POV Narradora
Esta vez el planeamiento de la fiesta le tocaba a la manada Kim, el orden de rotación se había establecido desde tiempos ancestrales. La fiesta tenía muy buen ambiente, las luces y la decoración se veían espectaculares juntos. Min Yoongi, el líder de la manada Min, no podía creer que su mejor amigo hiciera una fiesta como esta, ya que este, tenía pésimo sentido para combinar colores y organizar eventos.
Al entrar a la fiesta juntos, Yoongi y su preciado "omega", o eso fingirían por el resto de la noche, gracias a todos los problemas que conllevaría que supieran la existencia de un humano en las manadas. El castaño, Kim Namjoon se les acercó para saludarlos e invitarles a tomar algo.
-Yoongi! Que te parece la fiesta?- Jimin se encontraba detrás de Yoongi escondiéndose de todos, ya que le daba vergüenza el pensar que traía el olor de Yoongi impregnado en su cuerpo, y que todos lo podían notar. Algo en el acompañante del amigo de su alfa se le hizo conocido, cada vez que se acercaba le parecía más conocido.
-No creo que tu la hayas organizado. A quien contrataste, ah?- Kim mostró una cara de enojo fingido hacia Yoongi ya que el alfa sabía que se notaba que alguien más le ayudo (lo hizo por el).
-Hijo de puta, odio que me conozcas tanto.- un pequeño apodo que Min se había ganado con el tiempo por tantas bromas. Jimin asomaba la cabeza por el brazo de Yoongi, entre sus pequeños deditos se encontraba un poco de la manga del traje de Yoongi, el humano jugaba nervioso con la parte del atuendo de Yoongi. Pequeños suspiros salían de la boca del pequeño, el nerviosismo le ganaba y no le gustaba nada que todos los alfas se le quedaran viendo de esa manera, tenía el olor de Yoongi, que más podía hacer para que lo dejaran en paz.
-Con el tiempo se aprende Namjoon.- los ojitos de Jimin salían del brazo de Yoongi, estos inspeccionaban todo con curiosidad, como ver a un niño pequeño en una tienda de juguetes pero sin permiso de comprar nada. Un hombre le parecía conocido entre todos ellos, se encontraba dando ordenes a los meseros, y arreglando algunas cosas en las mesas, sus hombros anchos lo delataban.
-Joonie! Ocupamos tu firma para finalizar la entrega de toda la comida!- esa frase fue lo que ocupó para darse cuenta de quien era el "humano", o eso pensaba el hasta ahora. Jimin saltó de felicidad en su lugar, lo cual le llamó la atención a Yoongi.
-Bebé que te pasa?- preguntó dándose vuelta ya que Namjoon había salido corriendo antes de que su pareja lo matara por ser tan olvidadizo.
-Es Jin! Hyungie! Hyungie! Es Jin!- aunque ya tuvieron relaciones sexuales y la inocencia de Jimin se iba poco a poco en ese tema, todavía se notaba en sus ojos el pequeño niño que era. Tal vez le gustaba que su hyung lo follara, si, pero eso no le quitaba su comportamiento de niño chiquito, sabía lo que era gemir, pero aun sabía lo que era cuidar de un peluche como si fuera un humano, sabía como excitar a su hyung, pero eso no le quitaba las ganas de jugar a solas en su cuarto como un niño. La inocencia seguía ahí de algún modo.