Capítulo 32

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JongHo estaba nervioso, contaba una y otra vez la piedras preciosas de su corona que brillaba mucho más que cualquier otro día que recordara. Detrás de él estaba su madre apretando el molesto corsé que debia usar, se sentia como una chica, que en lugar de tener que llevar una corona iba a llevar una tiara, pero era casi reglamentario usar ese corsé, siempre lo había odiado, pero bien, ese era el menor de sus problemas. El aire se le escapaba de los pulmones cada vez que su madre apretaba más el corsé, añadiendo el hecho de que su estomago se removía entre gruñidos nerviosos, su mente no pensaba en otra cosa más que hoy era el gran día que tanto había esperado. Finalmente iba a anunciar su compromiso al público, YunHo y él serían oficialmente pareja, por fin. Era lo que más deseaba, pero se sentia nervioso, no por la reacción del Reino, sino porque eran nervios de tonto enamorado.

Sabía que YunHo lo amaba, pero de todos modos se sentía nervioso, había una mínima y pequeñísima posibilidad de que YunHo se negara a comprometerse con él por cualquier razón equis. Si eso llegara a suceder, su mundo se caería en pedacitos, probablemente le costaría años y años superarlo, suponiendo que llegara a superarlo. Ni siquiera sabía si YunHo ya había llegado al Castillo, ya que había estado desde que despertó en tratamientos faciales y un largo etcétera, ahora sólo le faltaba vestirse y que YeoSang lo maquillara. Ya los medios habían llegado según una sirvienta, así que el anuncio debería ser en menos de una hora.

—Oh, JongHo, no haz terminado de vestirte — San entró a la habitación de JongHo —. Honnie, yo puedo terminar de vestir a JongHo si quieres.

—Gracias, Sannie, eres un amor. Iré a ver si SeungCheol ya está listo.

JongHo suspiró aliviado cuando San terminó de apretar finalmente el corsé. San estaba reluciente ese día, así que ni se imaginaba el estado de WooYoung. Tristemente, su primo regresaría a su Reino mañana por la mañana, así que ese sería su ultimo día allí en el Castillo.

—¿Por qué esa cara? Deberías estar abotonando tu camisa.

—Estoy nervioso.

Ya que los dedos de JongHo temblaban lo suficiente como para que abotonarse la camisa fuera tedioso, San le ayudó con eso con una sonrisa encantadora que hacía sus ojitos pequeños.

—Si estás preocupado por YunHo, él llegó hace dos horas. Debe estar terminando de arreglarse al igual que tú, tontito. Si te hace sentir mejor, no eres el único nervioso, parece que le van a salir unas cuantas canas.

Al menos eso hizo a JongHo reír y perder la tensión, no era el único pasando por tantos nervios y estrés. Sólo faltaba prepararse para ver a su YunHo.




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—Oye, como que este traje aprieta un poco.

—Lo mandaron a hacer a la medida, no es culpa de los diseñadores que tú escogieras seguir haciendo ejercicio y que ahora te quede apretado en los hombros.

—Soy un Caballero, ¿cómo se supone que no iba a hacer ejercicio?

—Ya deja de lloriquear y vamos.

—¿No vas a esperar a San?

—Sannie fue a ayudar a JongHo, y yo estoy aquí contigo. Bueno, en todo caso, deberiamos esperar a SeongHwa.

—¿Y él es...?

—El Caballero de compañía de JongHo, eso fue antes de que iniciara todo esto de los compromisos y que MinGi fuera su Caballero personal.

—Lo siento por la demora — SeongHwa entró a la habitación con la corbata desecha —. ¿YunHo ya está listo? Tenemos que ir.

—YunHo está listo, tú eres el que tiene que arreglarse, amigo — WooYoung señaló la corbata y cabello desaliñado del Caballero con una risa burlona.

—Cielos — en cuestion de segundos, SeongHwa tenía un aspecto inmaculado e intocable, como si hace menos de un minuto no hubiera entrado con aspecto de baja clase, haciendo que YunHo parpadeara sorprendido.

¿Cómo diablos había hecho eso? La Realeza hacía de todo en segundos y se veían magnificos, era sorprendente. Hasta había visto a JongHo cantar en el jardin hace no mucho y vio a los pajaros acercarse al rubio y cantar con él. Y YunHo creía que esas cosas eran de cuentos de hadas.

—Todo listo, vamos — SeongHwa abrió la puerta.

—Esperen, ¿qué se supone que debo decir, o hacer?

—Tú no mucho, JongHo es el que tiene que dar el anuncio, tú sólo harás lo que creas apropiado para el momento... Pero por favor, no vuelvas a besarlo como en la cena — WooYoung negó.

—Está bien, lo entiendo, es grosero y todo eso.

YunHo podría decir que estaba asustado, verdaderamente asustado, aunque sabía que la peor parte había pasado - que era tener la «bendición Real» -, pero no podía evitar sentirse de ese modo. Por suerte, había comido algo ligero, probablemente estaría vomitando en cualquier momento y esperaba que fuera a solas. Debía controlar sus nervios, enserio, había sido entrenado por años para tener un estómago de acero ante cualquier cosa, no podía sentirse agraviado por algo tan “pequeño” como esto.

Cuando llegó hasta la sala del trono donde docenas de prensas, reporteros y Realeza los esperaba, contuvo un poco el aliento. Ya había escaneado la habitacion y no había señales de JongHo, ¿dónde estaría el Príncipe?

—¡Aquí estoy! — a menos que JongHo quisiera arruinar su perfecto aspecto, no podía correr, así que sólo se acercó caminando rápido hacia sus padres y YunHo.

—Cielos, JongHo, ¿por qué tardaste tanto? — JiHoon se acercó a su hijo y acomodó un mechón de cabello —. La puntualidad es regla primordial en un Príncipe.

—Lo siento, madre, padre. Aquí estoy.

YunHo extendió su brazo hacia JongHo, sorprendiendo un poco al Príncipe, pero igualmente sonrió encantado por la actitud del alto, si tan sólo supiera que era algo que había aprendido de parte de MinGi el cómo comportarse con su prometido, pero en fin, detalles menores. Los Reyes pasaron primero, luego San y WooYoung, y luego pasaron ellos, el silencio era inmenso mientras ambos caminaban con elegancia. O al menos, la de JongHo era real, YunHo estaba nervioso de que pensaran que era demasiado falso, pero aparentemente lo estaba haciendo bien.

—Yunnie, cariño, no te esfuerces tanto, no tienes que demostrarles nada — JongHo le susurró.

—No trato de impresionarlos a ellos, quiero funcionar para ti.

Aquello conmovió a JongHo, haciendo que apretara su agarre contra el brazo del Caballero. Ambos llegaron hasta el trono donde los Reyes los esperaban.

—Bien, JongHo, es hora — SeungCheol le susurró.

No era la primera vez que JongHo le hablaba a las cámaras, sabía cómo controlar los nervios para seguir siendo ese Príncipe perfecto que todos conocían. Era algo falso, pero era la realidad que no podía dejar ir. El lado positivo de todo aquello era que no todo en su vida sería falso a partir de ahora.

YunHo le sonrió, dandole aliento para comenzar. Así que lo hizo.

Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora