El Host || WayV「Lucas」

Final pt.1

Al día siguiente, Lucas le propuso una cita formal y la acompañó en coche a su casa para que pudiera cambiarse y arreglarse un poco. Después lo dejaron allí aparcado y fueron a una cafetería, sintiéndose las personas más normales del mundo después de todo lo que había pasado.

Lucas se quedó mirando la carta durante unos largos minutos, indeciso por lo que tomar, por lo que Dai Lin tomó la decisión de pedir lo mismo para ambos, un café expreso con mucho hielo.

Al principio solo se quedaron mirándose incómodamente sin saber de qué hablar, Lin jugando con la pajita, removiendo los hielos en la bebida y Lucas tomando largos sorbos.

— ¿Oye, que pasó con la pecera?— Preguntó de pronto ella, sorprendiendo al chico, que dejó de beber.

— ¿La pecera? No sé, ¿acaso importa ahora?

— Ya, pero me da curiosidad.

Dai Lin se encogió de hombros, con la mirada clavada en uno de los posters de películas que habían colgados en la pared junto a su mesa y se puso los mechones de pelo morados detrás de las orejas.

— Pues... no creo que nadie la acabe reemplazando ahora.

Ella sonrió de medio lado y Lucas se dio por satisfecho tras haberle sacado una sonrisa, volviendo a centrarse en terminar su café. Sin embargo, Lin no quería dar el tema por terminado ya que le picaba demasiado la curiosidad. Se inclinó un poco hacia adelante, dándole importancia, así que Lucas, viendo sus intenciones,

— Oye, ¿pero te importaba tanto?

— Al principio sí me importaba, pero después fui ganando el interés en otra cosa.

— ¿En mí?— Ante la cursilada, Lin apretó los dientes con cara de asco.— Vas a hacer que te pegue un puñetazo en la na–

— ¿Puedes acabarte el café?— La interrumpió él, alzando su vaso y metiéndole la pajita en la boca.— Si estamos demasiado tiempo nos harán pedir otra cosa.

— ¿En serio, Lucas? ¿Acaso los vas a pagar tú?

— No llevo dinero suelto.

— Qué fuerte, ¡si estás forrado! En serio, ¿por qué tienes tanta prisa en acabar pronto?

— Tengo algo que hacer.

— ¿El qué?

— Volver contigo a casa.

Dai Lin, pensando en la propuesta indecente de su novio, el cual pensaba que se sentía con ganas, se ruborizó de que lo hubiera dicho tan alto y claro, sin nada de discreción.

— Oye, ¿sabes que a parte de meternos en la cama podemos hacer otras cosas, verdad?

— No lo digo por eso.— Le quitó importancia él, con una mano, hasta que se dio cuenta de lo que ella había preguntado y alzó una ceja, mirándola fijamente.— ¿En qué estabas pensando tú?

— ¿Yo? Eres tú el que lo ha dicho así. ¿Por qué querrías sino volver conmigo a casa tan pronto por la mañana, para acompañarme a la puerta y darme un beso de buenas noches?

Lucas pidió la cuenta, la cual terminó pagando Lin porque realmente Lucas no llevaba dinero suelto en los bolsillos ni en la bandana, aunque a ella no le importó.

Cuando el camarero se lo llevó, dándoles las gracias, Lucas no perdió el tiempo en cogerla de la mano, muy cerca de él y dar un lento paseo de regreso a casa. Una gran sonrisa iluminaba el rostro del chico, contento de por fin poder pasear con su novia. Dai Lin se dio cuenta del detalle y decidió burlarse un poco de él.

— Aaah, así que por eso querías llevarme a casa. Ya te veo.

— ¿Qué? Solo quiero caminar contigo por la calle, cogidos de la mano. Hace un bonito día...

— ¿A ti qué te pasa? Parece que el ovni del amor te haya abducido para meterte pensamientos tontos en la cabeza.

— Bueno, tú no eres mucho mejor.— Le dijo cayendo en su trampa, contestándole con sorna.— Que desde que estamos juntos solo piensas en una cosa.

Dai Lin le apretó la mano a Lucas ejerciendo fuerza en sus dedos, que pese a ser más pequeños que los de él, eran más hábiles. El chico dobló su cuerpo hacia su lado, aguantando una cara de dolor completamente exagerada, fingiendo que todo iba bien cada vez que se cruzaban con una persona por la calle que les miraba como si estuvieran locos.

— ¿Qué haces?— Le susurró él, fingiendo una sonrisa.

— Aclarar las cosas.— Contestó como si nada estuviera pasando.— Yo no soy de ese tipo y no estoy todo el día pensando en la misma cosa, si tú lo dejaste caer solo hacías más confuso. En conclusión, que es tu... repite conmigo.

— Que es...

— Tu culpa.

— ... tu culpa.

Dai Lin soltó su mano, para quedarse mirándole seriamente, con una expresión muerta. A Lucas le pareció mona de alguna manera y quiso pincharle la mejilla con sus dedos pero ella fue más rápida y se los cogió para volverlos a dejar en su sitio, lejos de su cara.

— ¡Ay! ¡¿Qué?!— Se quejó él sin entender.

— Dirás TU culpa. No MI culpa.

— ¡Me has dicho repite! ¡Es TU culpa!

Lucas se cruzó de brazos y quitó su expresión molesta por una normal, más relajada. Se disculpó en voz muy bajita y le pidió perdón. Lin lo aceptó y siguieron caminando de la mano, dándose cuenta de que aquella pelea era estúpida y no valía la pena continuarla.

— ¿Crees que era más divertido cuando ligábamos que ahora?

— No sé qué decirte. A mi esto me parece bastante más extremo que ligar contigo. Nunca sé cuando me vas a besar o pegar, tengo que estar preparado para las dos cosas.

De pronto Lin se enterneció por la carita triste de Lucas, la cual era totalmente fingida junto a un tono de voz un poco más agudo que su voz grave normal. Pero aun así, se compadeció de él y terminó dándole un beso en la mejilla. Este gesto hizo que Lucas volviera a tener brillo de felicidad en los ojos, sujetando su mano con vigor mientras paseaban por la calle.

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Habrá 3 finales, espero que os gusten :)