—Uhh...
El pajarito de color azul en el dedo de JongHo imitó el cantar de JongHo, y así ambos siguieron tarareando por un buen rato. Los padres del pajarito llegaron, pero en lugar de atacar a JongHo por estar con su hijo, siguieron el canto del rubio desde la rama donde se encontraba su nido. Otros animales silvestres se acercaron igualmente al escuchar las dulces notas que JongHo alcanzaba, los conejos movían su rabo peludo, los pájaros trataban de igualar al rubio, y el resto de los animales sólo descansaban, disfrutando del breve y espontáneo concierto que JongHo había decidido montar. Había sido inevitable no cantar, el día estaba demasiado precioso como para no hacerlo, con las brisas frescas, el cielo despejado, las hojas moviéndose contra el viento. Todo aquello formaba sonidos tan preciosos que no se había podido resistir a salir al bosque, mucho menos a cantar, pero también la culpa era de ese pajarito, él fue el que se posó sobre el dedo de JongHo, y de ahí las ganas de cantar sólo aumentaron.
—Así que aquí estabas.
En lugar de detenerse, JongHo sólo giró su cabeza, viendo a YunHo recostado sobre el tronco de un árbol y de brazos cruzados, le sonrió y siguió cantando, acariciando la cabeza de un venado bebé que se le había acercado para poder escucharlo mejor. Tomó asiento en el pasto, dejando que su espalda tocara y se apoyara en el tronco detrás de él. Los animales copiaron su acción, y se sentaron a su alrededor, las familias juntas, al igual que las parejitas. Era una escena muy tierna para YunHo.
Anteriormente, él sólo habría abierto fuego contra esos animales, hubiese dejado sus cuerpos ensangrentados allí y se habría ido sin ningún tipo de remordimiento. Pero, desde que llegó JongHo, había dejado de lado un poco su mentalidad tan «sádica». Sin importar que a veces extrañara su vida anterior, haciendo lo que quería, no cambiaría su vida de ahora, no abandonaría a JongHo por nada que le ofrecieran. Él era su prioridad.
—Me alegro que tú también encontraras a alguien — le había susurrando TaeMin mientras MinGi decía sus votos matrimoniales.
—¿En serio vas a hablarmede esto, específicamente ahora?
—Si no es ahora, ¿cuándo será?
—... Sabes que te odio, ¿verdad?
Y no era chiste, YunHo de verdad odiaba a las brujas, creían que lo sabían todo - aunque, en realidad, así era -, y eso solía frustrarlo constantemente. La mayoría eran mujeres viajas muy engreídas con las que no se llevaba bien, y si bien TaeMin era una joven jodidamente odiosa hasta por los porros - no había uno sólo de sus cabellos rosas que no fuera como ella -, aprendió a tratarla con el tiempo. Pero eso no significaba que le agradara.
—Si te interesa saber esto, si tu rubio no hubiese interferido en el destino, ahora tú estarías ahí — señaló discretamente a MinGi.
No pasó ni dos segundos cuando YunHo ya había arrugado la nariz, era desagradable sólo pensarlo.
—No estoy de joda, es enserio. Te estoy hablando del mundo original donde esto — volvió a señalar discretamente todo —, no tendría que estar pasando. Si HongJoong no conoce a JongHo, sus padres no le hubiera obligado a tratar de casarse con él. Si HongJoong no se casa con MinGi porque no conoció a JongHo, ¿quién queda?
—Esto es extraño. ¿Por qué específicamente yo?
—Porque eras el único que entendía la mente podrida de HongJoong, eso los llevó al matrimonio.
Y cada vez que recordaba eso, quería vomitar.
¿En serio, el destino tenía planeado casarlo con HongJoong? Ugh, perturbador. Además, ¿cómo es que su yo de ese tiempo no mató a HongJoong, sino que se casó con él...? ¡Yaa! Esto era cada vez más raro mientras más lo pensaba.
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Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ
De TodoAunque JongHo pretende ser el Príncipe perfecto a los ojos del Reino entero, los empleados del Castillo y sus padres, los Reyes, sabe que está lejos de serlo. Por ende, al ser de la realeza, debe ser perfecto, con cada pelo de su rubio cabello peina...