MinGi no era un hombre que dejaba que cualquiera le pasara por encima. No recordaba la última vez en que alguien le había obligado a hacer algo que no quisiera, ni siquiera los mismos Reyes Choi. Suponía que se trataba de suerte, porque no todos los Reyes eran tan pacíficos y caritativos como ellos. Pese a todo, amaba su vida y no había nada que cambiaría de ella. O sí cambiaría algo, pero eso no quedaba en su poder.
Él no podía deshacerse de HongJoong por más que quisiera.
Cuando conoció a MoonByul, quedó facinado ante la manera que tenía la chica de ver el mundo. Fue amor a primer vista, como si eso existiera realmente, aunque el verdadero encanto hacia la chica vino fue después de su primera charla. Pero cuando conoció a HongJoong, fue como estar en un nuevo mundo, algo completamente diferente a lo que estaba acostumbrado. Salir de su zona de confort para tener que soportar a un enano rubio malvado y con problemas mentales hacia todo el mundo no era algo que MinGi esperaba, ni mucho menos apreciaba.
—Eso sí fue cruel, ¿te atreves a decir que yo soy el malvado?
—Lo eres — se apartó de HongJoong —. Todos estamos locos, pero en diferentes niveles. Tú eres lo más retorcido que he conocido en toda mi vida. ¿En serio te divierte torturar y manipular gente? Si no es que los llegaste a matar, incluso, que de eso estoy seguro.
—Estás en lo cierto — HongJoong asintió con su cabeza y sonrió —, he matado a tantas personas, tanto inocentes como seres despreciables, que no puedo recordar un número preciso. Sí, me divierte, y quería manipularte para que estuvieras a mi lado... Vamos, Song, ¿no te gustaría? Estoy seguro de que los Reyes Choi te deben poner algunas limitaciones, enserio, no me mientas, pero conmigo harás todo lo que quieras, absolutamente todo.
—No necesito eso.
No importaba cuán tentador sonara eso, MinGi se negaba a caer en la estúpida propuesta. Era claro que HongJoong estaba tratando de manipularlo porque él se había negado en primera instancia.
Era verdad lo que le había dicho, estaba dolido por perder a MoonByul, claro que sí, era su novia después de todo y él la quería, la quería a ella y recordaba con pena y tristeza todos los buenos momentos que habían tenido juntos, pero no por eso iba a desperdiciar su vida -o parte de su vida- al lado de un sádico asesino a sangre fría que se ocultaba tras una máscara de Príncipe encantador.
—Soy feliz así, era feliz con MoonByul, pero podré superarla. Sé que sí. No te necesito como tú a mí.
HongJoong entendió que estaba rebajándose demasiado al nivel del Caballero, no iba a darse ese lujo y mucho menos le iba a dar el lujo a Song de que le rogara tanto. Bien, si no tenía a Song, no importaba, él podría conseguirse a alguien más que pudiera hacer el mismo trabajo que el ridículo Caballero y sin estar rogándole.
—Está bien, como quieras, tú te lo pierdes, querido.
HongJoong se dio media vuelta y comenzó a caminar por el mismo camino en el que había llegado a ese arroyo. Las cosas no habían resultado como él esperaba, pero ¿qué más podía hacer? ¡Que se joda ese maldito! No lo necesitaba, HongJoong no necesitaba a nadie, él siempre había podido hacer todo solo y por su cuenta unas cuantas docenas de veces. Había muchos asesinatos y demás cosas que había hecho a escondidas de su Caballero personal e incluso de sus padres -en realidad, había muchas, muchísimas, cosas que HongJoong había hecho a espaldas de los Reyes Kim. No necesitaba a nadie, Song era el que lo necesitaba y se perdía la oportunidad por orgullo.
HongJoong se lo repetía mentalmente, ¡que se joda el Caballero!
—HongJoong ah...
—¿Uh? — HongJoong detuvo su paso pero sólo giró su cabeza para ver a MinGi.
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Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ
RandomAunque JongHo pretende ser el Príncipe perfecto a los ojos del Reino entero, los empleados del Castillo y sus padres, los Reyes, sabe que está lejos de serlo. Por ende, al ser de la realeza, debe ser perfecto, con cada pelo de su rubio cabello peina...