POV Yoongi
Dejar a Jimin de esa manera me partió el corazón, más después de intentar hacer ese tipo de cosas con el. El se dejó, no sé que se puede significar eso, no se movió, me dejó hacerle lo que yo quisiera, eso me extraña mucho de el ya que cuando no quiere algo solo lo dice con uno de sus tiernos pucheros, pero esta vez no se quitó, voy a tener que hablar con el y inventar la escusa más grande de mi vida para poder lograr que me perdone. Me duele mentirle al pequeño, desde que lo vi se ha convertido en mi vida, cuidarlo, consentirlo, mimarlo, amarlo, todo ese tipo de cosas a las que me dedico ahora que el cachorro está en mi vida.
Rápidamente llegué a mi casa con una gran problema entre mis piernas, no podía presentarme así a los otros alfas, más que esta vez llegaría el alfa líder de nuestra manda enemiga, no tenía tiempo de resolverlo correctamente, una ducha fría funcionará por ahora.
Me desvestí velozmente para dirigirme a hacia el baño, mire m erección, dolía como un demonio. Me dejé llevar demasiado por mi alfa esta vez y estoy seguro que lastimé a Jimin por todo lo que hice, pensando que era injusto bajarme mi excitación con la mano para Jimin simplemente tomé una ducha rápida y listo todo solucionado, mientras no vuelva a pensar en el estado en el que se encontraba Jimin cuando mi alfa lo intentaba hacer suyo nada malo puede pasar.
Aunque sea una reunión de alfas que viven aun en el bosque, tenemos que ir elegantes, algunas manadas son muy importantes para la economía humana o simplemente son grandes mafias dirigidas por híbridos alfas o a veces omegas. Nuestra manada ha sido importante ya que es una productora de armas ya sea para humanos o híbridos, nuestras fábricas y empresas están ubicadas a lo largo de Corea, recuerdo cuando algunas veces mi padre y abuelo se metieron en problemas y terminaron dañando nuestra manada o a las empresas, pero somos muy importantes en la cadena para que nos dañen tan gravemente. Esta reunión sería aun más importante ya que es privada con el líder de nuestra manada enemiga, llevamos siendo rivales desde que el apellido Min y Jeon tuvieron su primer descendiente (no se me ocurrió otro apellido el cual sonara tan potente como Min, perdón jajaja).
Vestía uno de mis mejores trajes, una elegante corbata decoraba mi cuello. Me peiné un poco antes de salir de la casa, hacia mucho tiempo no me sentía tan formal y digno de llamarme el alfa líder de la manada Min. Apresurado salí de mi casa para encontrarme con mi tía sentada en la banca que había en el porche.
-Wow tía- vestía un vestido por la rodillas, lizo, color azul rey, con una cinturón negro que resaltaba su figura, nos merecíamos el apellido Min.
-Hola cariño, nos vamos?- se dirigió al auto caminando cuidadosamente de no tropezarse con sus altos tacones. La seguí rápidamente para abrirle la puerta y después rodear el auto para ir a el asiento de conductor. Sin darnos cuenta habíamos llegado a el lugar de encuentro, estaba resguardado por híbridos de la manada Jeon. Como un reflejo me bajé del auto primero para evitar que mi tía se bajara sola, abrí su puerta y le ayudé a bajarse. La gran estructura estaba decorado con guardas por todas la entradas, se ocuparía una gran plan para evadir tanta seguridad. Comenzamos a caminar hacia la gran entrada que tenía la casa, cuando nos acercamos lo suficiente abrieron la puerta por nosotros, más hombres con armas estaban presentes en la puerta y en cada rincón del lugar, reforcé el agarre al brazo de mi tía pero sin mostrar miedo, además de que miedo era lo último que pasaba por mi mente, no quería que lastimaran a mi tía, es lo único que me queda de mi familia. Nos guiaron a una gran biblioteca donde se encontraba sentado el líder de la manada Jeon, su progenitor y su omega. Ya que yo no tengo omega vengo acompañado de mi tía, además ella tiene derecho a tener ya que también es una gran jefa para los Min. Ni se molestaron en levantarse cuando entramos a la habitación, nosotros dos tampoco hicimos una reverencia ya que el respeto es mutuo, si ellos no lo muestran, no tenemos porqué hacerlo nosotros.