JongHo tuvo que cambiarse de ropa y YunHo quitarse la armadura, no podían presentarse así en una boda, sería de mal gusto, así que fueron rápidamente a un modista que se encargó de darles varias piezas, y ahora estaban cambiándose en una de las habitaciones del Castillo de HongJoong, más específicamente, la habitación que le había pertenecido a YunHo cuando estaba de servicio allí.
—¿Entonces, tú dormías aquí? ¿Todo está igual a como lo dejaste?
—Pues sí, a tus dos preguntas — YunHo terminó de desabotonar su camisa, quitándola de sus hombros, y volteó a ver a JongHo mientras doblaba esta —. Todo sigue igual, supongo que es porque a HongJoong le da nostalgia.
JongHo trató de ignorar la vista frente a él y centrarse en la conversación, tenía que hacerlo porque no le apetecía en estos momentos que YunHo le viera la cara de idiota hormonado. Así que también se dedicó a deslizar fuera de sus hombros su camisa, reprimiendo el impulso de taparse con cualquier cosa, él no tenía razones para avergonzarse de su cuerpo, para nada.
—¿Tan cercano eras a HongJoong? Digo, si te llamó...
—Nunca fuimos amigos. Mis prejuicios hacia a la Realeza y el odio hacia todo de HongJoong siempre lo impidieron, pero eso no quiere decir que él no tenga amigos, verdaderos amigos.
—¿Tiene?
—Sí, una chica, JooHyun. Es una de las chicas más dulces que he conocido — dejó la camisa en la cama y comenzó a tirar de su cinturón, tratando de quitárselo —, contrarresta con la personalidad sádica de HongJoong, pero se llevan de maravillas. Hasta que se enamoró.
—Es normal que se enamoré. Es decir, es una persona — JongHo tomó asiento en la cama, desatando los cordones de sus zapatos.
—Uh, me temo que te equívocas. Se enamoró de una bruja. Algunas criadas criticaban a la bruja, diciendo que había encantado a JooHyun con un embrujo, porque no era normal que una chica pura, a diferencia de HongJoong, se enamorara de una bruja, y menos de una tan loca y desquiciada.
—¿HONGJOONG NO ES PURO?
—No, no, no, espera, lo dije mal. Sé que es un delito, y sí, HongJoong en ese sentido es puro, sigue virgen, pero me refiero a que su mente es muy... Ya sabes.
JongHo rió al notar que YunHo no lograba encontrar una forma de describirlo, y le daba mucha gracia la forma en la que trataba de buscar las palabras para completar su oración sin éxito.
—Deja de burlarte, no todos tenemos la labia que tú.
—Ya, entiendo. Pero, entonces, ¿por qué acudió a ti?
—Tenemos gustos compartidos - a diferencia de JooHyun y él -, y él era bastante liberal en cuanto a la forma de trabajar. Nos daba algunas libertades diferentes a las de tu Reino.
—¿O sea...? — aunque JongHo temía preguntar.
—Cuando él daba la órden, podíamos hacer lo que quisiéramos con los prisioneros, torturarlos a nuestra manera y de cualquier forma. En ese sentido, coincidimos. A todos mis hombres no les gustaba torturar, no todos se excedían de brutos, y no todos tenían la misma libertad, yo era el único que hacía todo eso. Por eso siempre fui el Caballero favorito de HongJoong, siempre al mando de sus retorcidos planes y con una tasa de éxito en las misiones de 98,7%.
—¿Qué pasó con el otro 1,3%?
YunHo aclaró su garganta, algo mudo de palabras en esta ocasión. Normalmente, era JongHo el que hablaba y hablaba de experiencias y recuerdos de su vida, no él, por lo que esto lo estaba comenzando a poner algo incómodo. Era raro hablar de esa época.
ESTÁS LEYENDO
Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ
DiversosAunque JongHo pretende ser el Príncipe perfecto a los ojos del Reino entero, los empleados del Castillo y sus padres, los Reyes, sabe que está lejos de serlo. Por ende, al ser de la realeza, debe ser perfecto, con cada pelo de su rubio cabello peina...