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Jonah en casa, antes de hablar con Cárter.

La señora y el señor Rayment entraron a su casa con su hijo, cada uno sujetándolo de un brazo, él mantenía la cabeza gacha y un leve temblor invadía todo su cuerpo, aún llevaba la ropa manchada de sangre casi que al completo, fueron a la sala y  su madre se sentó a su lado, mientras su padre buscaba a sus hermanos.

— Jonah...- con mucha delicadeza puso el cabello de su hijo tras su oreja-...

El chico la abrazo sin dejarla decir una palabra más, la abrazo tan fuerte que casi la deja sin aire pero su madre no lo apartó, lo abrazo aún más fuerte y rompieron el llanto. El chico ocultaba su rostro me le pecho de madre y ella puso su barbilla en su hombro, sobaba su espalda con micha delicadeza, hasta que Jonah tuvo el valor de hablar.

— Mamá, nunca me vuelvas a dejar solo- apretaba la ropa de su madre en sus manos como si en algún momento fuera a desaparecer- no me dejes mamá- hablaba con una voz ronca envuelto el lagrimas.

— hijo de mi vida- suscribo sus mejillas y se pusieron frente con frente- no abra nada en este mundo que te vuelva a hacer daño, oíste mi pequeño, aquí está mamá- seguía acariciando su espalda cuando su esposo e hijos entraron en la sala. Lili fue la primera en acercarse.

— Jo....HERMANO!- se abalanzó sobre le aparentándolo muy fuerte- Matare a esa perra.

— Lili!- la reprendió su madre mientras secaba su lágrimas.

— perdón, matare a esa persona no buena merecedora de todo lo malo en este mundo.

— jaja- rio levemente su hermano con los ojos rojos y en su pálido rostro una fina sonrisa- tu y tus ocurrencias- besó las lagrimas que caían de los ojos de su hermana- ya estoy aquí, y estoy bien-beso ahora su mejilla para levantarse.

Su madre lo miraba con melancolía, desde Niño era así, siempre anteponiendo la felicidad de sus hermanos antes que la de el, con la única que se desahogaban de su dolor y sufrir era su madre, ella secó cada lágrima, consoló cada tristeza y arregló cada problema que hacía mal a su hijo, sin sus hermanos se dieron cuenta.

—.....- Jena se acercó sin decirle nada y lo abrazo. Este tuvo que agacharse para poder besar su cabeza- también te extrañe Jena. Esta se puso de puntillas y le susurró a su hermano.

— la mataste?- todos se habían fijado en su ropa pero nadie quería comentar nada para no empeorar las cosas, pero Jena es.... Jena.

— ella no volverá a molestarme- volvió a besarla y detrás de ella estaba su mellizo.

— que bueno que ya estás aquí Jonah- su hermana mirándose los pies le dijo- te extrañamos.

— también te amo hermano y yo también te extrañé- lo toma de su camiseta y lo abraza susurrándole- creíste que te desearías de mi jaja- el menor sonríe un poco y se va la lado de su madre.

— Hijo- si padre siempre tan serio y poco expresivo se acercaba a él- Hijo mío- lo abrazo, por primera vez en mucho tiempo, sorprendiendo a todos- nadie más volverá a hacerte daño, NADIE MÁS- ahora hablo más bajo para que solo ellos escucharan- Me alegra que te hayas encargado de eso.

La familia se quedó en la sala, hablando de nada importante, solo de temas cotidianos, de la casa y cosas así, Jonah no habla mucho, solo asentía con la cabeza o decís "si" "no" y "mmm", de vez en cuando. Sus hermanos se fueron a sus habitaciones, por orden de sus padres, ya entrada la media noche, todo se mantuvo en silencio unos minutos hasta que su padre le preguntó.

— Hijo necesitamos que seas honesto, qué sucedió? Solo si quieres hablar, no te presionaré, pero...

— fue horrible, ella.... ella- le temblaba el labio mientras intentaba articular alguna palabra- ella abuso de mi- agachó aún más su cabeza y sus lágrimas caían con más intensidad- ella....- todo su cuerpo temblaba. Su madre quien apretaba los puños de impotencia lo atrajo fuerte contra su pecho.

BullyingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora