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En algún lugar de Venecia, Italia

Llamen a la jefa, se pondrá muy feliz de ver esto.

— Q-Que, que me me van a hacer, SUELTENME

— Calladito bonito, no me obligues a ponerme agresivo.

tenia una venda en mis ojos no podía ver absolutamente nada, ni sabía en donde estaba, no sabía quién eran todas estas personas, lo ultimo que recuerdo es estar en el bosque con Cárter, despertar luego en una habitación muy oscura donde había más jóvenes, más o menos de mi edad, atados de piernas y manos a sillas o postes, dos hombres custodiaban la puerta y nos dieron comida. Era un asco, pan duro y con una pasta algo rara que dijeron que era avena, no comí nada, luego de una noche, por la mañana, uno de ellos recibió una señal por radio y me vendaron los ojos y pusieron cloroformo en mi boca. Me desperté en un bote entre dos hombres muy corpulentos, bajamos en una casa que estaban echa ruinas, subimos por unas escaleras no sé si varios pisos o solo uno, pero se sintieron eternas, y ahora estoy aquí, en una habitación puestos en fila de rodillas con más jóvenes, esperando a la supuesta "jefa".

— ah vaya chicos, esta ves se superaron, si si si, se ven sanos y fuertes, todos mis chicos, si se ganaron su día de descanso- hablo una mujer que al escuchar su voz me dieron escalofríos y no se porque no la reconocí hasta que me quito la venda- No lo puedo creer- si, si era ella.

— Ti-Tía, Tia Artemis?- los recuerdos de aquella tarde vinieron a mi mente.

-Flashback-

—Aléjate Artemis no te permitiré llevarte a mi sobrino, estás rodeada lo mejor será que te entregues, las manos donde pueda verlas

Mi tío, Ray Rayment, era un oficial de policía di mi vecindario y justamente pasaba por el callejón donde su hermana, mi tía...... me estaba intentando secuestrarlo, más tarde entendí que mi tía era una mujer del mala vida y quería venderme al mejor postor, con tan solo diez años y el argumento que le dio a la corte fue que, era un niño especial, mis ojos valdrían mucho en le mercado, si, tenía heterocromia, pero no le veía nada en especial, en fin, mi tía se alejó de mí y mi tío corrió hacia mi y me abrazo dándole la espalda a mi tía.

— Estas bien Jonah?, háblame Niño

— Tío ella....

— no no, ya no te preocupes.

— TÍO

Llegaron dos hombre, se veía que lo tenía todo planeado, tres tiros, una en la cabeza y dos en la espalda, mi tío se desplomó en mis brazos, mi tía  solo sonrió y dijo que volvería por mi, meses después la atraparon y pago por lo que hizo, no perdí solo a mi tío esa tarde, también a mi tía, quien era mi segunda madre antes de ese día y como no tenía hijos yo era como su hijo.
Llore por meses y con los años olvide lo sucedido, lo reprimí en mi cerebro, para no recordar ni a mi tío, ni a ese ser que me hizo tanto daño

Fin del Flashback

Las lágrimas corrieron por mis mejillas, no pude retenerlas, son las que también se reprimieron en mi cerebro cuando quise olvidar lo sucedió.

— Ya ya chiquito, aquí está tu tía- Me abrazo y me repugnaba

— SUELTAME MONSTRUO- ella se apartó de mí con gesto severo.

— esa no es forma de hablarle a tu tía.

— tú no eres mi tía, ni mi familia, no eres nadie, MONSTRUO- las lágrimas de impotencia seguían corriendo por mis mejillas, no podía detenerlas.

BullyingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora