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Yanmei estaba en el centro de la sala de reuniones del club de hosts, mirando atentamente al grupo de chicos que se habían colocado a su alrededor, observándola algunos con ojos entrecerrados y ceño fruncido, y otros con una sonrisa y ojos amables.

Kun, que había permanecido justo a su lado en vez de posicionarse con los demás, se adelantó unos pasos y se dirigió hacia los chicos para anunciar lo que habían estado hablando de camino allí.

Habían tenido una extensa discusión en el coche a cerca de si contar abiertamente que Yanmei se iba a unir a ellos porque Kun quería darle un puesto de trabajo y que dejara de trabajar en el negocio de la calle. Pero aquello revelaría que estaban saliendo juntos, cosa que ponía a Yanmei en una situación en la que no quería estar, por si los demás iban a verse amenzados porque ella mantenía una relación personal con su jefe. Pero Kun le prometió que no haría ninguna excepción con ella y la trataría como a todos los demás, de manera profesional, así que Yanmei le creyó y acabó por convercerse.

— A partir de hoy ella va a trabajar aquí.

— ¿Y qué hará exactamente?— Le dijo Xiaojun de brazos cruzados con desdén.— ¿Ser tu secretaria personal?

— No, será la secretaria del club, estará controlando la entrada y registrándolo todo, atendiendo llamadas... la necesitamos.

Kun se giró hacia ella, sin dejarse llevar por el irónico carácter de su amigo, y le guiñó un ojo con una leve sonrisa sin que nadie más se diera cuenta, un pequeño gesto que hizo que ella se sintiera más segura y cómoda allí.

— Dirás que la necesitas.

— ¿A tu madre le parece bien que estés contratando a dos narcos?— Le preguntó de pronto Hendery, mostrando preocupación.— Pensaba que no te hacía gracia.

— Yanmei ha dejado ese negocio para unirse a nosotros así que tratarla bien.

— Bienvenida.— Le dijo Winwin desde la otra esquina, con un movimiento de cabeza que ella respondió con una sonrisa.

— ¿Y qué pasa si nos intenta volver a robar las carteras o los relojes? ¿Es que soy el único que ve que esto es peligroso?

— Cállate ya, Xiaojun.— Puso los ojos en blanco Ten, cansado de sus comentarios.— Si Kun la quiere aquí será por algo.

En ese momento las puertas se abrieron sin aviso de un estruendo que los asustó a todos y dirigió sus miradas hacia él. Por ellas, entraron Lucas y Lin, que cruzaron la entrada hasta llegar a donde estaban.

Yanmei abrió mucho los ojos al ver a su mejor amiga y no supo cómo reaccionar, ya que tenía miles de preguntas para ella pero no era un buen momento. En cuanto Lin la vio entre los chicos fue corriendo hasta ella y le dio un fuerte abrazo, olvidándose de que todos las estaban observando.

— ¡Yanmei!

— ¡Dai Lin! ¿Estás bien?

— Sí, sí, no te preocupes por mí, estoy genial.

— No, ya lo veo, ya.— Dijo Yanmei separándose de ella para echarle una mirada a Lucas, que permaneció callado y con cara de haberse metido en un lio.

— Es que... han pasado tantas cosas que no sé por dónde empezar.

— No, me tienes que contar todo...— entonces echó un vistazo a su alrededor y solo vio las miradas de siete chicos clavadas en ellas, esperando a que terminasen de hablar— espera, ¡vamos al baño!

Yanmei cogió de la mano a Dai Lin y estiró de ella para sacarla corriendo de allí para ir al baño del pasillo y contarse lo que les había ocurrido a las dos mientras los chicos se quedaban impasivos en silencio.

Ellos pasaron unos minutos esperándolas mientras hablaban de asuntos sin importancia para hacer tiempo, e incluso, algunos se sentaron en las sillas alrededor de la mesa, conectados a un juego multijugador del móvil y comentando las partidas que jugaban.

Estuvieron tan entretenidos en ello que pasó el tiempo y no recordaron que las dos chicas seguían en el baño contándose cosas y la supuesta reunión todavía no había terminado.

— ¿Y Dai Lin?— Comentó de repente Lucas, acabando una partida para reclinarse en su asiento y poner cara de extrañado.

— En el baño con Mei.— Le respondió Kun, levantando la vista de su móvil.

— ¿Y qué hacen todavía ahí metidas?

— A las tias les gusta pasar el rato en el baño.— Comentó Hendery después de reírse porque hubieran matado a Yangyang de manera graciosa los del equipo contrario.

—¿Por qué hacen eso?— Preguntó Yangyang inocentemente.

— Seguro que están hablando sobre mí.— Se dio por aludido Lucas, abriendo mucho los ojos en señal de peligro.

— Sobre nosotros.— Le corrigió Kun.

Lucas se arrimó con su silla a él mientras le miraba alarmado, tratando de buscar en la pantalla del chico una solución a el problema, pero solo vio la pantalla de inicio del juego y la mano de Kun en su cara, apartándola de ahí.

— ¿Puedo irme ya a mi casa o también has contratado al drogadicto de la esquina?— Dijo Xiaojun con cara de querer morirse en ese instante antes que seguir esperando a que las dos chicas acabaran.

— Eso era innecesario.— Contestó Winwin con los ojos entrecerrados para después volverse hacia Lucas con honesta curiosidad.— Oye, Lucas, ¿estás saliendo con Lin?

— No... no, todavía no.

— ¿Y a qué esperas a pedírselo?— Le preguntó Ten con una sonrisa, divertido.

— ¿Necesitas instrucciones, Lucas?— Bromeó Hendery riéndose con Xiaojun y Yangyang y chocando los puños de ambos.

— Que se las pida a Kun, ¿no es cierto?

Kun se dirigió hacia Ten, que le miraba desde el otro lado de la mesa mordiéndose la lengua para ocultar una sonrisa traicionera. Él se quedó verdaderamente sorprendido de que Ten supiera aquello.

— ¿Cómo puede ser que...?

— Ah, es obvio por cómo la miras y la proteges. Es muy tierno...

— Está bien, me has pillado. Chicos, estoy saliendo con Mei.— Declaró el chico alzando las manos al aire, demasiado tarde como para ocultarlo.— Hoy es nuestro primer día juntos.

— ¿Por qué estáis haciendo eso?— Les dijo Xiaojun a Lucas y a Kun ligeramente molesto.— Os vais a arrepentir cuando os estafen y os dejen tirados en la calle, ya os aviso. Es patético que caigáis por eso.

Winwin se acercó a él y le dio una pequeña palmada en la espalda, como dándole un toque de atención, a lo que él respondió quejándose.

— Estar con ella es como...— dijo Lucas pensativo de pronto, mirando a un punto fijo y captando la atención de los que había a su alrededor, que dejaron de jugar a sus juegos para escucharle en silencio— como ir en un coche a toda velocidad sin cinturón de seguridad... No tienes la certeza de que sea seguro, ni siquiera si puedes impactar contra algo sin darte cuenta, pero te da una adrenalina en ese momento que nada más te puede dar y te sientes libre... y te sientes bien.

El Host || WayV「Lucas」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora