Así que JongHo corrió detrás de YunHo, a lo mejor, si lograba que el Caballero regresara a disculparse por sus palabras las cosas podrían mejorar al menos un poco. Por lo que JongHo corrió y corrió tras el Caballero sin importarle el número de veces que cayó al duro suelo a causa de que sus botas no eran las más adecuadas para correr, agregando el hecho de que la capa que caía desde sus hombros hasta sus talones no le ayudaba mucho tampoco, aun así siguió corriendo hasta llegar al frente del Castillo donde YunHo abría la puerta de piloto de la camioneta negra grande en la que había llegado, su rostro inclinado hacia abajo dejando al desconocido su expresión facial.
Sin embargo, el Caballero subió la mirada al escuchar los gritos de JongHo desde la puerta, llamando por él.
—¡No te vayas, YunHo! ¡Podemos arreglar esto!
YunHo se acercó hasta el Príncipe - ya que este hacía lo mismo. Nuevamente, JongHo resbaló a causa de las odiosas botas, pero YunHo volvió a atraparlo en sus brazos, dejándole ver al rubio que no era el único llorando.
—Lo siento — susurró YunHo —, hice todo mal, no pensé en lo que pasaría... Perdóname.
—Yunnie, n-no te vayas, no quiero estar solo.
—Cariño, mírame — YunHo tomó el rostro de JongHo con sus manos, limpiando con sus pulgares las brillosas lágrimas que salían de los ojitos del menor —. Siento mucho esto que pasó, ¿bien? Y-Yo fui un idiota, pero esto... No te dejarán estar conmigo, no soy tan estúpido. Debí haberme callado, pero no pude hacerlo — sollozó —. No quería que ellos crean que sólo eres un objeto para mí, que quiero aprovecharme de ti o de tu vida Real, t-te amo como nunca amé algo antes, no me importa que seas un pomposo y rubio Principito, yo te amo de este modo.
JongHo sollozó de nuevo y negó varias veces con su cabeza, asegurándose de estar bien sujeto en los brazos del mayor. No quería dejarlo ir. No quería que esto acabara así.
—No hagas eso, no t-te despidas. Esto debe tener arreglo...
—Eso quisiera...
El pesar llenaba el alma de JongHo, no quería separarse de YunHo y las lágrimas seguían cayendo por parte de ambos chicos. Sentía que sería la última vez que estaría con YunHo, y no quería que eso llegara a ser realidad. Si de por sí se había sentido del asco cuando YunHo lo había rechazado - prácticamente - antes, ahora que ambos se correspondían en su totalidad pero estaban imposibilitados a estar juntos, sería devastador. El pecho se le llenaba de malestar y una necesidad de no soltarse de los brazos de YunHo lo llenaba por completo. Sólo deseaba dejar caer la capa e irse a cualquier lugar con YunHo. Él sería feliz donde sea que estuviera si tuviera a YunHo a su lado, era todo lo que deseaba para ser feliz. Antes de YunHo, él realmente no era feliz con su vida. Fingiendo ser algo que no era frente a todos porque se supone que de ese modo debía actuar, pero ahora no tenía que fingir, esto era lo que quería, no quería abandonar la sensación de libertad interna que YunHo le brindaba, podía ser como él era frente a YunHo y en vez de recibir una crítica por ello recibiría una sonrisa cálida. Eso era lo que deseaba. ¿Por qué era tan difícil?
Y YunHo por supuesto que no pensaba diferente. Antes de JongHo se mantenía cerrado en su mundo de odio hacia todo y todos, tan sólo pensando en que debía matar a los Reyes Kim para obtener la paz interna que necesita y tanto anhelaba. Si no hubiera conocido a JongHo, se hubiera sentido diferente cuando MinGi asesinó a los Reyes que tanto había odiado por años, se habría sentido con un peso menos de encima y extrañamente vivo como HongJoong se había sentido. Sucedió todo lo contrario, al ver esas fechas incrustándose en los cuerpos ajenos sólo pudo pensar en proteger a JongHo de algo similar, apenas sintiéndose aliviado cuando los cuerpos dejaron de retorcerse entre las hojas. Tenía un capítulo cerrado de su pasado, finalmente. Pero el problema era que otro capítulo se re-abría a la fuerza para él.
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Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ
RandomAunque JongHo pretende ser el Príncipe perfecto a los ojos del Reino entero, los empleados del Castillo y sus padres, los Reyes, sabe que está lejos de serlo. Por ende, al ser de la realeza, debe ser perfecto, con cada pelo de su rubio cabello peina...