazada de ti, logre ver algo en ti, sentía una conexión contigo, ibas a nacer como todos tus hermanos, pero no, yo te hice mi hija antes que nacieras, tienes mi sangre en tu venas, por que quiero que seas la hija que nunca pude tener.

—Pero... ¿por que yo? hay mas niña en el mundo, ¿por que de todas esas me elegiste a mi?

—Ya te lo dije, sentí una conexión contigo.

—Vaya...entonces...¿soy hija de un dios?

—Si.

No sabia que mas decir, puedo creer que el sea un dios, osea provengo de una familia de magos quienes habitan en un mundo mágico donde hay criaturas mágicas y ocupan palos para hacer magia, no nada fuera de lo normal.

Ninguno de los dos hablo por un buen momento, hasta que el hablo de nuevo.

—Quiero que vengas conmigo, a New York.

—¿A New York?—pregunte viéndolo confundida.

—Allí esta el Campamento de los hijos de los dioses o semidioses, que es el termino correcto.—Me explicó— He visto como esos mortales te tratan, tu mereces algo mejor.

Me miró, esperando una respuesta. Yo no sabia que decir, es obvio que iba a aceptar, ya no tenia a donde ir. Poseidon tenia una cálida sonrisa que me hacia estar en casa, ahora comprendo por que me sentía tan bien en el agua... yo era hija de un dios y no cualquier dios, sino Poseidon el dios de mar.

—Se que es difícil de digerir, pero prometo ser el padre que nunca tuviste, prometo darte el amor paternal que tanto quisiste. Pero quiero que tu me prometas algo. Prométeme que no dejarás que nadie te lastime. No quiero verte sufrir de nuevo.

Lo mire a los ojos y supe que decía la verdad. Me lance hacia el y lo abracé, con lágrimas en los ojos le dije.

—Gracias... padre, prometo no defraudarte.—Dije abrazándolo con mas fuerza.

El tomo por sorpresa mi abrazo y el que lo haya llamado "padre" pero no tardo en abrazarme también.

—Se que no lo harás, confío en ti, mas de lo que crees.