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Winwin la condujo hasta distintas salas del primer piso que ya había visto anteriormente, como la de karaoke, que fue en la que se encontró a un grupo numeroso de hombres extranjeros con Ten como su host. El chico no hacía comentarios innecesarios, más que informarle, y solo le explicó que las salas de karaoke componían las de precio más bajo.

Tambén le enseño las salas golden, que eran como una pequeña habitación de hotel de cuatro estrellas, las cuales estaban junto a las de karaoke, pero eran más caras. Dai Lin se limitó a asentirle sin preguntar aunque tenía curiosidad por saber para qué un cliente alquilaría una habitación de hotel con uno de ellos si no era para un solo propósito, por mucho que Lucas le hubiera dicho que no eran prostitutos. No era pensar mal, sino de lógica.

Después le siguió hasta el segundo piso, donde se encontraban las habitaciones VIP, las cuales eran como las golden pero más grandes y caras, con más muebles y una cama enorme. También tenían unas increíbles vistas a la ciudad, ya que estaban acristaladas.

Fueron una por una hasta llegar a la del final del pasillo, donde se había producido el accidente de la pecera la noche pasada. Los cristales del suelo habían sido removidos y la pecera rota ya no estaba. A parte, habían limpiado las gotas de sangre de la nariz de Lucas del suelo y el sofá. Parecía que todo hubiese sido como un sueño que jamás había ocurrido.

Winwin se puso frente al ventanal, observando los grandes rascacielos y el sol que reflejaba en sus cristales, iluminando la habitación.

— Oye, Winwin,— dijo ella, posicionándose a su lado— ¿sabes qué es exactamente lo que tengo que hacer yo?

— No sé cuales son los planes de Lucas o Kun pero creo que serás host.

— Y a ti... ¿te parece bien?

— ¿A mí?— el chico se volvió hacia ella, pero cuando vio que Dai Lin le estaba mirando, apartó la vista al cristal de nuevo y sonrió— Le diste una paliza a Lucas nada más conocerle, por lo que tienes mi respeto. Muchas veces se le puede ir la lengua. Además me parece curioso que una chica de tu edad se gane la vida vendiendo droga tan fácilmente.

— De mi... ¿edad? ¿Cuántos años tienes tú?

— Veinticuatro.

— Perdón, ¡¿has dicho veinticuatro?!

— Sí. ¿Cuántos pensabas que tenía?

— ¿Veintidós...? No sé, pero seguro que menos, de verdad. ¿En serio tienes veinticuatro o me estás tomando el pelo?

— ¿Y por qué haría yo eso?— Se rió Winwin al ver el reflejo en el cristal de la cara de sorpresa y confusión de Dai Lin.

— Yo tengo veinte.

— Sí, ya me lo imaginaba.

— ¿Entonces, tú eres el mayor, cierto? Tiene que ser una verdadera carga tener que cuidar de todos ellos.

— Ah, no, te equivocas. Kun y Ten tienen veinticinco años, por lo que son los mayores. Yo estoy en el medio, así que quiero pensar que soy como el hilo que nos une.

Dai Lin no lo veía, pero a medida que hablaba más con Winwin, más le intrigaba saber sobre él. La había tratado como una chica normal, como si su trabajo no fuera todo lo que podía ver sobre ella, como la gente solía hacer, y eso le parecía agradable.

— Lin, ¿verdad?

Winwin se giró hacia ella, mirándola a los ojos y se levantó una mano para colocarse un mechón de pelo detrás de la oreja. Entonces se dio cuenta de que las orejas del chico acababan en punta y se sorprendió.

El Host || WayV「Lucas」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora