—¿Cómo se llama esa tecla, tío Jong? — El pequeño JiSung movía sus piernas hacia adelante y atrás, ya que estas al ser tan cortas no tocaban el suelo.
—Esta tecla es Fa. Escucha — JongHo le sonrió y con su dedo índice derecho tocó la tecla, dejando que se escuchara por todo el salón el sonido de la tecla «Fa».
—¡Me gusta mucho el piano! — El infante de apenas cuatro años sonrió con sus características mejillas rellenitas —. Tío, por favor~, toca algo.
JongHo soltó una risita. San se encargaba personalmente todos los días de la educación de JiSung, y como resultado, JiSung era el nene más brillante que JongHo hubiese conocido. Luego de las muchas visitas de la familia al Castillo, el menor había desarrollado un gusto hacia la música, sobre todo el piano - pues era el instrumento que JongHo más utilizaba. Y a JongHo no le molestaba enseñarle a su sobrino - su único sobrino - alguna pieza.
—Bien, presta atención... Oh, necesito un acompañante...
—¿Necesitas ayuda, corazón? — JongHo volteó al igual que el pequeño, viendo a YunHo apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa.
El pequeño chilló moviendo sus piernitas más rápido. Le agradaba mucho el alto esposo de su tío.
—Por favor...
Con cuidado, YunHo caminó y se ubicó en la otra esquina del banco donde ambos estaban, quedando el menor en medio de los dos adultos.
—Ven, echate un poco más para acá, JiSung.
—¡Claro, señor YunHo!
—Con YunHo es suficiente — Negó con su cabeza varias veces mientras repetía la misma frase otra vez, tratando de ignorar las risas burlonas de JongHo —. Bien, corazón de fresa, ¿qué pieza quieres tocar?
—Yunnie, sólo te haz aprendido una, y no es mi culpa. Te he intentado enseñar muchísimas otras.
—El piano no es mi fuerte, a diferencia de ti — Carraspeó —. Pero me parece bien.
JongHo comenzó a tocar, dejando al aire las melodiosas notas del instrumento, y luego de unos segundos, entró YunHo acompañando la pieza. Ambos estaban perfectamente sincronizados, a tiempo, concentrados en tocar con todo el sentimiento posible aquella pieza, hasta acabarla.
—¡Me ha gustado mucho! — JiSung aplaudió varias veces —. ¡Yo también quiero aprenderla! ¿Cómo se llama?
—Se llama “The Country Carol”, si quieres, puedo enseñarte lo que sé — YunHo le sonrió al niño, quien le sonrió aún más de vuelta con las mejillas sonrojadas.
No escapaba de la atención de JongHo que su pequeño sobrino estaba encantado con YunHo. ¡Y cómo culparlo! YunHo era el mejor esposo, pareja, amigo y amante del mundo y daba toda su fé en ello. Jamás se arrepentiría de haberse casado con él. Todos los años que habían estado casados - más el tiempo que estuvieron conociéndose antes de la boda - habían sido más que maravillosos. Por supuesto, como cualquier pareja, tenían sus anti-bajos, pero la felicidad de la que estaban rodeados era más que gratificante y especial.
—Me parece que tus padres ya deben haber terminado el postre para el almuerzo. ¿Por qué no vas con YeoSang a averiguar?
JiSung pareció pensarlo un poco, pero al final asintió con unas risitas. JongHo llamó a su amigo, quien entró con una sonrisa llevándose al niño con él para dejarlos solos.
—Ah, Yunnie, ¿haz mejorado mucho más o es idea mía?
—He tratado de mejorar — YunHo cambió la dirección de su mirada del rubio frente a él y vio a cualquier pared, tratando de ocultar su sonrojo de vergüenza. No mentía cuando decía que el piano no formaba parte de sus puntos fuertes.
—Aaawww, mi cielo, gracias — JongHo dejó un besito en la mejilla rosada del alto.
El brazo de YunHo pasó por la espalda del bajito, atrayéndolo hacia él para pegar sus cuerpos. JongHo se acomodó de un modo que estuviese más cómodo dentro del banquito, suspirando mientras cerraba sus ojos.
—Tengo que mandar a cambiar este banquito. Ya se está volviendo incómodo.
—Oye, el banquito no tiene la culpa de que estés gordito — Bromeó.
JongHo le dio un golpe en el pecho con los labios fruncidos, fingiendo estar ofendido - por supuesto que sabía que YunHo bromeaba -, sacándole risas al alto por la reacción que ya esperaba del rubio.
—Sin embargo, estoy feliz por la razón de que estés así.
—Yo también.
JongHo acarició su vientre suavemente. Podría no ser demasiado grande por ahora, pero era porque no tenía muchos meses con tal estado. De igual forma, le gustaba soñar qué sexo sería, de qué color tendría sus ojitos, y un sin fin de cosas más. Aunque sentía que se trataba de un niño, casi podía asegurar completamente que era un precioso niño al igual que su padre.
—Saldrá hermoso como su madre, rubia, no te preocupes tanto.
—Ja ja. Años y años y sigues diciendo "rubia". ¿En qué año se supone que debo encontrarle la gracia?
—Pues... A mí me da risa cada vez que lo digo — Rió descaradamente.
—Si me dices rubia cuando nazca, te voy a romper la nariz.
—No serías capaz de quitarle un ala a una mariposa, cariño.
—¿Me estás probando?
Una tensa sonrisa se posó en los labios de YunHo. Bien, era mejor no desafiar al rubio. Incluso embarazado representaba un peligro para el mundo si se metían con él o con cualquier persona que le importase.
—Vale, no, dejemos el tema hasta aquí — Rió nervioso —. ¿Te parece si vamos a probar ese rico postre? SeongHwa me dijo que tiene almendras~
—¡¿Almendras?! ¡Yo quiero! ¡Vamos, Yunnie, vamos!
—¡Espera! ¡No vayas tan rápido, se supone que estás embarazado! ¡Esperame!
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Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ
AléatoireAunque JongHo pretende ser el Príncipe perfecto a los ojos del Reino entero, los empleados del Castillo y sus padres, los Reyes, sabe que está lejos de serlo. Por ende, al ser de la realeza, debe ser perfecto, con cada pelo de su rubio cabello peina...