14

1.4K 162 20
                                    

Esa misma noche recibió unos mensajes inesperados de un número desconocido. En seguida supo que se trataba de Lucas, el cual le decía secamente que asistiera a la una y media a una cita para aprender. Sin embargo, Lin seguía molesta por su actitud y no quería verle, así que le escribió que estaba mala y se olvidó de su móvil por el resto de la noche.

Después de cenar con Mei, recibió también una llamada de un número desconocido, la cual contestó después de dar el tercer tono, pensando que podía ser cualquier cliente nuevo. En ese caso le debía informar que estaba sin existencias por el momento.

— ¿Hola?

— Hola, soy Winwin.

— ¿Winwin?— Una voz aguda le salió al reconocer su voz, apartando el móvil de su oreja para ver la pantalla y su número.— Hola...

— Me he encontrado con Lucas y me ha contado que esta noche no vendrás porque estás mala. ¿Te encuentras bien? Esta mañana parecías estar sana.

— Ah, sí. Es que no me apetecía estar cerca de él. Pero estoy bien, gracias por llamar. Agregaré tu número a mis contactos.

Mei, que estaba escuchando la conversación desde el sofá, donde había bajado el volumen de la televisión al mínimo para oír mejor, arrugó el ceño y puso las manos en el aire, confusa por lo que su amiga acababa de decir.

— ¿Agregaré tu número?— Le susurró.— ¿Por qué hablas como mi padre, Lin?

Dai Lin la mandó a callar con un dedo, poniéndose nerviosa de que la estuviera escuchando, pero Mei siguió burlándose de ella.

— Espera un segundo.

Caminó con pasos largos por el pasillo hasta meterse en su cuarto para seguir hablando tranquilamente con la puerta cerrada con pestillo para que su amiga no se colase a escuchar de nuevo.

— Ahora sí. Perdona, habían interferencias.

— Iba a decirte si querías venir a ver cómo trabajo. A mí no me importaría enseñarte cosas.

— ¿De verdad? Pero, ¿no le importará a tus clientas?

— No, ellas confían en mí.

Entonces se dio cuenta de la gran diferencia que había entre las personas que atraía Lucas a las que atraía Winwin y lo muy diferente que eran sus personalidades. Mientras que las clientas de Lucas eran celosas y malcriadas, las de Winwin parecía ser razonables y confiaban en él.

— De acuerdo, iré. Gracias, Winwin.

Sin perder el tiempo, cogió las llaves, su teléfono móvil y un par de ganchos para recogerse el pelo por el camino con una coleta, ya que le molestaba en el rostro.

Tardó media hora en llegar al edificio y comenzó la búsqueda de Winwin entre las colas y el montón de personas que había bailando por allí.

Al único que podía preguntar dónde podía estar sin pasarse horas buscando, era a Hendery, pero parecía muy ocupado atendiendo la barra, que le echó tan solo una mirada de desaprobación para seguir atendiendo a la gente. Ella le preguntó dónde estaba Winwin y él la mandó a la sala de reuniones.

Dai Lin se preguntó si por su expresión y la forma tan seca en la que le habló se debía a su falta de interés por ella o porque Lucas se había dedicado a contarle a todo el mundo que estaba mala y, al verla allí, supo que había mentido.

Fue directa esquivando a las personas que se cruzaban por su camino dio con Yangyang, al cual saludó, y él que le devolvió el saludo con una enorme sonrisa, yendo hacia una de las habitaciones de karaoke.

Una vez dentro de la sala de reuniones, Lin cerró la puerta detrás de sí y soltó un largo suspiro, agobiada y algo tensa porque aquella noche quería pasar lo más desapercibida posible.

La sala estaba oscura, excepto una tenue luz que enfocaba a la mesa, donde estaba sentado un chico alto que miraba la pantalla de su teléfono, la cual le iluminaba la cara.

Lin, al darse cuenta de quién era, quiso volver en sus pasos y salir discretamente por la puerta, pero el chico la escuchó y levantó la cabeza de su móvil para mirarla con sorpresa.

— Mierda.

No podía creer que Hendery la hubiese engañado de aquella manera.

— Pensaba que no ibas a aparecer.

Lucas se puso de pie y guardó su teléfono móvil dentro del bolsillo de sus pantalones. Después caminó hasta ella, que se había quedado de pie en la entrada sin moverse.

— Y no pensaba hacerlo. Estarás ocupado, así que mejor me voy.

Dai Lin intentó abrir la puerta con prisa para marcharse pero Lucas arrugó el ceño, pensativo, e interfirió poniendo una mano sobre ésta para mantenerla cerrada.

— ¿Y esa prisa? ¿Si estabas tan mala cómo es que puedes correr?

— No es asunto tuyo. A la próxima búscate a otra a la que enseñar porque yo estoy harta de ti.

Lin se giró hacia Lucas, quedando con la espalda pegada a la puerta y el brazo del chico impidiéndole escapar de allí. La mirada del chico desprendía fuego caliente y la de la chica el hielo más frío.

— Qué estupidez. Ni siquiera me interesaba si estabas mala o no. Para qué diré nada...

— Capullo.

— Eres una niñata.

— No me vengas diciendo eso cuando parece que no has pasado ni la pubertad con esa cara de niño. ¿Acaso te crece algo pelo?

— Wow, cómo estás esta noche, ¿no?— Se rió falsamente de ella, enfadado.— Seguro que te han contagiado la rabia por andar de barriobajera con algún drogadicto.

Lin apretó los puños con fuerza a ambos lados de su cuerpo, tratando de controlar su ira para no dejarse llevar y volver a romperle la nariz, por mucho que lo mereciera. Los dos estaban tan cerca el uno del otro que podían escuchar sus respiraciones aceleradas en los pequeños silencios que se formaban, justo antes de volver a atacarse el uno al otro con palabras, aumentando intensamente el tono de sus voces.

— ¡Eres un...! ¡Un...!

— ¡¿Un qué, Lin?! ¡¿Un qué?! ¡Ni siquiera me conoces como para insultarme apropiadamente! Si quieres hacerme daño de verdad... esta no es la manera.

De pronto, tan solo se quedaron mirándose a los ojos, en silencio, los cuales se preguntaban por qué seguían buscando hacerse daño mutuamente. Se podía escuchar sus respiraciones entrecortadas y rápidas mezclarse entre sí. Entonces Lin relajó los puños y bajó la mirada al suelo.

— Creo que nunca me has dado esa oportunidad.

Lucas quitó su mano y se separó de ella unos pasos, mirándole con una expresión indefinida, llena de sentimientos, cuando Lin abrió la puerta y se marchó de allí.

El Host || WayV「Lucas」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora