Dai Lin salió hacia el club dejando a Mei fregando los platos para que ella no llegara tarde. Pero lo cierto era que Yanmei también tenía una cita importante.
Cuando acabó, fue a su habitación para vestirse con unos vaqueros largos de talle alto, un chocker fino de terciopelo y un top a rayas que le venía por encima del ombligo. Cogió un bolso pequeño negro con correa larga y lo cargó en su hombro.
Antes de irse, escribió una pequeña nota de que iba a salir y la pasó por debajo de la puerta del cuarto de su tercera compañera de piso, que estaba oscuro y en completo silencio, pero debía hacerlo cada vez que se iba para avisarle de que se quedaba sola.
Después salió del piso y bajó las escaleras hasta salir por la puerta principal del edificio, encontrándose con el cartero. Mei lo saludó con la cabeza y trató de salir lo más rápido que pudo, pero el hombre le habló, interponiéndose entre ella y la salida.
— Yanmei, buenos días. Qué guapa te has puesto hoy.
Era un hombre que, desde que se habían mudado allí, trataba de ligar con ella de la manera más penosa posible. Además de que tenía como unos treinta y cinco años y ella tan solo veintidós.
Mei se giró hacia él de brazos cruzados y mordiéndose la mejilla dentro de la boca. Su expresión decía que estaba a punto de asesinar a alguien con su lengua afilada, pero el hombre solo veía su exterior.
— Soy menor de edad.— Mintió para deshacerse de él.— Qué asco.
— Ya sé que no lo eres.— El hombre dejó de meter las cartas de su bolsa en los buzones de la pared y se dirigió hacia ella.— No te hagas la difícil...
— Dedícate a repartir las cartas si no quieres que te reparta una denuncia por acoso.
Mei le enseñó los dos dedos de en medio y se largó de allí, molesta por la calle, antes de que el hombre pudiera responderle. Evitaba las miradas de las personas que pasaban por su lado, las cuales siempre fijaban sus ojos en ella ya fuera por la manera en la que vestía o su cuerpo. Ella tenía curvas, no era ni delgada ni gorda, pero le gustaba enseñarlas de una manera no descarada pero tampoco bien vista por la sociedad china. Así que siempre llamaba la atención, le gustase o no, a donde quiera que fuera.
De pronto, escuchó una bonita melodía de piano que captó su atención. Yanmei miró hacia todos los lados para ver de dónde provenía, pero no localizó a ningún artista callejero cerca de dónde estaba.
Entonces, caminando un poco más, se dio cuenta de que provenía de un lugar subterráneo. Vio el cartel de la entrada, era un pequeño microteatro y estaba abierto al público. Se sorprendió de que hubiera algo como eso en su barrio y ella no lo hubiese sabido hasta ese momento.
Era una música tan hipnotizante que Mei se dejó llevar por ella, bajando las escaleras de la entrada hasta llegar a una sala oscura llena de butacas vacías y un escenario.
Vio que alguien estaba tocando encima del escenario cuando abrió la puerta para entrar, así que se agachó para no molestar. Cruzó los asientos de la penúltima fila hasta sentarse en uno cerca de la puerta. Se tiró en él y puso los pies en el asiento de delante, más cómoda para escuchar el espectáculo.
Con una luz tenue que iluminaba su rostro, había un chico de pelo castaño repeinado, vestido con traje. Con los ojos cerrados, movía sus dedos por las teclas con suavidad y precisión, formando sonidos preciosos.
Mei se alegró de haberlo encontrado por casualidad y sonrió.
Cuando el chico acabó de tocar, abrió los ojos poco a poco, y cerró el piano. Había algo en su expresión que Mei no pudo descifrar, como si hubiese estado tocando para alguien todo ese tiempo, pero esa persona no estaba allí.
Solo le estaba escuchando ella.
El chico se levantó para salir del escenario detrás de las cortinas, sin darse cuenta de que Mei estaba sentada como público. Entonces supuso que debía decirle algo, así que le dijo con voz potente para que le escuchase:
— Eh, ¡tú!
Kun se asustó y miró hacia las butacas, pero el foco era tan potente que no veía quién le había gritado. Se acercó más al filo del escenario, tapándose la cara de la luz con su mano, alarmado. Fijó bien la vista y la vio ponerse de pie.
— Eso ha sonado muy bien.
— Pensaba que estaba solo. Juraría que había cerrado la puerta...
Yanmei se acercó por el pasillo para verle mejor y acabó bajo el escenario. Entonces pudo ver cómo eran los rasgos de su rostro más de cerca y se sorprendió, pero lo ocultó bien.
— Pues no. Si tocas así de bien, atraes a la gente. A mí. Es sencillo.
Kun se quedó mirándole por unos segundos, sin saber qué responder. Después bajó la mano y se giró de nuevo hacia las cortinas.
— Perdona. No debería haber venido.
— ¡Espera! ¿Cómo te llamas?
Él salió corriendo hasta desaparecer tras las cortinas, en la oscuridad, y Mei no pudo obtener la respuesta que quería. Le pareció un chico un tanto extraño, pero le gustó que tocara tan bien el piano y, sin engañarse a ella misma, el chico le pareció muy guapo.
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El Host || WayV「Lucas」
FanficLucas es el Host número uno de toda China. Un chico que pasó de la pobreza extrema a ser uno de los jóvenes con más dinero del país. Dai Lin es una chica que escapa de su adinerada y cómoda vida anterior, a una más humilde y de clase baja, convirti...