Los oídos del Rubio se concentraban en la música clásica de piano que sonaba en su habitación. Sabía que estaba frente al espejo y que su modista y maquillista personal estaba acabando de darle los últimos toques para la reunión que los Reyes habían organizado con todo el pueblo. No era una ropa calurosa, ni maquillaje pesado, en realidad, y por eso JongHo amaba el trabajo de YeoSang y no lo cambiaría por nada del mundo. El chico de cabellos Rosas en definitiva es el mejor en lo que hace.
—Divino — YeoSang lanzó un beso al aire con las yemas de sus dedos en sus labios.
JongHo abrió sus ojos, viendo su reflejo en el cristal pulido con marco de oro brillante, su cabello de algún modo se ve más rubio de lo normal, sus ojos poseen un sutil delineado y acompañado de sombras de colores claros sobre sus párpados, sus mejillas están pintadas tímidamente de un rosa pálido y sus labios son igualmente rosados. Se veía bien, de eso estaba seguro, y de todos modos, JongHo aseguraba que siempre se veía bien, con o sin maquillaje. Él era/es hermoso, deseable, sabe cuántos hombres y mujeres deseaban con toda su vida tener una mínima oportunidad con él, y eso en parte hace que su autoestima llegue a las nubes.
—Está listo, Majestad.
—Gracias, YeoSang, pero... ¿Y mi corona?
—Sin corona. Los Reyes me pidieron que fuese sin corona.
JongHo fruncio el ceño, dando una mirada de claro enojo al mayor, pero el estilista ni siqueira le prestó atención ya que se dispuso a guardar las cosas que utilizó y las que no en JongHo. No tenía más opción que asentir de mala gana, aunque YeoSang no pudiera verlo, y volvió a mirar al espejo. Alzó sus dedos y acarició sus mejillas lentamente con la yema de todos sus dedos, mirando su rostro en varios ángulos.
—¿Hay alguna razón específica para que me maquilles así y no pueda usar mi corona?
—Creí que lo recordarías, Rubia.
JongHo apartó su mirada de sí mismo en el espejo, mirando por el reflejo a su Caballero de Compañia recostado sobre el marco de la puerta y con sus brazos cruzados. Pudo escuchar a YeoSang suspirar por la sonrisa que SeongHwa tenía en su rostro, pero esa sonrisa -bastante burlona- no movía nada dentro del Rubio.
Finalmente, JongHo se apartó del espejo para caminar hacia el Caballero, que llevaba su cabello oscuro peinado hacia atrás y su traje perfectamente arromatizado y limpio. En momentos como ese, JongHo solía odiar mucho al mayor, porque este lograba que la perfección en él fuese natural, sin una pizca de esfuerzo en verse como el chico ideal, mientras que JongHo la gran mayoría de las veces debía esforzarse por tener una apariencia impecable, al igual que sus modales. Muchas veces, JongHo había tenido que morderse la lengua para evitar soltar lo que en verdad piensaba, y disfrazaba su disgusto con alguna frase ridículamente elegante y luego reía, pretendiendo que todo estaba bajo control.
—¿Qué olvidé, Feo?
—Tu iniciación como Príncipe, obvio.
—¿Disculpa? — JongHo rió sin gracia —. Número uno, ya soy un Príncipe, cariño, y número dos, eso es en un mes.
—Pues tus padres decidieron adelantarlo. No me culpes a mí, y deja de mirarme así, sabes que yo no-
—¡Ugh! Eres un odioso, realmente. Tú sabes que hoy era mi noche de relajación.
—Todas las noches tienes tu «noche de relajación» en el Reino Kim de al lado, ¿qué hace esta noche tan especial?
Cuando JongHo no pudo argumentar nada en su defensa más que un vago: “Ah, yo... ”, SeongHwa rodó sus ojos y recobró su correcta compostura, viendo con algo de aburrimiento al pequeño.
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Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ
RandomAunque JongHo pretende ser el Príncipe perfecto a los ojos del Reino entero, los empleados del Castillo y sus padres, los Reyes, sabe que está lejos de serlo. Por ende, al ser de la realeza, debe ser perfecto, con cada pelo de su rubio cabello peina...