✿CROSSOVER PERCY JACKSON Y HARRY POTTER✿
Rose no soporta más vivir con dolor.
Los dos hermanos más grandes la ignoran completamente,
otros dos le hacen bromas cada vez que podían,
su hermana pequeña siempre la mira con odio,
sus padres al parecer...
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Percy
Mientras caminábamos no podía evitar ponerme nerviosa al lado de Grover, después de que viéramos a las Moiras no paraba de mirarme como si estuviera muerta y no paraba de refunfuñar: «¿Por que siempre pasa lo mismo?», «¿Por que siempre tiene que ser en sexto?» y «¿Tulipanes azules?».
Así fue el resto del camino.
Llegamos a mi apartamento y nos despedimos.
Unas palabras sobre mi madre antes de que la conozcas.
Sé que ya lo hiciste, pero no me importa.
Se llama Sally Jackson y es la persona más buena del mundo, lo que demuestra mi teoria de que los mejores son los que tienen peor suerte. Sus padres murieron en un accidente aéreo cuando tenía cinco años, y la crió un tio que no se ocupaba demasiado de ella. Fue a Hogwarts cuando cumplió los 11 años y allí es donde conoció a mi papá. Quería ser aurora después de terminar Hogwarts, pero entonces su tio enfermó de cáncer, por lo que tuvo que dejar Londres y venir a Estado Unidos. Cuando murió, se quedó sin dinero, sin familia y sin trabajo soñado.
Los únicos buenos momentos fueron cuando conoció a mi padre. Mi padre tardo años para conquistarla, lo logro, pero mi mamá vino aquí después de saber que era un dios y su tío enfermo.
Solo llegaron a ser novios, pero a nada más, después mi padre la encontró de nuevo, pero ambos sabían que nunca podrían estar juntos.
Después mi padre llegó conmigo y ellos salían de vez en cuándo, pero se notaba el amor que ellos tenían.
Ella trabajaba en empleos irregulares, asistia a clases nocturnas para conseguir su título de bachillerato. Jamás se quejaba o se enfadaba, ni siquiera una vez, pese a que yo no era una chica fácil. Lo único malo de nuestra vida tenia nombre y apellido, Gabe Ugliano, el tío era nuestro vecino y siempre tenia en la televisión el canal de deportes ESPN a todo volumen.
Cuando llegue, le puse el mote de Gabe el Apestoso. Lo siento, pero es verdad. El tipo olia a pizza de ajo enmohecida envuelta en pantalones de gimnasio.
El tio le hacia la vida imposible a mi mamá, la manera en que la trataba y en como quería aprovecharse, el modo en que él y yo nos llevábamos... En fin, mi llegada a casa es un buen ejemplo. Salí del elevador con la esperanza de que mi madre hubiera vuelto del trabajo. En cambio me encontré a Gabe el Apestoso con la puerta abierta de su apartamento jugando al póquer con sus amigotes.
Había patatas fritas y latas de cerveza desperdigadas por toda la alfombra. El me vio y él desde el otro lado del puro:
